Ante la incertidumbre de dónde se podrá vacacionar en el verano, una buena cantidad de rosarinos y rosarinas planificó y planifica la chance de descansar en localidades del Gran Rosario. Por ese motivo, y a raíz de una eventual demanda pico del servicio de luz en la zona, la Empresa Provincial de la Energía (EPE) puso en marcha un plan de mantenimiento preventivo para evitar dificultades mayores. No obstante, es la primera vez que la firma estatal implementará un plan de este tipo. En criollo, puede salir bien o mal. “Va a ser una prueba única, no tenemos una experiencia anterior. En enero y febrero la gente se mueve hacia los lugares de vacaciones, y vamos a tener el primer verano de la historia donde probablemente no suceda eso”, aventuró el gerente general de la EPE, Jorge Tarchini.
Funes y Roldán, las localidades del oeste del Gran Rosario, recibirán en los próximos meses un aluvión de visitantes. Como es habitual en los últimos años, pero más aún por las condiciones que impone la pandemia. La prestación de servicios básicos está ahí del desborde en ambas ciudades en la temporada. Como para muestra basta un botón, un desperfecto en la Estación Transformadora Aeropuerto el jueves por la tarde las dejó sin energía durante varias horas. Algunos barrios de Roldán estuvieron casi 20 horas sin luz. El temor a que una situación de este tenor se repita es concreto. Por esa razón, la EPE apuesta a estar “mejor parada ante la temporada de mayor estrés en el sistema”, según explicó Tarchini.
“Se presagia un clima con la corriente de La Niña, un clima seco, con pocas probabilidades de tormentas importantes, calor durante el dia y noches más frescas”, arrancó el gerente y ahondó: “Vamos a tener que evaluar el comportamiento, especialmente en Rosario y Santa Fe, en los meses de mayor estrés de temperatura la gente sale de vacaciones y hoy es una incógnita si la gente se va a poder mover de la ciudad, y si se mueve se va a poder mover en cercanía. Por eso estamos trabajando en un plan de mantenimiento preventivo, sobre todo en las instalaciones más sobrecargadas, haciendo el repaso de los niveles de carga, con hincapié en Funes y Roldan”.
Tarchini reconoció estar en “alerta”. “Nos preocupa, como siempre nos preparamos para esta época de mayor estrés de la red y tenemos este condimento adicional que hasta acá no venía ocurriendo, y es parte de la nueva normalidad”, señaló el directivo. Tanto en Rosario como en Santa Fe, las dos ciudades más pobladas de la provincia, la EPE se encuentra trabajando en dicho plan, “poniendo énfasis en aquellas instalaciones que tienen más nivel de carga, que han tenido fallas en el último tiempo, para evitar inconvenientes mayores”. En ese sentido, el gerente habló de una “inversión en mantenimiento de la red”, no tan millonaria como en el caso de grandes obras, pero sí de “pequeñas intervenciones que permiten tener bajo control los niveles de carga de los transformadores, nuevos circuitos que se habilitan en media y baja tensión, todo dentro de valores normales y admisibles”.