La Asociación Empleados de Comercio de Rosario (AEC) es uno de los gremios del sector privado con el mayor número de afiliados de la ciudad. Como trabajadores esenciales, le pusieron el cuerpo a una coyuntura difícil, pero otros sufrieron las consecuencias de la crisis económica que desató la pandemia. Desde marzo a la fecha,  se perdieron más de mil puestos de trabajo registrados. "Han cerrado o se han achicado muchos pequeños y medianos comercios, es la realidad que nos ha tocado padecer", dijo a Rosario/12 el secretario gremial de AEC, Juan Gómez. También hay preocupación por el sostenimiento de las fuentes laborales en las grandes cadenas comerciales que cierran sucursales, como el caso de Falabella, que sin embargo comunicó la continuidad de su sucursal en la ciudad. Otro de los frentes del gremio está relacionado con los trabajadores de las aplicaciones de reparto. Además de instalar una carpa gremial en la plaza San Martín para minimizar el desamparo de los repartidores, que la pandemia visibilizó aún más, los mercantiles llevaron un proyecto al Concejo para que la Municipalidad encuadre a esas empresas como cualquier negocio o comercio de la ciudad. "El municipio tiene la potestad de exigirles todo lo referido a respetar las leyes de higiene y seguridad en el trabajo", señaló Gómez.

Empleados de Comercio tiene en Rosario más de 55 mil aportantes y de esos más de 30 mil afiliados, una de las tasas más altas de afiliaciones de un gremio en el país. Durante los cuatro años del macrismo los mercantiles la pasaron mal. "En Rosario perdimos 3.500 puestos de trabajo registrados, y en los últimos meses del gobierno de Macri se perdieron 900", precisó Gómez. La crisis generada por la pandemia también impactó. "Desde el 20 de marzo hasta la fecha hemos perdido más de mil puestos de trabajo registrados. Esto obedece a pequeños y medianos comercios que han cerrado o se han achicado", señaló. 

Del otro lado se ubican los sectores que trabajan permanentemente desde el inicio de la pandemia: grandes cadenas de supermercados, mayoristas, abastecedores y distribuidores de alimentos, bebidas y artículos de limpieza, que representan el 20 por ciento del universo total. "Hay pequeñas y medianas empresas que pudieron recibir la ayuda gubernamental para pagar los salarios -continuó Gómez- pero muchas no pudieron hacerlo porque no tenían en orden sus papeles, otras que tomaron préstamos al 24% que no pueden pagar las cuotas, los alquileres siguieron corriendo, las tarifas, y con el mercado interno parado muchos tuvieron que cerrar".

El sindicato pidió a los Ejecutivos salir en auxilio de esas pequeñas y medianas empresas que bajaban las persianas, para cubrirles el 100 por ciento de los sueldos y que les permitían prorrogar las deudas de alquileres y servicios, con la mira puesta en mantener los puestos de trabajo.  También hay mucha preocupación por la situación de los trabajadores de los shoppings. "Nosotros consideramos que se debe buscar la forma de que funcionen, por supuesto activando todos los protocolos de higiene y seguridad que se necesitan para estos casos, pero tienen que estar funcionando para poder seguir garantizando los puestos de trabajo", apuntó Gómez. 

En la semana que pasó surgió la preocupación por la decisión de Falabella de cerrar cuatro locales en el país, dos en Capital Federal y otros dos en provincia de Buenos Aires. "Es una multinacional que nunca respetó los días patrios, ni siquiera el Día de la Bandera, es el único comercio del centro de Rosario que abre", criticó Gómez. "Como toda multinacional, cuando su tasa de retorno, el dinero que se llevan de la región, no lo consideran beneficioso para sus arcas rápidamente se van. Es algo muy común, el último ejemplo que tuvimos fue la tienda C&A que de un día para el otro cerró y dejó a toda la gente en la calle", agregó. 

Luego de recibir una comunicación del gerente de Recursos Humanos de la empresa manifestando que no estaba en carpeta el cierre del local de Sarmiento y Córdoba, hubo algo de tranquilidad por la situación de los trabajadores. "Junto al cuerpo de delegados del gremio estamos atentos a cómo se van desarrollando los acontecimientos", advirtió. 

Hace unos días se cumplió un año de un hecho sin precedentes. Los trabajadores de PedidosYa, los únicos sindicalizados en el convenio de Empleados de Comercio, eligieron a sus delegados gremiales.  Desde el sindicato siguen luchando jurídicamente para que los trabajadores de las demás empresas similares, también puedan estar agremiados. "Cuando comenzó la pandemia quedó más al desnudo el desamparo en el que están estos trabajadores", señaló Gómez. 

Por eso, el consejo directivo de AEC decidió instalar una carpa gremial en la plaza San Martín, el lugar que eligieron los trabajadores de las apps como centro logístico, para minimizar el desamparo. "En esa carpa se provee de energía para recargar los celulares, que puedan tomar algo caliente, acceso a barbijos y alcohol en gel; y los baños. Hace más de 100 días que estamos ahí", agregó. 

El gremio acaba de presentar un proyecto en el Concejo cuyo propósito es el de exigirle al municipio que las empresas responsables de las aplicaciones PedidosYa, Rappi y similares, sean encuadradas como cualquier otro comercio que funcione en la ciudad. Por otra parte, exigen la creación del registro municipal de trabajadores de apps, independientemente de la forma en que están registrados, sean monotributistas o personal bajo relación de dependencia. "Hoy no se sabe, pero estimamos que hay entre 2.500 y 3.000 trabajadores trabajando en la calle", indicó Gómez.

El 26 de setiembre se celebra el Día del Empleado de Comercio. Este año, se arribó a un acuerdo con las cámaras empresariales y los mercantiles conmemorarán su día el lunes 28. En Rosario, tanto los centros comerciales -incluidos los shoppings- como los pequeños y medianos comercios, van a estar cerrados. "Tiene aristas distintas porque este año empleado de comercio pasó a ser una actividad esencial por la pandemia. El comercio nunca fue un servicio público, pero pasamos a serlo. Por eso destacamos el trabajo y el esfuerzo de la gente que viene desarrollando tareas con todo el temor de contagiarse, y garantizando que todos tengamos un acceso a los alimentos, a los artículos de limpieza que necesitamos para poder vivir", concluyó Gómez.