La Fundación Aynis está llevando adelante asesoramientos gratuitos en materia legal y psicológica a mujeres que sufren violencia de género durante la pandemia. En su primer mes de ejecución contaron a Salta/12 los resultados preliminares que fueron percibiendo. Las situaciones de violencia económica encabezan las consultas.
La psicóloga Florencia Arri refirió que el acompañamiento se puso en marcha ante el “incremento de los casos y situaciones de violencia de género” durante la pandemia. En este sentido, explicó que buscan “ser puentes” para que las mujeres lleguen a los dispositivos gubernamentales en el caso de que tengan que ser derivadas para su atención.
Arri hace el acompañamiento psicológico mientras que la abogada Rosaura Gareca asiste en el aspecto legal. El cruce de datos permitió detectar que la gran mayoría de los casos remiten a la violencia económica. Otro dato sobresaliente es que la mayor parte de las mujeres que se acercan a pedir ayuda está comprendida en el rango etario que va de los 28 a los 38 años.
Para Gareca, la visibilización de la violencia económica se debe a que con la pandemia los recursos económicos y el acceso a fuentes laborales para las mujeres se limitaron. Esto llevó a que “salten estas cuestiones que antes estaban tapadas” o eran “llevadas de otra manera”, dado que muchas mujeres tenían un trabajo remunerado o emprendían uno por voluntad propia.
La abogada contó que con los aislamientos prolongados “el manejo del dinero no es el mismo”. Estas situaciones expusieron a los padres varones, que estando separados o no de sus hijos, tienen una ausencia en los aportes económicos para la subsistencia de los menores de edad.
Además, Gareca dijo que es importante destacar que la violencia económica no sólo se presenta como única violencia sino que termina "perpetuando otros tipos de violencia”. Es decir, la falta de recursos económicos hace que muchas mujeres permanezcan en situaciones de violencia psicológica, sexual, simbólica, física o contra la libertad reproductiva.
La no independencia económica por parte de las mujeres “es una herramienta” y “un factor de riesgo que utilizan los agresores para seguir sometiendo a las víctimas”, explicó Gareca. Por eso, “no se tiene solamente el daño y perjuicio en sí, sino que tiene esa perpetuidad de permitir otros tipos de violencias”, destacó.
En esa misma línea, Arri dijo que las consultas que derivan en la identificación de la violencia económica, se dan por "la visibilización y la puesta en agenda de las temáticas de género y de violencia de género”. Afirmó que se va “hilando” un proceso de empoderamiento de las mujeres donde se reconocen como sujetas de derecho. Incluso si al inicio de la consulta no aparece ese grado de auto reconocimiento.
Arri explicó que esos primeros acercamientos parten del cuestionamiento a las razones por las que el padre de los hijos no aporta el dinero correspondiente para la alimentación, “se empieza a generar que esto no está siendo justo”. Dijo que “encontrarse con profesionales formadas en género, dispuestas a la escucha y a no juzgar” abre al planteo de las problemáticas. Arri invitó a que las mujeres en estas situaciones usen el acompañamiento, que es gratuito y confidencial.
En cada caso se busca hacer accesible y comprensible el marco legal que las ampara “sabiendo que no es un camino sencillo”. Para Arri, se tiene que dar el espacio para “visibilizar lo que son las violencias y dejar de hacer natural algo que es más que injusto”.
Las consultas para el acompañamiento legal y psicológico se brindan de lunes a viernes de 19 a 21 en los números 3876112843, para la orientación psicológica, y 3876102068, para la orientación legal. Además, desarrollaron una plataforma virtual con distintas propuestas que tienen que ver con información y recursos para la asistencia en casos de víctimas de violencia de género.
Las acciones de la Fundación se iniciaron a fines de julio a través de la Iniciativa Spotlight y en asociación con la Fundación Markani y la ONG Aninankuy. El proyecto, que se denominó “Fortaleciendo el derecho a una vida libre de violencia”, busca contribuir a la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres y las niñas e identidades no binarias en la provincia de Salta en el contexto de pandemia.
Para la Fundación, este contexto “vino a complejizar y agravar el panorama para las mujeres y niñas” en la provincia, recordando que desde 2014 Salta tiene declarada la emergencia social por violencia de género.
Sin poder denunciar
Otra problemática que identificaron en las consultas en la Fundación Aynis es la dificultad que afrontan las mujeres al momento de radicar denuncias por situaciones de violencia en las comisarias locales.
Arri afirmó que no se cumple lo planteado en las legislaciones que amparan a las mujeres. Tal es el caso de la ley provincial 26.485, de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, o la ley 7857, que declara la emergencia en violencia de género en Salta.
Esta última faculta al Ejecutivo a realizar las acciones que “estime conducentes para dar solución a la crítica situación y disponer la afectación e incorporación de las partidas presupuestarias necesarias” para elaborar políticas públicas y diseñar un plan provincial de acción para la prevención, abordaje y erradicación de la violencia de género.
“Lo que más cuesta es hacer las denuncias”, reiteró Arri señalando como principal dificultad a los agentes de la Policía de Salta que son los primeros receptores de los casos. Señaló que sigue existiendo una minimización de las situaciones, "les dicen que lo que están viviendo aparece, pero ya va a pasar”, contó la psicóloga.
Por ello, instó a que los policías reciban una formación en perspectiva de género, “porque hay baches todavía”. Dijo que la mayor dificultad se da en el interior de la provincia de Salta.
Aseguró asimismo que en paralelo es importante “fortalecer los tejidos sociales y comunitarios junto a los lazos sociales para generar la ayuda mutua en estas situaciones”. “Es muy distinto (el caso) de una mujer que está atravesando violencia de género y tiene redes o amistades de apoyo, que la mujer que no las tiene”, indicó. En esa línea, Aynis está ejecutando el curso de promotoras y promotores en género, prevención y abordajes de violencias.
Arri agregó que otra de las inquietudes tiene que ver con los “pedidos de orientación a niñes y adolescentes frente a diferentes situaciones emocionales” a causa de la covid 19.
“Está sucediendo que con los chicos en la casa y más las situaciones de violencia que ya se arrastran, se presentan situaciones complejas con les hijes”, señaló la psicóloga. En ese sentido, la demanda principal de las madres se vincula a cómo pueden fortalecer esos vínculos para “poder acompañarse, entendiendo que son tiempos complicados”, subrayó.