A partir de este viernes y hasta al 26 de septiembre se llevará a cabo la 68º edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, con una importante presencia del cine argentino, con producciones que integran las diferentes competencias y otras que participan del área de industria. El festival tuvo su primera edición en 1953, y es uno de los considerados como Clase A por la Federación Internacional de Asociaciones de Productores de Films (FIAPF).
Dos películas argentinas –en una selección que incluye a 17 países diferentes– competirán por la Concha de Oro en la Competencia Oficial: Nosotros nunca moriremos, de Eduardo Crespo, y la coproducción Akelarre, dirigida por Pablo Agüero. La primera está protagonizada por Romina Escobar, Rodrigo Santana, Jésica Frickel, Giovanni Pelizzari, Brian Alba y Sebastián Santana, y cuenta la historia de Rodrigo y su madre, quienes viajan al pueblo donde acaba de morir su hermano mayor. En ese lugar calmo transitarán los primeros tiempos del duelo: Rodrigo se asomará al mundo de los adultos a través del dolor, y de manera imperceptible irá abandonando la infancia, mientras que su madre intentará revelar los misterios de esa muerte.
La película de Agüero (en coproducción con España y Francia, protagonizada por Álex Brendemühl, Amaia Aberasturi y Garazi Urkola, entre otros), está ambientada en el País Vasco de 1609, momento en el que los hombres de la región abandonaban su tierra para explorar los mares. Ana y otras chicas de la aldea participan en una fiesta en el bosque, y el juez Rostegui –encomendado por el Rey para purificar la región– las arresta acusándolas de brujería. Él hará lo necesario para obtener una confesión sobre el significado de esta ceremonia mágica durante la cual el Diablo inicia a sus servidoras y se aparea con ellas. El proyecto de Agüero resultó ganador en Arte Kino International Prize del VI Foro de Coproducción Europa-América Latina en 2017.
Otro de los platos fuertes del Festival será la sección Horizontes Latinos, destinada a aquellas producciones que tienen como principal tema de abordaje a las comunidades latinas. Para esta exhibición fueron seleccionadas cuatro creaciones argentinas: El prófugo, de Natalia Meta, que abrirá la sección; Edición ilimitada, de Santiago Loza, Edgardo Cozarinsky, Romina Paula y Virginia Cosín; Las mil y una, de Clarisa Navas; y Mamá, mamá, mamá, de Sol Berruezo Pichon-Rivière.
La sección Nest reúne a estudiantes provenientes de escuelas de cine de todo el mundo, con trabajos que han sido previamente seleccionados para participar en proyecciones de cortometrajes, coloquios y clases magistrales a cargo de reconocidos profesionales de la industria. Para esta muestra fueron seleccionados los cortometrajes argentinos Muralla china, de Santiago Barzi y Esto no es una historia sobre China, de Francisca Jiménez Ortegate. Por otra parte, La isla de las mentiras, dirigida por Paula Cons Varela y protagonizada por Nerea Barros, Darío Grandinetti, Aitor Luna, Victoria Teijeiro y Ana Oca (coproducción junto a España y Portugal), integra la sección Made in Spain.
El área de industria de Donostia cuenta con la sección WIP Latam, de la que participan 229 películas y a la que llegaron 68 producciones argentinas. Entre ellas se destacan Jesús López, de Maximiliano Schonfeld (coproducción con Francia); Piedra noche, de Iván Fund (coproducción con Chile); y Los restos fósiles, de Jerónimo Quevedo. En el Foro de Coproducción, de 235 proyectos seleccionados –con 68 proyectos argentinos presentados– figuran las siguientes producciones nacionales: El repartidor está en camino, de Martín Rejtman (coproducción con Portugal); Noche americana, de Nele Wohlatz; Tres, de Diego Schipani; Pobres pibes, de Benjamín Naishtat; La fiebre, de Mateo Bendesky (coproducción con Italia y Brasil); y El olor al pasto recién cortado, de Celina Murga (coproducción con Alemania).