No hubo acuerdo entre Nación y Ciudad para la vuelta presencial a las clases de 6500 alumnos porteños. Este lunes se reunieron el ministro de Educación Nicolás Trotta y su par en la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, junto a los ministros de Salud de Nación, Ginés Gonzáles García, y de Ciudad, Fernan Quirós, para analizar la propuesta de Ciudad que tenía como objetivo que los niños más carenciados vayan dos veces por semana a plazas y veredas a estudiar. Trotta aseguró a este diario, que “volver a las aulas no es una cuestión de deseo o voluntad, es una cuestión vinculada a la realidad de la pandemia que estamos transitando. Es una cuestión de responsabilidad". "Primero tenemos que resolver la realidad epidemiológica para, a partir de allí, ver qué pasos se pueden dar en el proceso de reinstitucionalización del vínculo escolar”, aseguró. Sin embargo, fuentes de la cartera educativa porteña insistieron en diálogo con Página/12 que lo que harán en los próximos días es corregir el protocolo que ya enviaron "cambiando plazas por patios de escuelas" y volver a presentarlo.
Minutos después de finalizado el encuentro, por la tarde, desde Ciudad anunciaron que se había llegado a un acuerdo y muchos medios de comunicación replicaron el mensaje al instante, dando por hecho tal paso sin objeciones. Desde Nación no tardaron en desmentirlo. En diálogo con este diario, fuentes de la cartera sostuvieron las versiones, y además aseguraron que "a la idea de cambiar los parques por los patios internos de los colegios lo propusieron ellos", haciendo referencia a las autoridades de Nación que estuvieron presentes en la reunión con Acuña y Quirós.
Trotta negó esta versión y explicó que "lo que planteamos es que más que en una plaza, el regreso tiene que ser en las escuelas, pero que eso estará supeditado al momento en el que haya una mirada positiva desde el punto de vista epidemiológico para el regreso a las clases. Para eso tienen que estar dadas las condiciones que hoy para el gobierno de la Ciudad están dadas, pero para Nación no". Según el titular de la cartera nacional, "los especialistas en las áreas de salud tendrán que seguir discutiendo acerca de cuándo están dadas esas condiciones sanitarias y nosotros tenemos que esperar esas definiciones para poder avanzar en nuestra área".
Al finalizar el encuentro, Soledad Acuña expresó que trabajaron "hasta llegar a puntos de entendimiento", y que se pusieron de acuerdo en tres ejes: "buscar las medidas técnicas para dar respuestas claras a la sociedad; darle prioridad a los 6500 chicos que perdieron el vínculo y que estamos buscando; y que necesitamos dar una perspectiva de futuro mediante indicadores claros que nos brindarán los equipos epidemiológicos". Acerca de la consulta sobre el protocolo que habían presentado para asistir a parques, Acuña dijo que "no fue rechazado", sino que se le hicieron observaciones sobre las cuales ya están trabajando.
Según el ministro Trotta, luego de la reunión quedó en evidencia que las posturas de Ginés y Quirós son divergentes y que no logran llegar a un acuerdo. En ese sentido, expresó que “hay una primera discusión que tienen que saldar los ministerios de Salud. Saldada esa discusión podremos discutir los aspectos pedagógicos”. Y comparó: "las clases no vuelven en las demás provincias porque hay gobiernos responsables que priorizan el cuidado de la salud y no quieren poner en riesgo a sus comunidades educativas en estas semanas tan complejas". Además, recordó que desde Nación permitieron habilitar el regreso presencial a las aulas en cinco provincias --San Juan, Catamarca, Formosa, La Pampa y Santiago del Estero-- y que en tres de ellas tuvieron que retroceder ante los aumentos en la cantidad de contagios.
Según fuentes del ministerio nacional, otro de los ejes abordados durante el encuentro fue el de las 6500 computadoras del programa Juana Manso que Nación tiene listas para ser entregadas a los alumnos porteños que no cuentan con dispositivos y conectividad. Desde la cartera nacional informaron que Ciudad continúa sin brindarles la lista de más de cinco mil chicos que perdieron en vínculo con sus docentes. “Le dijimos al gobierno de la Ciudad y acordamos que hay que poner la prioridad en estos estudiantes que han tenido menor nivel de vinculación. Pero la realidad es que, si bien dicen que son 6500, pasados más de seis meses han visitado sólo a 1500 y argumentan que en los próximos 20 días van a visitar a los cinco mil restantes", señaló Trotta.
"Tenemos las computadoras listas para que ellos puedan distribuir, incluso con ciertos condicionamientos que pusieron y que nosotros aceptamos para poder agilizar la distribución", aseguró el ministro. Y añadió que la idea inicial era incluir en la entrega la presencia de trabajadores socioeducativos de la UBA, pero que el gobierno porteño lo rechazó.
El de la puja por las clases al aire libre parece ser el nuevo caballito de batalla que esgrime la oposición, y también algunos medios, para confrotnar con el Gobierno Nacional. Así quedó claro, inclusive, en la última reunión de la mesa ejecutiva de Juntos por el Cambio. O en movidas como la de la carta de "padres, profesionales y referentes" que piden por el regreso a las aulas. Entre las firmas de los que se suman al pedido está la del exsecretario de Salud, Adolfo Rubinstein, Graciela Fernández Mejide, el historiador José Emilio Burucúa y el escritor Eduardo Sacheri. "Tenemos que confiar en que los chicos pueden cuidarse y que aprendieron a vivir con esto", expresan en la misiva. También plantean que "no se puede esperar a que esté lista la vacuna".
En línea con estos argumentos, pero sumando un tinte acusatorio, la ministra Acuña aseguró que "los docentes quieren volver. Los que no quieren son algunos sindicalistas. Hay 17 gremios y solo dos se pusieron en contra: el oficialista y uno de izquierda", apuntó. "El resto quiere volver y presentan propuestas de mejoras. No todos creen que hay que esperar una vacuna, que termine la pandemia, o una solución mágica".
Los repudios al proyecto, mientras tanto, se multiplicaron entre estudiantes, gremios docentes y la comunidad educativa en general, que rechazaron la idea de dar "clases a la intemperie". Las preocupaciones que surgieron frente a los distintos protocolos que presentó Ciudad para el retorno a la presencialidad educativa son varias. Algunas de ellas apuntan al temor por los contagios de los chicos más carenciados, la falta de consideraciones sanitarias como, por ejemplo, la ausencia de baños en los parques, la imposibilidad pedagógica del dictado de clases en las condiciones planteadas.
Si bien las autoridades no llegaron a un acuerdo, desde Nación aseguraron que "hay una agenda de trabajo", y aclararon que no se trata de "una puja política" con el Gobierno porteño, sino que tienen "una mirada diferente en cuanto a la cuestión epidemiológica". Sobre el tan ansiado "cuándo" y lo que incuirá esa agenda de trabajo, expresaron que "se buscará analizar la situación epidemiológica de la Ciudad y establecer indicadores epidemiológicos objetivos que permitan trazar una hoja de ruta para la apertura progresiva y escalonada de las actividades escolares sin exponerlos a los riesgos de un posible contagio".
Informe: Melisa Molina.