El presidente de la Junta Directiva del Bayern Múnich, Karl Heinz Rummenigge, admitió este miércoles que el viaje a Budapest a disputar la Supercopa de Europa le causa "dolores de estómago" debido a la situación que vive la capital húngara por la pandemia del coronavirus. El campeón de la Champions League se enfrentará al Sevilla, ganador de la Europa League, el jueves a las 16 en el estadio Puskás Aréna de Budapest, con la posibilidad de que lo presencien hasta 20.000 aficionados, un 30 por ciento de la capacidad del escenario.
"El viaje me genera dolores de estómago como a cualquiera", dijo Rummenigge en declaraciones a la Segunda Cadena de la Televisión Alemana. El ex delantero alemán aseguró que el club hará todo lo posible para que no se produzca un nuevo caso "Ischgl", en alusión a la estación de esquí austríaca donde se considera que se generó el brote que trajo la primera ola de Covid 19 a Alemania. "Procederemos con extremado cuidado. Tenemos interés especial en que Budapest no se convierta en un nuevo Ischgl", remarcó Rummenigge.
El hecho de que el partido se juegue con público, con hasta 20.000 espectadores, generó fuertes críticas en Alemania. El Bayern tenía a su disposición 4.500 entradas pero Rummenigge considera que a Budapest viajarán menos de 1.000 aficionados. Incluso, unos 800 aficionados devolvieron las entradas que habían adquirido ante el rebrote de casos que se dio en los últimos días en la capital húngara. "Al volver podrán realizarse gratuitamente test de coronavirus en el aeropuerto", dijo Rummenigge, ya que el club se comprometió a pagar los hisopados PCR de los hinchas que viajen al partido.