Tras algunas dudas surgidas entre la Conmebol y el gobierno guaraní, Boca finalmente podrá viajar a Asunción y salir a la cancha para jugar contra Libertad con varios de sus titulares que en su momento dieron positivo de covid-19, pero que luego de la correspondiente cuarentena dejaron de ser posibles contagiantes. Así y todo, el entrenador Miguel Angel Russo -que difícilmente viaje a Paraguay por ser paciente de doble riesgo- no sabe aún con qué jugadores podrá contar este jueves para enfrentar a los de Ramón Díaz por el Grupo H de la Copa Libertadores.
La Conmebol hará este martes un testeo oficial al plantel boquense. Por un artículo del protocolo del organismo ante la pandemia y con permiso del Gobierno paraguayo, aquellos jugadores que dieron positivo -y luego de los 14 días de aislamiento vuelvan a darlo y no tienen síntomas de la enfermedad- podrán viajar y jugar con sus equipos.
Sin embargo, Guillermo Sequeira, director de vigilancia sanitaria del Ministerio de Salud del país guaraní, dijo este lunes en la radio AM 650 de Asunción que "todos los jugadores que bajen al aeropuerto deben mostrar el test negativo, los positivos al Covid-19 no van a poder ingresar al país".
"Desde el Ministerio de Salud no emitimos ningún comunicado de un permiso de viaje a los jugadores de Boca que dieron positivo, pero el período de contagio ya pasó", señaló el funcionario, para agregar más confusión aún.
Boca tiene 18 jugadores con alta sanitaria después del rebrote de Covid-19 ocurrido en la concentración del hotel de la zona de Tristán Suárez, luego de haber pasado los 10 días estipulados para aquellos que fueron positivos asintomáticos o con pocos síntomas. Sin embargo, eso no significa que el hisopado siga dando positivo.
También hay tres integrantes del cuerpo técnico que tuvieron la enfermedad en la concentración: Leandro Somoza ayudante de campo: Fernando Gayoso, entrenador de arqueros; y Damián Lanatta, preparador físico.
A ese panorama hay que agregarle seis futbolistas que nunca estuvieron contagiados y quienes volvieron a dar negativo en sus hisopados; cuatro que tuvieron covid-19 y que dieron negativo; y dos más (Gonzalo Maroni y Edwin Cardona) que hicieron en sus hogares el aislamiento preventivo por venir del exterior.
Finalmente, aún hay cuatro jugadores más que dieron positivo, instalados en el hotel y a la espera de que se cumplan los 10 días para poder volver a las prácticas.
El DT Russo, quien se reintegró el domingo a los entrenamientos después de pasar 14 días aislado y comunicado con el plantel a través de la plataforma Zoom, paró dos equipos mezclados.
Otra vez estuvo ausente Julio Buffarini, con un fuerte dolor en el gemelo derecho, quien estuvo en kinesiología y está en duda para el jueves ante Libertad. Si no llega, su lugar lo ocuparía Leonardo Jara.
También se retiró con una molestia muscular Sebastián Villa, quien podría estar en la lista de viajeros, pese a que Boca mantiene la decisión de que no juegue hasta que se expida la Justicia en la causa penal que afronta por violencia de género, denunciado por su ex pareja Daniela Cortés.
Quien no va a poder viajar es Ramón Abila, quien según el parte médico del viernes pasado sufrió un desgarro grado dos en el recto anterior y tiene para 20 días de recuperación.
Russo, paciente de doble riesgo por edad (64 años) y por haber padecido una enfermedad oncológica hace dos años, había sido separado de la delegación cuando estalló el brote de contagios de coronavirus en la pretemporada xeneize. El DT difícilmente pueda viajar el miércoles a Paraguay para el partido del jueves que marcará la vuelta del equipo al máximo torneo continental por la tercera fecha del Grupo H.
El plantel de Boca seguirá trabajando en Ezeiza y embarcará el miércoles a las 19 en un vuelo charter de sólo 50 pasajeros rumbo a la capital paraguaya para enfrentar a Libertad.
Con dos fechas jugadas, Boca suma cuatro puntos en el Grupo H de la Copa Libertadores, mientras que Libertad es líder con seis. Caracas de Venezuela tiene un punto y cierra Independiente Medellín sin unidades.