La CGT impulsa un acto de apoyo al Gobierno para el 17 de octubre, cuya modalidad todavía está por definirse. Pese a la insistencia de los dirigentes más cercanos, el presidente Alberto Fernández siempre responde que no es momento para una movilización masiva porque sería una contradicción respecto a las recomendaciones oficiales de quedarse en casa y evitar los contagios. Por eso avanzan en la organización de una celebración del Día de la Lealtad cumpliendo los protocolos, con una jornada que tenga epicentro en la sede de la calle Azopardo que se replique vía streaming en plazas y lugares estratégicos de todo el país sin multitudes pero con volumen político: gobernadores, intendentes, legisladores, sindicatos y organizaciones sociales. "Un relanzamiento de la pospandemia", lo describió uno de los integrantes de la mesa ejecutiva de la CGT.

Lo conversaron por primera vez con el Presidente días atrás, cuando fueron invitados a un encuentro en Olivos. Hacía bastante que los jefes sindicales no iban a la quinta presidencial, luego de que la relación quedara un poco dañada por aquel zoom que la cúpula cegetista compartió con los empresarios de AEA, un nucleamiento muy crítico de las políticas oficiales. Pero en la reunión en Olivos quedó clara la intención de dejar las diferencias atrás y avanzar en la solución de los problemas en común. Así, los jefes cegetistas llevaron su preocupación por la crítica situación de las obras sociales, acentuada durante la pandemia. En el encuentro los sindicalistas plantearon la idea de organizar una gran movilización de apoyo al Gobierno para el 17 de octubre, a tono con el deseo de la dirigencia y la militancia justicialista, que se sale de la vaina por responder en las calles los periódicos actos que promueve el macrismo con cualquier excusa.

Pero, justamente, Fernández les explicó que si por la pandemia él y sus funcionarios critican la realización de esos actos opositores -que no son muy masivos-, menos debería avalar que se reúnan multitudes de oficialistas. Sin embargo, quedaron en que algo se haría y seguirían analizando la modalidad. Lo que resolvió la CGT es que, más que un acto tradicional con escenario y público, se haga una jornada de análisis sobre lo realizado por el Gobierno en el marco de la pandemia y de las políticas que sostendrán la recuperación de la pospandemia. Cómo las políticas oficiales fueron en la dirección que promueven la CGT y los movimientos sociales de los "cayetanos" con los que vienen trabajando, con los principales esfuerzos dirigidos a los que menos tienen. Obviamente, el cierre correrá por cuenta de Alberto Fernández.

Los organizadores plantean que no se tratará de competir con la oposición para definir quién tiene más poder de movilización, porque nadie puede tener dudas acerca de la capacidad de aglutinar multitudes del justicialismo. Entonces se buscará más por el lado de la calidad que de la cantidad, mostrando el peso político de los apoyos que tiene el Gobierno si se suma gobernadores, intendentes, legisladores, sindicalistas, referentes sociales y de derechos humanos. Por eso planean que varios de ellos participen también vía streaming de la jornada.

"El acto mostrará nuestra coherencia como peronistas al trabajar junto al necesitado y también será una muestra clara de la unidad del Frente de Todos donde Alberto Frnández y Cristina Kirchner son los referentes principales de este gobierno y este proyecto de país", expresó a este diario Gerardo Martínez, uno de los jefes cegetistas que vienen trabajando en la organización del evento. 

Tanto en Gobierno como en la sede del PJ Nacional no daban todavía el esquema por cerrado, pero en la central obrera aseguraban que sólo quedaban detalles y que el Presidente ya había dado su visto bueno. Desde el oficialismo marcan la necesidad de salir a expresar el apoyo a las políticas oficiales ante un verdadero bombardeo de la oposición y de sus medios de comunicación afines, que buscan trabar cualquier propuesta y coquetean con los tonos destituyentes. Igual, por pedido de Fernández, aseguraban que el acto no apuntará a profundizar la grieta sino que estará centrado a resaltar todo lo realizado durante estos meses tan complicados entre la recesión heredada y pandemia recibida.