Francia cerró más de 80 escuelas luego de registrar casos positivos de coronavirus desde que se reanudó el año escolar hace 15 días. El país sumó un nuevo récord con casi 10.000 casos de la enfermedad en las últimas 24 horas.
Las cifras las difundió el propio ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer. "Tenemos alrededor de 1.200 nuevos casos de covid entre los alumnos en comparación con la semana pasada", indicó Blanquer en una entrevista con la cadena de noticias LCI. Sin embargo, el ministro subrayó que los cierres representan sólo una pequeña fracción de las 60.000 escuelas en toda Francia y dijo que el inicio del año escolar "es el mejor posible" dada la actual crisis de salud.
En el caso de la educación superior, también se suspendieron las clases presenciales en algunas universidades. La Universidad de Montpellier, en el sureste del país, anunció que suspendió las clases en la facultad de Medicina luego de que unos 60 estudiantes dieran positivo tras una fiesta.
Por su parte, la Universidad de Rennes, en el oeste de Francia, también suspendió las clases para los estudiantes de segundo y tercer año de Medicina esta semana después de que 83 resultaran positivos. Hace algunas semanas, el país había tuvo que tomar las mismas medidas ante la aparición de nuevos casos.
En las últimas 24 horas, Francia reportó 9.784 nuevos contagiados y 46 fallecidos, un número que supera ampliamente a los 7.852 reportados durante el martes, según datos del Ministerio de Salud.
El aumento también se notó en el número de hospitalizaciones, que registra más de 2.700 pacientes, de los cuales 508 se encuentran en cuidados intensivos, incluidos los 29 que fueron internados en la víspera.
Francia se prepara para una segunda ola de casos que podría llegar este otoño, mientras se registran 862 brotes activos de la covid-19. Desde el inicio de la pandemia, Francia acumula 404.888 casos de coronavirus y 31.045 decesos.
El Gobierno puso en alerta roja a 84 de los 101 departamentos del país, que se encuentran en un estado de vulnerabilidad "moderada o elevada", y ciudades como Burdeos y Marsella reforzaron esta semana las restricciones, sobre todo en cuanto a las reuniones públicas y las visitas a los hogares de ancianos.