Al menos 193 personas fueron detenidas en una protesta de los "chalecos amarillos" para exigir cambios en el sistema político francés de Emmanuel Macron, en lo que fue la primera manifestación tras el parate por las restricciones de la pandemia y el receso de verano.
Las fuerzas de seguridad reprimieron con gases lacrimógenos a los manifestantes que incendiaron mobiliario urbano para dificultar el paso de los vehículos en el noroeste de París. Antes del comienzo de la movilización en el centro de la Ciudad Luz, los uniformados habían detenido a 154 manifestantes.
Las detenciones se debieron sobre todo a la requisa de objetos peligrosos, como martillos, destornilladores, palos de metal y barras de madera, pero también botellas de alcohol y caretas, según varias fotos compartidas por la Prefectura de Policía de la capital en Twitter.
La intención de las autoridades era evitar que la movilización ingresara a la zona de los Campos Elíseos, donde preveían destrozos a los locales de la reconocida avenida parisina. La Policía, que realizó un fuerte operativo, publicó en redes sociales fotografías de cuchillos, máscaras y un arco incautados a los manifestantes.
Los chalecos amarillos, surgidos en el otoño de 2018 tras el aumento a los impuestos a los combustibles, denuncian que "las injusticias sociales y fiscales no dejan de crecer" en Francia. Con el correr de los días y la violencia que se desató en las protestas, fue virando hacia un movimiento más amplio de rechazo a las políticas de Macron.
En respuesta, el mandatario anunció un paquete de medidas con un costo de más de 10.000 millones de euros con el objetivo de cumplir algunas de las demandas de los chalecos amarillos, como aumentar el salario mínimo y reducir los impuestos a los jubilados.
El líder opositor de izquierda Jean-Luc Mélenchon felicitó a "los insumisos presentes en la manifestación de los chalecos amarillos", en un mensaje en Twitter en el que apeló a la calma.
"Reforcemos el rechazo de la violencia porque el prefecto (de la Policía de París, Didier) Lallament está esperando que haya incidentes para lanzar la maquinaria de noquear y encarcelar. Que sea absolutamente pacífica", escribió el que fuera candidato presidencial en 2017 por el partido Francia Insumisa.
Las concentraciones se sucedieron en las principales ciudades del país, como Burdeos, Toulouse y Marsella, mientras en París varios miles de personas salieron a la calle en un contexto poco favorable a las multitudes por la fuerte circulación del coronavirus en Francia, donde ayer se registraron más de 9.000 contagios.