"Es claro que quieren adelantar el año electoral", señaló a PáginaI12 la ministra de Gobierno bonaerense, Teresa García, apuntando contra los sectores duros de la oposición que fogonean los conflictos como el del reclamo policial o la convocatoria a movilizaciones. "La preocupación del gobierno provincial y el nacional está en atender en primer término el sistema sanitario y la pandemia que no ha dejado de tener casos altos de contagios y de fallecimientos", dijo la funcionaria. Así, puso  sobre la mesa los ejes que priorizan ambos gobiernos."Esa imagen de la noche del lunes rodeando la casa del gobernador con móviles del Estado y armas del Estado... la verdad es que por lo menos nos tenemos que interpelar qué fue todo esto", destacó García aunque aclaró que "las comisarías y la seguridad en los distritos no se vieron afectados".

--Por la reciente historia de nuestro país fue muy fuerte la imagen de policías armados rodeando la casa del gobernador y la quinta presidencial. ¿Cuál es el balance del conflicto?

-Esa imagen de la noche del lunes rodeando la casa del gobernador con móviles del Estado y armas del Estado... la verdad es que por lo menos tenemos que interpelar que fue todo esto. Quiero aclarar algo, nosotros tuvimos vinculación los tres días con los intendentes para ver cómo estaba funcionando el tema de la seguridad en el territorio que era lo que mas nos preocupaba, sobre todo la primera noche. Las comisarías funcionaron con normalidad, las patrullas se mantuvieron, en ningún momento se puso en riesgo la seguridad de la gente en el territorio del conurbano. Las manifestaciones fueron mayoritariamente exonerados, retirados y con estas expresiones de desagrado en condiciones no lógicas de personas que estaban en contraturno. A eso se sumaron distintas expresiones que no se entendía muy bien con que tenían que ver.

--Algunos sectores de la policía metieron el tema de la sindicalización. ¿Cómo ven en el gobierno este tema tan complejo?

--Bueno, en ese sentido la justicia ya se expidió. Y dijo que no es legal. Ya había expresiones anteriores sobre este punto y hay sectores que siguen insistiendo con esto. Lamentablemente vimos la utilización que se ha hecho de algunas personas. Fue muy triste, como el señor que subió a la torre. Finalmente se trató de un combo de situaciones que afortunadamente por las acertadas decisiones del gobernador y del Presidente se pudo resolver.

-La política se cruzó en este conflicto. ¿Cómo analiza la decisión de los intendentes del Pro de no participar del anuncio para solucionar el conflicto cuando también habían sido convocados?

-Bueno, en principio ellos plantean que no fue una cuestión institucional. Fue una expresión política de los intendentes del Pro que según dijeron algunos de ellos, fue aliándose con (el jefe de Gobierno porteño, Horacio) Rodríguez Larreta. Pero ahí es donde dejan el rol de intendentes para ponerse en el rol de dirigentes partidarios.

-¿Con el Pro buscando quien lo lidere y la interna radical los discursos son un poco más encendidos de parte de la oposición?

-Claro. El hecho de que no hayan ido los intendentes del Pro a presenciar los anuncios de un tema delicado que atraviesa cada uno de sus distritos indica que han tomado una decisión partidaria, en consonancia con el intendente de la Capital Federal. Esto no hace mella sobre el tema institucional que llevamos adelante todos los días con el tema salud y economía.

-A pesar de la gran cantidad de contagios y muertos por coronavirus, en Capital se habilitan actividades y en el conurbano no. ¿Las diferencias se acentúan con el jefe de Gobierno porteño? 

--En verdad tenemos muchos casos en muchos distritos  con una cantidad importante de casos aislados y con circulación. Si nos encontramos con las imágenes de los últimos dos fines de semana en los que en algunos lugares de la provincia, así como en la ciudad de Buenos Aires, se ve que está desmadrada la cantidad de gente, sobre todo en actividades gastronómicas. Por supuesto que esto pone en riesgo, al igual que las marchas o las quemas de barbijos. Son situaciones entendibles en algunos casos, como que la gente está cansada y quiere salir porque ya está harta de esto, pero otras son irresponsables como la convocatoria a marchas o para salir a protestar, que tiene todo el derecho del mundo, pero en la situación sanitaria en la que estamos no debería suceder.

-¿Los planteos de la oposición buscan adelantar peligrosamente el escenario electoral cuando el foco debería estar en la pandemia?

-Si, absolutamente. Es sumamente peligroso. Es claro que quieren adelantar el año electoral. Uno  ha visto cuando los diputados de la oposición se negaban a sesionar por la metodología que se había acordado. Se ve cuando convocan a marchas que no se entiende muy bien cuál es el objetivo, simplemente manifestarse en contra de cualquier iniciativa del gobierno. Ojo, cualquiera sea, económica, sanitaria. Se ve cuando algún integrante del sector más duro de la oposición se expresa. Por ejemplo el comunicado de la UCR respecto del conflicto con la policía que después borraron rápidamente. Creo yo que se equivocan, así se trate solo de una especulación. Porque hoy la preocupación de la población es saber si va a tener un buen sistema de salud, si los chicos van a poder ir a la escuela, si va a mantener su sueldo. Colar temas electorales en este momento es muy malo. La aparición de (la ex diputada macrista, Elisa) Carrió en este momento, a pesar de que ya nos tiene acostumbrados con sus declaraciones estruendosas, los dichos de Duhalde. Hay una cantidad de sucesos de su parte que buscan alertar a la sociedad generando una situación aún de más confusión. Creen que esto les va a dar un resultado electoral el año que viene y es lamentable.

La coparticipación

-La distribución de la coparticipación es un tema que genera controversia entre las provincias. ¿La recuperación de un punto para Buenos Aires reabre heridas en ese debate?

-Uno ve que lamentablemente algunas de las personas que son o fueron legisladores acá hoy se manifiestan en contra de esta recuperación de la coparticipación. Una atinada expresión del Presidente es la que dice que hay que reparar situaciones de injusticia donde en los lugares de la abundancia sobra y en los lugares de las carencias falta. La provincia de Buenos AIres tiene entre 15 y 16 millones de habitantes y en el año 1988 perdimos casi siete puntos de coparticipación. El argumento en aquel momento era que había que tratar de que las provincias tuvieran incentivos en el interior y los conurbanos dejaran de crecer para que la gente se asentara con actividad económica y social. Bueno, está claro que eso no sucedió, en nuestro caso el conurbano siguió creciendo, las provincias siguieron expulsando a sus habitantes producto de los modelos neoliberales y de indigencia prácticamente, por lo que nunca dejó de crecer la población en nuestra provincia. Tomar esta decisión en este momento que tiene que ver con un tema tan sensible para la población con el tema de la seguridad, no es más que un acto de reparación histórica. La provincia lo necesita porque tiene un déficit estructural muy agravado que además se agravó en la última etapa de gobierno de Vidal donde todos los presupuestos provinciales fueron de endeudamiento y quedamos con una deuda enorme en la provincia de Buenos Aires.