Si a la música, la poesía y el compromiso que tiene Silvio Rodríguez se le suma la voluntad, esas cualidades lo convierten más que en un artista solidario: en un ser humano íntegro. Así puede verse en el documental Silvio Rodríguez: mi primera tarea, de la estadounidense Catherine Murphy, en el que se entretejen imágenes de archivo de la Campaña de Alfabetización que se gestó en Cuba en 1961 y una exclusiva entrevista con el icónico trovador y artista cubano. Silvio cuenta cómo a sus 14 años se ofreció como voluntario para integrar la brigada con más de cien mil adolescentes, quienes salieron a las sierras y al campo para enseñar a leer y escribir a los campesinos de la isla. En esa entrevista exclusiva, Silvio comparte sus recuerdos de cómo esta experiencia lo impactó y le dio forma a su vida, al declarar: "Por primera vez en mi vida dejé a mi familia y asumí una causa social como miembro activo de la sociedad". El autor de “Ojalá” admite: "Tal vez esta primera aventura es lo que me puso en el camino de la aventura y la conciencia social que me definen como hombre."
Este domingo a las 21 se estrenará Silvio Rodríguez: mi primera tarea como parte del homenaje al cantautor cubano, en el que varios artistas internacionales como Lila Downs, Kelvis Ochoa, Quetzal, Francisco Herrera, Katia Cardenal, Rebel Diaz, Duo Made y Feña, entre otros, interpretarán sus canciones favoritas de Silvio. Tanto el documental como el concierto online se podrán ver en la Argentina en twitch.tv/HotHouseGlobal">twitch.tv/HotHouseGlobal, en forma gratuita. A su vez, el documental también podrá verse del 24 al 30 de septiembre en el Festival Internacional de Cine Documental de Buenos Aires (Fidba).
El proyecto
Catherine Murphy es fundadora y directora de The Literacy Project (theliteracyproject.org/">theliteracyproject.org), una organización sin fines de lucro, nacida en 2005. Es un proyecto de historia oral documental que recoge testimonios personales sobre la alfabetización. En ese sentido, Murphy señala: "Nuestro trabajo eleva las historias de quienes enseñan a leer y escribir o están luchando por lograr la alfabetización". The Literacy Project funciona sobre la base de la creencia de que la alfabetización es una cuestión fundamental de justicia social y derechos humanos, esenciales para una sociedad sana y digna, así como una democracia plenamente funcional. La intersección de la raza y el género en relación con la alfabetización es motivo de especial preocupación. Mediante diversos medios de comunicación y metodologías de documentación, se viene creando un archivo de historias personales relacionadas con la alfabetización y los movimientos de justicia social en toda América. Dentro de los documentales de The Literacy Project se encuentran, además del que se estrena este domingo: They Say I'm Your Teacher (2019); Maestra (2012), Cruzada (en producción), y Lxs Hijxs de Paulo Freire (en desarrollo).
“Nuestras actividades están enfocadas en crear obras audiovisuales, principalmente mediometrajes y cortos que resaltan experiencias exitosas o experiencias a secas de alfabetización y educación en las Américas. Alfabetización y educación pero también con un corte de educación popular, educación emancipatoria, educación participativa, etcétera”, relata Murphy en la entrevista con Página/12.
La cineasta estuvo realizando un proyecto sobre la memoria histórica de la Campaña de Alfabetización en Cuba, de 1961, a través de una recopilación de testimonios de los ciudadanos y ciudadanas de la isla, que estuvieron entre las filas de los alfabetizadores más jóvenes. Pasó parte de sus estudios en La Habana en los años ‘90 y conoció a varias mujeres cubanas. “Las conocí por sus actividades en su país. Hacen trabajos interesantes en diversas ramas. Varias veces repitieron que, además de todo lo que han hecho en sus vidas, sienten que el aporte humano mayor fue haber alfabetizado cuando eran adolescentes. Eso me despertó una curiosidad. Comencé a realizar entrevistas con estas mismas mujeres cubanas y realmente sus testimonios eran espectaculares. Conocí a través de ellas el fenómeno macro que es casi imposible de creer y que parece de ficción. Es como que me enamoré o me obsesioné con seguir grabando estos testimonios”, cuenta la directora.
Uno de los fotógrafos del equipo de realización cinematográfica con que trabajó Murphy fue Roberto Chile, documentalista cubano de relevancia. “El y otras personas sabían que uno de los alfabetizadores fue Silvio Rodríguez. Solicitamos la entrevista y Silvio nos la concedió generosamente. Más que entrevista es como un testimonio grabado. Son sus memorias, su testimonio de sus vivencias como alfabetizador y el significado que tuvo eso a lo largo de su vida en su desarrollo como ser humano, como creador”, explica la realizadora acerca del documental que podrá verse este domingo.
El documental
“Hay mucha gente en el mundo que ama a Silvio, su obra, a la persona que es él, artista ciudadano y ciudadano artista, poeta, voz de la conciencia latinoamericana pero son pocas las personas que conocen de ese momento en su vida, que de tan joven fue alfabetizador. Eso no es muy conocido. El habla de una forma tan emotiva, tan poética y dice que esa vivencia lo marcó para su vida y que, tal vez, fue como el comienzo, que ahí él nació como un ser social. Recuerda que fue la primera vez que salió de su casa, que pudo enfrentar al mundo (“puro y duro”, señala), comenzar a valerse por sí mismo. Explica que, tal vez ahí, nació su amor a la aventura y su posterior periplo cuando se fue en el barco Playa Girón seis meses. Ahí se enamoró de esas acciones: de ayudar, y de servir”, comenta Murphy sobre la historia poco conocida de Silvio.
El trovador también tiene varias frases antológicas que expresa en el documental. Una de las más significativas es: "Posiblemente, los profesores aprendimos más que los estudiantes". Para Murphy “eso es muy bonito, muy poético y muy cierto”. Y lo argumenta así: “Impartieron cosas elementales, pero Silvio dice en su entrevista que todos aprendieron más de lo que pudieron impartir. Los jóvenes alfabetizadores les enseñaron a muchos de sus alumnos a escribir sus nombres y apellidos, a firmar. Muchos de los campesinos analfabetos habían firmado con el dedo pulgar o con una x para cosas tan elementales como título de terreno, tierra o para cualquier cosa. Los jóvenes alfabetizadores les enseñaron a poner sus nombres, a firmar, a conocer el alfabeto y palabras básicas. Silvio cuenta que, en una de las clases, los que eran alfabetizados no sabían que la Tierra es redonda”.
El cantautor describe la experiencia como muy hermosa pero, a la vez, muy dramática. La directora explica el sentido de esa frase: “Silvio fue ubicado en una zona del sur de Cuba, que es la Ciénaga de Zapata. Es un lugar muy silvestre, donde la gente cazaba -y todavía lo hace- en barco. Las personas cortan los tallos de los árboles y los cocinan para que después sirvan para leña. Allí, la gente vivía al borde de la supervivencia permanente”. Silvio tuvo dos ubicaciones como alfabetizador: una fue allí. El primer lugar donde lo ubicaron fue cerca de Playa Girón, en las afueras de Cienfuegos. Y estuvo alfabetizando en una comunidad, donde las personas que la habitaban fueron las que primero chocaron con las tropas invasoras de Playa Girón. “Estas personas estaban muy traumatizadas todavía por las pérdidas de familiares y amigos y con toda la vivencia de la invasión. Eso es muy fuerte y dramático. Estuvo ahí un tiempo. Después lo ubicaron en la Ciénaga de Zapata, en una comunidad donde convivió y alfabetizó a estas personas que hacen carbón. Entonces, había muchos aspectos hermosos que él menciona, pero la vida allá era muy dramática”, subraya Murphy.
En aquella experiencia, el adolescente Silvio Rodríguez se dejó guiar más por la intuición que por el conocimiento. Así describe cómo ser alfabetizador a los 14 años en 1961 fue su primera de muchas aventuras emprendidas a partir de ese momento: desde unirse a un barco de pesca comercial entre 1969 y 1970, hasta ser voluntario en la guerra de Angola en 1977, además de llevar cinco décadas de carrera profesional fomentando la protesta, el amor, el patriotismo y la responsabilidad social a través de la canción. Cuenta también que ser profesor en esta campaña forjó el camino que sigue transitando en la actualidad y que lo definió como hombre.
La transformación
“Yo no quisiera hablar en nombre de nadie, menos de Silvio ni tomar sus posiciones, pero la voz colectiva que quedó conmigo de tantas personas que conversé, grabé y entrevisté es que fue un momento profundamente transformador. Todos los que hablan de esa forma creen que fue el momento en que aprendieron de la vida, de su país, del mundo y de sí mismos”, señala la directora. “De alguna manera, muchos realmente se enamoraron con algún aspecto fundamental de lo que es la docencia, la educación, la pedagogía, pero más allá también, como el servicio, la belleza de servir de verdad a otro ser humano, dar de sí a otros. Y para un avance colectivo, porque no es esa cosa de caridad. Creo que también tiene que ver con que toda la campaña fue conceptualizada como una alianza horizontal entre los que tuvieron la oportunidad de estudiar y los que no. Y se unieron en una alianza emancipatoria para una hazaña colectiva y para un país, para una mejoría de un problema nacional, un problema colectivo. Fue una solución colectiva también y todos dicen que participar en eso les fue profundamente transformador en el sentido personal y colectivo también”, agrega Murphy.
El Centro Cultural Hotes House, de Chicago, fue fundado en 1987 y es desde entonces un lugar de referencia cultural de artes escénicas, principalmente música internacional “con un corte de justicia social y activismo”, cuenta Murphy. “Tiene que ver con la canción protesta, la nueva canción y los artistas saliendo de Cuba. Me invitaron a presentar el documental de Silvio y para mí es un gran placer trabajar con ellos. Ellos plantearon la idea de lanzarlo con un concierto; es decir, el testimonio de Silvio en la alfabetización, que son casi 26 minutos, seguido por una hora de música con intérpretes y herederos de la obra de la obra de Silvio. Cada uno interpretará un tema de Silvio de su propia selección”, concluye la directora del documental que se podrá ver gratuitamente, al igual que el concierto.
Cuba, 1961
La Campaña de Alfabetización que emprendió Cuba en 1961 fue un ejemplo a nivel mundial. “Yo realmente lo veo como un momento pico en la historia social de las Américas”, considera Murphy. “Y pienso que es una lección para todas las naciones y sociedades porque el analfabetismo sigue siendo un gran problema mundial en los países en desarrollo pero también en países como Estados Unidos, que tiene una tasa de analfabetismo funcional de 1 en 5 personas. Una de cada cinco personas no lee ni escribe bien. Y es un problema bastante invisibilizado. Estamos rodeados todo el tiempo de personas que no saben leer ni escribir bien, que son analfabetos, semianalfabetos, analfabetos funcionales. El Planeta Tierra está rodeado del mal del analfabetismo todo el tiempo y si no te toca de forma directa lo más probable es que no lo veas”, denuncia la directora de The Literacy Project. “El analfabetismo es factor causante pero también resultado de la exclusión social y la marginalización. Cuba dijo: ‘Es un problema nacional, lo vamos a vencer, lo podemos vencer, cada ciudadano tiene una forma de contribuir y no es un problema individual de los que lo sufren sino de todos. Nos unimos los que han estudiado y los que no para vencer un problema nacional’. Eso sigue siendo algo maravilloso e increíble, de lo cual no importa lo que la gente piense de Cuba. Es un modelo para el mundo y comprueba que es posible”, concluye Murphy.
La ficha
Catherine Murphy es una documentalista y docente estadounidense y fundadora y directora de The Literacy Project, el proyecto documental multimedia sobre alfabetización y justicia social en las Américas. Su documental Maestra (2012), que aborda la Campaña de Alfabetización de Cuba en 1961, fue seleccionado y distribuido por la organización Women Make Movies. En 2015, fue publicado en España su libro Un año sin domingos: La imagen de la Campaña de Alfabetización en Cuba. El trabajo de Murphy se centra en documentales sociales. También produjo y coprodujo películas tales como Gran Fellove, de Matt Dillon (en producción); Will the Real Terrorist Please Stand Up?, de Saul Landau; From Ghost Town to Havana, de Eugene Corr, y Cuba Gay, de Sonja de Vries. Trabajó como investigadora de archivos para la biografía de Harry Belafonte. En 2006, Murphy trabajó como productora ejecutiva en la oficina de TeleSur TV en Washington. Ha creado contenidos para los medios PBS, TeleSur, Ávila TV, Pacífica Radio, WBAI, KPFA y Democracy Now. Fundó Tres Musas Producciones, impulsada por mujeres productoras independientes. El recordado Eduardo Galeano publicó cuatro cuentos cortos en su penúltimo libro Espejos, basados en entrevistas realizadas por ella. Murphy tiene una maestría en Sociología de la Universidad de La Habana (1999) y una licenciatura en Humanidades del New College de California (1994).