Más de 250 ballenas están varadas en una remota bahía de la isla de Tasmania, en el sur de Australia y hasta el momento al menos 25 ya murieron. Rescatistas ultiman los detalles de un plan para tratar de salvarlas.
El ministerio de Medioambiente del Estado de Tasmania indicó que los cetáceos quedaron bloqueados en un banco de arena en Macquarie Harbour. Se trata de una bahía cerrada en la costa oeste de la isla, a la cual se ingresa por un estrecho pasaje.
Nic Deka, a cargo de la operación de rescate, indicó que dos grandes grupos de estos mamíferos quedaron varados en los bancos de arena, separados por unos cien metros de distancia, en el interior de la bahía. "Están en el agua, pero es muy difícil ver cuántos de estos cetáceos están muertos o en qué estado se encuentran", declaró a la prensa, desde la ciudad vecina de Strahan.
El ministerio del Medioambiente todavía no confirmó qué clase de ballenas son, aunque por su apariencia se trataría de ballenas piloto.
Los especialistas marinos están evaluando la situación, antes de lanzar, el martes de madrugada, una operación de rescate.
"Cuando iniciemos la operación mañana, estaremos en marea baja, lo que nos es favorable. Pero, evidentemente, las mareas suben y bajan y estamos mirando el mejor momento posible", declaró Deka. El último caso masivo de ballenas varadas en Australia se produjo hace una década.
La comunidad científica ha barajado la posibilidad de que las ballenas acudan al litoral atraídas por los sonares de grandes buques o guiadas por un cabeza de grupo desorientado a raíz de sufrir una enfermedad. Algunos expertos creen que son animales sociales y si uno de ellos comete un error y se introduce en aguas poco profundas, el resto le sigue.
Es frecuente que cetáceos queden varados en las costas de Tasmania, pero esta vez es especialmente grave porque hay muchos animales implicados.
Este fenómeno tuvo lugar pocos días después de que una ballena jorobada desorientada se perdiera en ríos infestados de cocodrilos en el norte de Australia.
La cadena pública ABC informó que, finalmente, el cetáceo, que pasó 17 días en el río, fue visto en alta mar frente a las costas de Darwin.