La escritora J.K. Rowling respondió a quienes la acusaron de transodiante por el contenido de su nuevo libro "Troubled Blood", un thriller que cuenta la historia de un asesino serial que "se viste de mujer para aprovecharse de sus víctimas", con un posteo donde argumenta que su villano está basado en casos reales.

Las críticas hacia la nueva novela de la creadora de Harry Potter comenzaron con una reseña realizada la semana pasada en el periódico británico The Telegraph. Allí se advertía sobre el posible mensaje que podría desprenderse del texto: "nunca confíes en un hombre con vestido".

Inmediatamente, el debate entre los detractores y seguidores de Rowling se instaló en las redes sociales. Mientras los primeros la acusaron de relevar prejuicios transfóbicos, sus fans defendieron el derecho de la autora a escribir ficción sin que se la juzgue por sus creencias personales.

Con el hashtag "RIPJKRowling", muchos de los usuarios de Twitter que apuntaron contra la autora explicaron que no se busca cancelar su obra, sino que se trata de visibilizar la postura que siempre tuvo sobre el colectivo trans.

Frente a las críticas recibidas, la escritora describió al personaje principal como "un asesino serial sádico activo en las décadas de 1960 y 1970", que estuvo basado "en los asesinos de la vida real Jerry Brudos y Russell Williams, ambos maestros de la manipulación que se llevaban trofeos de sus víctimas".

El libro de 900 páginas "Troubled Blood" es el quinto de la serie Cormoran Strike, que Rowling ha publicado bajo el nombre de Galbraith. La novela está centrada en la investigación de la muerte de una mujer en 1974, cuyo asesino es un hombre heterosexual que se disfraza de mujer para realizar los crímenes.

Alison Flood, crítica de libros de The Guardian y exeditora de la sección Bookseller del periódico inglés, apuntó contra el diario The Telegraph tras leer la novela por considerar que hizo una "reseña maliciosa". "No hay que juzgar a un libro por una sola reseña", opinó. 

Según Flood, en el libro al detective privado de Rowling, Cormoran Strike, y a su socio Robin Ellacott se les ha encomendado la tarea de investigar una desaparición de hace cuarenta años de GP Margot Bamborough. Mientras la pareja investiga la desaparición, una de las pistas que investigan es la posibilidad de que la mujer fuera asesinada por Dennis Creed, un asesino en serie ahora encarcelado y notorio que una vez engañó a algunas de sus víctimas en su camioneta por llevar una peluca y un abrigo de mujer para parecer inofensivo. 

"Creed es solo uno de los muchos sospechosos, y sin revelar demasiado, no es el villano principal, ni Rowling lo retrata como trans o incluso tampoco lo llama travesti", se indignó Flood. 

"Hay razones para desconfiar de cualquier indignación moral avivada por el Telegraph, un periódico que generalmente no rehúye publicar burlas contra las protestas racistas, o afirma que los niños son 'puestos en peligro por los libros transgénero' o ataques al 'lobby trans'", agregó la crítica.

Críticas previas hacia Rowling

No es la primera vez que la autora de la saga de Harry Potter es denunciada por tener un discurso en contra del colectivo trans. En junio de este año, Rowling publicó una serie de tuits y compartió un artículo que generó el repudio del colectivo LGBTQ+. 

A través de una mirada biologicista, la autora señaló que “si el sexo no es real, entonces no existe la atracción por personas del mismo sexo. Si el sexo no es real, la realidad vivida por las mujeres a nivel mundial se borra".

Y continuó: "Conozco y amo a las personas trans, pero borrar el concepto de sexo les quita la capacidad a muchos de discutir sus vidas de manera significativa. No es odio decir la verdad”. 

Además, lanzó un comentario irónico sobre el concepto de personas que menstrúan, ya que para la escritora solo las mujeres cis(género) pueden menstruar: "Estoy segura de que solía haber una palabra para esas personas".