Jesús María Amenábar, reconocido médico cirujano de Tucumán, falleció este sábado víctima de la covid-19 en el Hospital Centro de Salud Zenón Santillán, donde era jefe del Servicio de Cirugía. Antes de fallecer, el médico publicó una carta para reconocer la labor de los trabajadores de la salud: "Los que me están tratando son héroes y heroínas", sentenció Amenábar, quien meses atrás había denunciado "una serie de irregularidades" en las condiciones de trabajo de los médicos del hospital, expuestos al contagio de covid-19.

Además de ser jefe de Cirugía del Zenón Santillán, Amenábar, de 64 años, era profesor de la Cátedra de Cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Tucumán y especialista en la enfermedad de Hidatidosis. Se había contagiado la covid-19 a fines de agosto y la última semana sufrió un agravamiento de su cuadro de neumonía. El médico falleció en la mañana del sábado

"Nadie los conoce. No salen en los diarios. Entran a la boca del lobo a riesgo de morir por covid y dejar hijos huérfanos, a salvar vida de gente que no conocen", había escrito Amenábar en una carta dirigida a sus compañeros de trabajo antes de que su estado se volviera crítico. "Por sueldos de 19 mil una empleada de limpieza, 30 mil una enfermera o 70 mil un médico, juegan a la ruleta rusa en turnos de ocho horas", detallaba. 

Es que, a fines de junio, el cirujano se convirtió en uno de los portavoces del reclamo de los trabajadores por las condiciones laborales del hospital: "Se está dando una serie de irregularidades que nos parecen un atropello. A once médicos residentes de cirugía, que no son clínicos, los han llevado a atender pacientes infectados con covid. A la vez, les exigen hacer guardia e ir al quirófano a colaborar. La misma persona tiene que hacer hisopados a infectados, ir a guardia externa y al quirófano", explicaba Amenábar en entrevista con Radio Universidad de Tucumán y añadía que "hay salas donde los pacientes no tienen barbijos".

En un comunicado, la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina calificó al hombre como un "referente de la especialidad" que puso "todo su prestigio al servicio de la construcción colectiva de la justicia social para sus compañeros". Por su parte, el Sindicato de Trabajadores Autoconvocados de la Salud de Tucumán señaló que se trataba de un "valiente, luchador, líder, sensible ante la injusticia". El sábado por la tarde, médicos, enfermeros, familiares, pacientes y alumnos de Amenábar realizaron una caravana en automóviles para acompañar sus restos desde el Hospital hasta las puertas del cementerio. Por la noche, en la capital tucumana se llevó a cabo un aplausazo en honor al cirujano.