La comunidad El Traslado queda a unos 110 kilómetros de Tartagal, ciudad cabecera del departamento San Martín, por la ruta 135 camino a Balbuena, ubicado en el departamento Rivadavia. Está compuesta por unas 35 familias del Pueblo Wichí y para acceder al servicio de salud pública sus integrantes deben recorrer al menos 50 kilómetros por caminos casi inaccesibles, para llegar a una radio y pedir atención médica.
Esa es la situación que describió a Salta/12 el cacique de la comunidad, Roberto Sánchez, quien sostuvo que si bien hay un Puesto de Salud en la comunidad, nunca abrió sus puertas pese a haber sido “inaugurado” por la ex ministra de Salud, Josefina Medrano, el 7 de junio pasado. Por el contrario, la radio con la que contaban para avisar sus urgencias sanitarias al Hospital de General Mosconi quedó dentro de la estructura vacía, cuyas puertas quedaron con llave.
“Hace más de un año habían terminado la obra del Puesto de Salud y el 7 de junio ha ido la ministra y también otros funcionarios a hacer la inauguración”, contó Sánchez quien pudo hablar con Salta/12 recién al llegar a Tartagal. Y es que en la zona donde vive no hay servicio alguno. A la inauguración aquella “fueron el intendente de Tartagal (Mario Mimessi), y (el secretario de Asuntos Indígenas, Luis Gómez) Almaraz, y el intendente de Ballivián (también en San Martín)”, Samuel Córdoba. “Nos dijeron que iba a ir gente y que ya estaba quien iba a trabajar en el Puesto sanitario, una señora de nombre Roxana. Pero al Puesto le faltaba luz. Y dijeron que iban a colocar las luces. A las dos semanas fue una enfermera. Pero no había luces, no había nada. Y se ha vuelto la enfermera. Y no hay nadie, nos dejaron abandonados ahí”, contó el cacique.
Detalló que el problema es que se enferman los integrantes de la comunidad y no hay forma de comunicarse. Si bien contaban con una radio, como el equipo quedó sin batería y en el lugar no hay energía eléctrica, quien se debía encargar de facilitarles la llegada de otra batería eran los responables del Hospital de General Mosconi, a cuya área pertenece el Puesto de Salud en cuestión. Pero, en caso de que la batería llegara, tampoco será la solución, dado que el equipo, según contó Sánchez, quedó dentro del Puesto de Salud, cuyas puertas quedaron cerradas con llave.
En esta situación, cuando se enferman deben dirigirse hasta el paraje El Desemboque, ya en el departamento Rivadavia, que queda entre 45 y 50 kilómetros de El Traslado. “Y vamos en la moto, de noche, a veces si no hay (comunicación porque la radio no tiene batería o porque no hay nadie en el Puesto de Salud y está cerrado), vamos al Pozo El Bravo”. Para llegar hasta allí deben recorrer 30 kilómetros más.
La única asistencia posible es la visita del agente sanitario que, con suerte, llega a la zona una vez por mes. “Ahora estaban los chicos con diarrea y vómito. Y los llevamos al Desemboque y Pozo El Bravo para hacerles colocar las inyecciones y vuelven”, contó Sánchez.
Cuando el Puesto de Salud fue inaugurado, el intendente de Tartagal, Mimessi, había dicho a un medio tartagalense: “Hoy estamos acá para inaugurar este Centro de Salud que hace muchos años había se había terminado pero que no se habilitaba. La apertura del Centro inicia un nuevo momento para la gente de El Traslado para la comunidad y los criollos”. Ahora, cuando este medio hizo consultas a la Municipalidad de esa ciudad, sin embargo, se desentendieron al sostener que este es un tema por el que debe responder la intendencia de General Mosconi. Quienes conocen un poco más de la situación indicaron que si bien es cierto que sanitariamente el Puesto de Salud pertenece a Mosconi, en cuestión de jurisdicción municipal, el responsable es Tartagal. El gerente del hospital mosconense, Cristian Vilte Aramburu, no respondió las consultas.
"Combustible caro para sacar agua de pozo”
Como sucede en otras zonas del Chaco salteño, El Traslado, cuyo río más cercano, el Pilcomayo, está a 80 kilómetros, sufre de la falta de agua. La alternativa de obtenerla es un pozo que se perforó en la Escuela 4163. El agua se extrae con una bomba que, a su vez, tiene un motor. Allí se genera una nueva necesidad: contar con combustible. “Antes conseguíamos de la Municipalidad y ahora no hay cómo sacar porque está cerrada la Municipalidad”, dijo el cacique. Entonces “nos rebuscamos y compramos nafta para el motorcito. Día de por medio sacamos agua. Entonces necesitamos entre cuatro o cinco litros. En El Traslado hay quienes tienen combustible y nos cobran 100 pesos el litro”, dijo.
Sánchez señaló que hay problemas con los pobladores criollos porque “están sacando más agua que nosotros y a veces no ponen para el combustible. Y ellos tiran el agua para el ganado de ellos”, por lo que siempre pidieron un pozo para la escuela, otro para la comunidad, y un tercero para los criollos.
Los servicios esenciales tampoco parecen llegar. Un caso es el de los bolsones con mercadería que se reparten en las escuelas reemplazando la comida que daban los comedores escolares. “No sabemos qué pasó con el docente. Si le pasó algo o qué. Pero hace tres meses que no llegan los bolsones para los chicos”, dijo Sánchez. Agregó que también hay personas de la comunidad que fueron beneficiarias de la Tarjeta Alimentar pero que ni siquiera lograron obtener el plástico, porque deben ir hasta Tartagal y se les hace difícil el camino dado que deben “hacer dedo” o pagar un pasaje aún más caro para retirar la tarjeta.