Los y las vecinas que se asentaron en ampliación Parque La Vega volvieron a movilizarse ayer y cortaron la avenida Tavella. Están hace 4 meses esperando respuestas gubernamentales ante el déficit habitacional pero no las obtienen.
Santiago Farias es uno de los asentados, tiene 28 años, es oriundo de Pichanal y migró hace unos años a la capital esperando mejores oportunidades de trabajo para él y de estudio para sus hijos. "Soy vendedor ambulante, en verano vendo helados y en invierno maní, la pandemia me arrojó a la situación de calle porque no pude seguir trabajando y no tuve para pagar el alquiler", relató.
Farias fue al segundo día de conformarse el asentamiento, lo eligieron como uno de los delegados. "Me quedé aquí, hacemos una olla popular y comemos todos. El 80% acá es vendedor ambulante, hay personas analfabetas, no por elección sino porque el sistema las hace así", manifestó. Farias se quejó de que el gobierno provincial aún no les dé una solución a quienes están en el asentamiento porque no tienen a donde más ir. Expresó que aunque el gobernador y funcionarios provinciales les soliciten que desalojen están en una situación extrema y solo terminarían "debajo de un puente" o en la calle.
"Siento bronca porque de los millones que reciben de ayuda nacional por el covid acá no llegó ni medio litro de alcohol", expresó Farias. El delegado indicó que 1.100 familias esperan respuestas en el asentamiento. "Al lado de donde estamos hay un colegio privado, el Estado les donó ese terreno, es un negocio redondo, cobran cuotas de 15 mil pesos al menos, pero a nosotros no nos solucionan nada", manifestó.
Farias insiste en el pedido de un censo por parte del gobierno provincial. "Que el presidente del Instituto Provincial de la Vivienda, Gustavo Carrizo, averigüe bien y vea quiénes necesitan un terreno. No pido que les solucionen a quienes tienen una (camioneta) Amarok, sino a quienes no pueden comprar un terreno y son personas humildes", sostuvo
"El gobierno impuso la inscripción online al sorteo de mi lote, pero hay mucha gente pobre que no tiene celular, ni internet, algunos no saben leer", indicó Farias. Planteó que alguien del IPV tendría que haber ido al lugar y facilitar la inscripción a las familias aunque desde el gobierno provincial ya anunciaron que no podrán participar de los sorteos quienes tomen terrenos.
"Me vine a la ciudad con el objetivo de que mis hijos estudien, yo no pude, hay quienes dicen que somos vagos pero yo desde los 10 años empecé a trabajar en Pichanal. Allá los chicos no tienen niñez, porque nos envían a trabajar en los desmontes, en las poroteadas, en las quintas. "Hace cuatro años, trabajaba en una quinta, por 12 horas me pagaban $150, hoy pagan $400, es una injusticia muy grande la que se vive", relató.
En la toma "la gente ya está alterada, quieren una solución, ya llevan 4 meses. Acá ninguno es puntero político. No queremos los terrenos gratis, queremos pagar", sostuvo. Sin embargo, planteó que ellos no salen como destinatarios de las viviendas o lotes sociales por parte del gobierno.
Farias recordó que hace semanas sufrieron una represión y renegó de que las respuestas estatales sean esas, "siempre apalean a los pobres". "Mientras en el norte los finqueros desmontan, deforestan y nadie dice nada", expresó. "Son las empresas las que se llenan de plata", añadió.
La movilización surgió también luego de que se suscitaran malos entendidos entre la gente de la toma y sus delegados por supuestos dichos del diputado Adrián Valenzuela en su programa de radio y en un canal de televisión.
"Lo que pasó ayer fue que se alteró todo el predio por una supuesta nota que dio Valenzuela, diciendo que ya teníamos arreglado 400 o 600 terrenos. No sé quien hizo circular ese rumor, se nos vino toda la gente encima. La gente salió a cortar la avenida Tavella para que el gobierno dé una explicación", sostuvo Farias.
Consultado por Salta/12, Valenzuela negó haber hecho tales declaraciones y dijo que sería una irresponsabilidad de su parte. Aclaró que el miércoles entrevistó a una vecina del asentamiento sobre las condiciones en las que estaban ahí pero "ella dijo que iba a salir porque no había respuesta", manifestó.
"Me quieren usar del chivo expiatorio para seguir cortando calles", expresó Valenzuela. Reconoció que hay una necesidad habitacional, "del 90%" de familias asentadas, pero el 10% restante "quiere algún tipo de rédito", opinó.
Javier Alderete quien también se encuentra en la toma sostuvo a Salta/12 que la manifestación de este viernes fue "por el enojo" de la gente. "Querían que Valenzuela dé la cara".
Alderete es padre de dos niños pequeños, también es trabajador independiente y contó que quedó sin trabajo en la pandemia y "sin poder pagar el alquiler". "Que nos den una solución desde el gobierno, la gente los votó para que hagan su trabajo, seguimos pidiendo que hagan un censo", puntualizó.
Matías Alvarez es otro vecino en la toma, tiene 31 años, antes de la pandemia hacía changas de albañilería, ahora se las rebusca pero le cuesta conseguir trabajo. "Yo estoy aquí porque no tengo a donde ir, qué hago si no tengo. Desde las 10 hasta las 15, movilizamos para que nos den una solución y dejen de jugar con nosotros", expresó.
Alvarez dijo que hace más de 10 años tiene una carpeta presentada en el IPV por un lote social pero aún no salió sorteado. "Estamos en carpas, soportando el frío, el viento y el calor, eso no ven desde el gobierno. Soportamos esto porque no tenemos a donde ir", manifestó. El hombre es padre de 4 niños pequeños. Pidió a Valenzuela que aclare públicamente sus supuestos dichos y al gobierno una solución habitacional.