Sin referencias a la crítica situación que vive Paraguay, los cancilleres del Mercosur se reunieron en Buenos Aires solo para mantener sus cuestionamientos al gobierno de Venezuela. A pesar de que el Tribunal Superior de Justicia de ese país revirtió su decisión de asumir las competencias parlamentarias, los cancilleres conminaron al presidente Nicolás Maduro a respetar la “separación de poderes”, el cronograma electoral y “garantizar el pleno goce de los derechos humanos”. Es más, este lunes solicitarán una nueva reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) para informar que han dado inicio a “un proceso en el cumplimiento del Tratado de Asunción y sus protocolos” que puede derivar en la suspensión de Venezuela como miembro pleno del Mercosur.
La reunión convocada por la canciller y presidenta Pro Témpore del bloque regional, Susana Malcorra, contó con la presencia de sus pares de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, Aloysio Nunes (Brasil) y Eladio Loizaga (Paraguay). Durante el encuentro, realizado en el Palacio San Martín, los funcionarios consensuaron un documento donde se insiste en la tesis de la ruptura del orden democrático de aquel país y llama a la normalización inmediata de la separación de poderes.
Si bien los cancilleres encomendaron a Malcorra la tarea de “iniciar diálogo con todas las partes involucradas”, lo cierto es que el encuentro también sirvió para que el bloque solicite una nueva reunión de la OEA. Durante la conferencia de prensa, Malcorra sostuvo que la Corte Suprema venezolana tiene “una intromisión sistemática sobre la Asamblea Nacional (Parlamento). La cuestión del desacato ha sido usada a lo largo del tiempo. Es cierto que ha decidido volver atrás algunas decisiones que se tomaron pero también es cierto que se ha mantenido lo que tiene que ver con el desacato. La separación de los poderes no está funcionando”. En ese marco la funcionaria anunció que una vez que se concrete la reunión solicitada a la OEA se comunicará el inicio de “un proceso en el cumplimiento del Tratado de Asunción y sus protocolos”.
La canciller de Argentina se apresuró a explicar que este proceso no implica la expulsión ni la suspensión de Venezuela en el Mercosur sino que se usará “para la búsqueda de soluciones”. Pero esta decisión bien puede fungir como disparador de la aplicación de la Carta Democrática de la OEA que su secretario general, el uruguayo Luis Almagro, ha promovido hasta ahora sin éxito.