Presume la artista Katrina Cobain, con base operativa en Glasgow, que “así como museos exhiben hoy objetos egipcios que dan pistas sobre una civilización completamente distinta a la actual, los futuros expondrán lo que las excavaciones arqueológicas del mañana encuentren en vertederos: plástico, plástico y más plástico”. Con el vaticinio no biodegradable entre ceja y ceja, ha decidido adelantarse inaugurando el Plastic Bag Museum que, como su nombre indica, está íntegramente dedicado al que fuera adminículo omnipresente: la bolsita de plástico para uso y descarte. Objeto que lenta pero inexorablemente ha comenzado a ser reemplazado por versiones reutilizables de tela tras su excesiva utilización estas últimas décadas, especialmente durante su pico de popularidad entre los 80s y 90s, para inri medioambiental. Aunque, como señala la mentada joven, está en vías de extinción desde los 2010s dada su naturaleza evidentemente contaminante.

“La Unión Europea está tomando medidas drásticas para desalentar su uso. Cuanto más se ahonde en esa línea, la bolsita de plástico devendrá documento histórico: ilustrará el exceso total de mediados y fines del siglo XX, principios del XXI, cuando estaban por todas partes”, ofrece Cobain, nacida en Irlanda del Norte en 1996, que lleva meses recolectando ejemplares y recibiendo donaciones de distintas latitudes, amén de enriquecer una colección que -por ahora- sólo se exhibe online. Con motivos bien diversos, algunos incluso extravagantes: hay modestos diseños apenas emperifollados con nombres de tiendas, sí, pero hay también motivos de boda real con las caripelas del príncipe Carlos y Ladi Di en bolsitas inglesas; motivos de cambio de milenio; de celebración por los primeros vuelos del Concorde; de conmemoración soviética por los 40 años del fin de la Segunda Guerra Mundial… Para los gustos los colores en las variopintas alternativas que exhibe Katrina vía IG y web oficial de su Plastic Bag Museum.

“Las bolsitas dicen mucho: hablan de las marcas y negocios que han ido cerrando por recesiones a lo largo de los años; hablan de la prevalencia de la industria tabacalera en ciertos momentos de la historia reciente; hablan además de situaciones clave, desde marchas políticas hasta circunstancias excepcionales. Y son, obvio es decirlo, un ejemplo de los estilos que despuntan en diseño gráfico según las décadas”, subraya Cobain. “Así como su presencia dice, también la caída de su consumo, consecuencia de una creciente preocupación y conciencia social por la crisis medioambiental”, remacha mientras sigue dedicada a este plástico rescate, con un acervo que crece día a día gracias a ejemplares de los 70s hasta la actualidad.

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