Los estudiantes del nivel secundario de Jujuy manifestaron su descontento ante la decisión del Ministerio de Educación de esa provincia de cerrar el ciclo lectivo en diciembre de 2020. Aducen que más de 41 mil estudiantes no se pudieron conectar y que este número se incrementó durante la crisis sanitaria que afronta la provincia. No obstante, la ministra de Educación, Isolda Calsina, sostuvo en declaraciones públicas que el objetivo pedagógico para este año lectivo se viene cumpliendo "bien" en la provincia. 

Los estudiantes mantendrán en la tarde de hoy una reunión vía zoom con funcionarios de la cartera de Educación. “Uno de los objetivos es dejar en claro que en diferentes lugares (de Jujuy) la situación educacional es distinta y presenta una grieta muy grande”, manifestó a Salta/12 el integrante del Movimiento de Unidad Secundaria (MUS), Jair Nicolás Caballero.

A fines de agosto último la ministra Calsina afirmó en declaraciones a Canal 7 que los estudiantes “llegan a fin de año con saberes indispensables” y que el “objetivo pedagógico se viene cumpliendo bien en Jujuy”. 

Con la decisión ministerial, la provincia iría a contramano de lo dispuesto semanas anteriores por el Consejo Federal de Educación, que decidió prolongar el cierre del ciclo lectivo 2020 hasta los primeros meses del año que viene.

Por eso, el 9 de septiembre los estudiantes enviaron una nota a la ministra solicitando que se revea la situación y que el cierre del período lectivo se prolongue por un periodo de tres o cuatro meses durante 2021. Esto con el objetivo de “aportar y afianzar información y aprendizajes básicos del programa académico” para recién ser evaluados de forma integral y saber si estarán en condiciones de aprobar el año.

Yako Chávez Rivera, presidente de la Federación de Centros de Estudiantes de Jujuy, dijo a Salta/12 que las disposiciones de la ministra no se condicen con la realidad socioeconómica de muchas familias jujeñas. “Se deja de lado algo tan importante" y "dicen que quien no apruebe en diciembre se queda de curso”, criticó. Este medio intentó contactarse con Casilda, pero no obtuvo respuesta. 

Los estudiantes sostienen que es necesario reconocer la heterogeneidad de la provincia y las diferentes realidades que terminaron condicionando el proceso de enseñanza virtual. Caballero dijo que en algunos casos “la preparación fue nula” para muchos estudiantes y que existen docentes que además "no tienen las herramientas para poder llevar adelante la enseñanza”.

En mayo el área de Educación presentó el Plan estratégico de emergencia Covid-19. Allí se supo que de 190 mil estudiantes que tiene la provincia, al menos 41 mil no contaban con conectividad. Este número comprende a chicos del área rural o de la zona urbana en estado de vulnerabilidad. El plan indicaba que en esos casos se disponía de equipos de 66 supervisores para atender 5 regiones críticas.

Los estudiantes contaron también que por la situación epidemiológica, muchos desistieron de continuar con las clases virtuales. 

También dijeron que a la carencia de dispositivos tecnológicos, las dificultades de acceso a la red y a la escasez de materiales de librería, se sumaba “la falta de motivación por la complejidad del contenido sin la asistencia real y efectiva del docente", lo que provocó que se diera "una situación de incertidumbre sobre el futuro académico que hoy nos convoca en busca de soluciones equitativas y a largo plazo”.

Ante ello, pidieron a Educación que se acuerde una mesa de trabajo con el fin de incorporar los reclamos y receptar las sugerencias que el sector estudiantil pueda presentar.

Caballero cuestionó que varios medios afines al gobierno de Gerardo Morales afirmaran que los estudiantes buscaban la promoción automática, y aclaró que lo solicitado responde a la garantía de herramientas necesarias para llegar al examen integral.

En su momento, Calsina también sostuvo que si bien la pandemia los afectó, pudieron "tener rápidamente instrumentos, guías de trabajo y de acompañamiento, líneas de atención y una batería completa de herramientas" y dijo que por eso evalúan que están "en condiciones de finalizar en estos tres meses que nos quedan“.

La funcionaria dijo que en el caso de chicos que hayan tenido vulnerabilidad por dificultades con la conectividad, “desarrollarán estrategias además de las que ya vienen en marcha“.

El 27 de julio el Ministerio de Educación salteño sacó la resolución 1891, que aprobó los lineamientos y criterios de evaluación para la acreditación y promoción de los estudiantes del sistema obligatorio tanto en la gestión estatal o privada. Días antes el gobierno jujeño ya había anunciado el retorno a Fase 1, aún se sostiene en una provincia que hasta ayer sumaba más de 14 mil diagnosticos de la covid-19. 

Además de la firma del MUS y la Federación, el escrito contó con el aval de la Organización Provincial de Estudiantes Secundarios, la Comisión Estudiantil del Departamento del Carmen y Alumnos Autoconvocados. Chávez Rivera destacó la movilización estudiantil porque “generó presión local” y llevó a que sean convocados por el Ministerio. “Hay que ver si nos escuchan o hacen caso, porque somos nosotros quienes conocemos lo que estamos pasando”, subrayó.

“Humanamente estamos devastados”

Los docentes de la provincia jujeña apoyan a los estudiantes y solicitaron estar en una mesa de diálogo junto al Ministerio de Educación. Además, pidieron al gobernador Morales que se suspendan las clases por al menos siete días o hasta que pase el pico de contagio.

“Necesitamos hacer un impase para que nuestros niños y sus familias transiten estos momentos lo más tranquilos posible, durante muchos meses hemos sido receptores de su agotamiento físico y emocional y en este momento no se puede más”, detallaron  los docentes en un comunicado.

La docente autoconvocada Narda Alejandra Cordero manifestó a Salta/12 que en los constantes diálogos con sus pares destacaron que se encontraban “agotados no sólo físicamente sino emocionalmente” al igual que sus alumnos y familias.

“Humanamente estamos deasvtados porque todos los días recibimos la mala noticia de un nuevo fallecimiento” o nuevo contagio, sea del ámbito docente o de los estudiantes, lamentó. Agregó que necesitan poder hacer los duelos porque “es importante el manejo de nuestras emociones”. “Si no tenemos nuestras emociones centradas, cómo podemos comunicarnos con nuestros estudiantes”, cuestionó Cordero. Jujuy registra cerca de 400 muertes, según el gobierno local. 

Codero agrego que desde el cartera de Calsina les pidieron informes y “pruebas” de todas las clases que impartieron durante este tiempo, pero la dificultad es que muchos docentes no contaban con las herramientas adecuadas por lo que sólo utilizaban el celular, de donde se borraron registros al tener que ser formateado constantemente para tener la capacidad de almacenamiento que les permita recibir las tareas.

La exigencia administrativa en este tiempo se triplicó y es increíble que cuando tendría que haber sido más flexibilizada, ahora nos vienen con que tenemos que presentar informes de todo lo que hicimos”, reprochó. Puntualizó que de manera mensual y bimestral ya los estaban presentando.