Consecuencia directa del calentamiento climático y de las temperaturas cada vez más elevadas en Groenlandia, una masa de hielo de 113 km2 se desprendió del casquete glaciar más grande del Ártico.
"Observamos un aumento de la velocidad (de desintegración) en este casquete glaciar denominado 79 N", declaró Jason Box, profesor de glaciología en el Instituto geológico de Dinamarca y Groenlandia, GEUS.
En las imágenes satelitales difundidas por el GEUS, se puede constatar que vastas superficies de hielo se separaron del gigantesco casquete glaciar del noreste del territorio ártico, que desemboca en el "fiordo 79".
Si bien son normales los desprendimientos de un glaciar, no así unas inmensas plataformas heladas de ese tamaño, por lo que se encendieron las alarmas de los especialistas. Desde 1999, el casquete de hielo del glaciar 79 N ha perdido 160 km2, es decir, una superficie dos veces más grande que la isla de Manhattan. El insituto recalcó que el fenómeno se aceleró en los dos últimos años.
"Si los veranos calientes como los observados en los últimos dos años aumentan, contribuirán a la aceleración de la elevación del nivel del mar a escala mundial", explicó Box.
El derretimiento del casquete glaciar de Groenlandia provocó el aumento del nivel de los océanos en 1,1 centímetros entre 1992 y 2018, calcularon los autores de un estudio que apareció en diciembre pasado en la revista Nature.
En tanto, un reciente estudio de la Universidad de Lincoln (Reino Unido), indicó que la disminución de las superficies congeladas en Groenlandia contribuirá con un alza 10 a 12 cm del nivel de los mares de aquí a 2100.