El 88 por ciento de los barrios populares de Rosario no tiene acceso al agua potable. Poner en agenda dicha problemática es uno de los objetivos de la ONG Techo, que culminó ayer su colecta anual destinada a la compra de alimentos y construcción de viviendas de emergencia para los barrios populares más afectados por la pandemia del covid-19. El trabajo pone en evidencia la situación crítica de vulnerabilidad que impera en la periferia rosarina, donde se desempeña la organización, especialmente en los barrios de El Cañaveral, San Martín sur, Piamonte y en barrio Quinta. “La pandemia visibilizó cuestiones críticas y estructurales que había en los barrios”, graficó la directora general de Techo en Rosario, Paula Piccolo.
La colecta anual comenzó el viernes y terminó ayer en diez provincias. Los resultados preliminares estarán pasado mañana miércoles, pero se pusieron en práctica actividades virtuales y presenciales, según la situación de aislamiento o distanciamiento de cada ciudad. Desde la sede de Rosario la colecta fue exclusivamente virtual y se efectuó en la ciudad, aunque se sumaron las localidades de San Lorenzo, San Nicolás, San Pedro, Funes, Montes de Oca y Carlos Pellegrini. Lo recaudado será destinado a la compra de alimentos y a la construcción de viviendas de emergencia.
La colecta tuvo como objetivo invitar a la sociedad a apoyar el trabajo cotidiano de miles de voluntarios y voluntarias que trabajan en conjunto con vecinos y vecinas para impulsar proyectos que mejoren las condiciones de hábitat y vivienda en las que viven más de 4 millones de personas en los asentamientos. En Rosario Techo logró el acompañamiento de 40 voluntarios y voluntarias que forman parte de un equipo fijo y llegó a cien personas gracias al apoyo de localidades cercanas. “Seguimos trabajando por la emergencia habitacional y la falta de acceso al hábitat digno que sabemos que existe, queremos motivar a acompañar y seguir fortaleciendo el trabajo en los barrios.”, sostuvo Piccolo.
Además de los objetivos propios de la actividad del fin de semana, la directora destacó todo lo que afloró junto con la pandemia, cuestiones de fondo que merecen soluciones y respuestas. “Uno en particular que lo notás ahora es la falta de acceso a la conectividad, en un contexto donde todos nos comunicamos a través de internet no es posible acceder, esto dificulta todo, desde la educación hasta las actividades y talleres que hacemos con vecinos y vecinas”, señaló Piccolo y agregó: “También puso en evidencia la informalidad del mercado laboral y la falta de agua potable, que según el Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap), es del 92 por ciento a nivel nacional y del 88 en Rosario” en estos barrios vulnerables.
Techo, que trabaja en Rosario desde 2012, se ocupa a la vez de asistir a merenderos y ollas populares, con la compra de alimentos y elementos de higiene. En Rosario, además, el fin de semana del 22 y 23 de agosto construyó 16 viviendas de emergencia en El Cañaveral y San Martín Sur, “siguiendo los protocolos correspondientes”. Piccolo espera la hora de volver a una etapa de distanciamiento para “volver al territorio”. “La emergencia habitacional existe y a pesar del contexto es muy importante que podamos seguir trabajando, existen mucha emergencias, las viviendas que levantamos reemplazan casillas con techo de chapa y piso de tierra y hay una situación muy crítica de vulnerabilidad de las familias”, cerró la directora.