Tras el caótico brote de contagios de coronavirus registrado a fines de agosto que afecto a 22 futbolistas y tres miembros del cuerpo técnico, Boca va de a poco recuperando la normalidad. En consecuencia, el entrenador Miguel Angel Russo reaparecería este sábado en las prácticas del equipo, luego de una ausencia obligada de casi dos semanas al ser parte del grupo de riesgo no sólo por su edad (64 años), sino también como recuperado de una enfermedad oncológica en 2018.
De todos modos, la presencia de Russo no se traduce en un futuro viaje del DT a Asunción del Paraguay para el choque frente a Libertad del próximo jueves, donde Boca reiniciará su participación en la Copa Libertadores, su máximo objetivo deportivo. Su vuelta, en principio, sería de la misma forma que utilizó en gran parte de la pretemporada que se inició a principios de agosto, por lo que se mantendría observando los entrenamientos desde un ventanal del comedor.
En tanto, quienes volvieron a asomar la cabeza este viernes por el Centro de Entrenamiento del club en Ezeiza fueron Julio Buffarini, Frank Fabra, Mauro Zárate, Mateo Retegui y el juvenil Renzo Giampaoli. Los cinco, parte de los contagiados en el brote, recibieron el alta y se sumaron al grupo de 27 jugadores que ya estaban practicando colectivamente luego de abandonar la "burbuja".
Ahora sólo quedan cuatro juveniles en aislamiento a la espera del aval médico. El cuarteto seguirá encerrado en un hotel hasta el martes próximo, jornada de nuevos chequeos.
Boca, que obtuvo un triunfo y un empate en el Grupo H, tendrá su reestreno el jueves 17 a las 21 como visitante de Libertad de Paraguay, con el entrenador Ramón Díaz en el banco de suplentes. Los dirigidos por Russo, campeones de la última Superliga, viajarán después a Colombia para chocar ante Independiente Medellín (24/9), y esperarán en la Bombonera por los cruces con Libertad (29/9) y Caracas de Venezuela (22/10), en busca de la segunda fase.