La danza entre TikTok y Donald Trump tiene al planeta mesmerizado. Es habitual ver al presidente de los Estados Unidos amenazar con furia para luego desinflarse en un acuerdo amigable. Lo hace tanto en su política doméstica como cuando tiene que lidiar con sus contendientes globales, de Corea del Norte a China, como si las cosas a ese nivel también se arreglaran en una conversación entre hombres que primero revolean los puños y terminan en un abrazo. Las amenazas contra TikTok no son la excepción.
Hasta ahora la coreografía entre Trump y TikTok ha resultado imprevisible y cambiante. Como ya se explicó en Cash, lo que está en juego son los datos de los ciudadanos estadounidenses que recopila la red social china.
Los datos debidamente procesados (se comprobó en las últimas elecciones presidenciales de Estados Unidos) sirven para incidir en el ánimo de la población, entre otras cosas. Los algoritmos de inteligencia artificial de TikTok son tecnología de punta especializada en atrapar la atención, algo que explica en parte su crecimiento vertiginoso. Otra parte se se debe a la intensiva publicidad que utilizaron para fogonear el interés de los usuarios.
En resumen, los chinos finalmente lograron hacer lo que parecía patrimonio exclusivo de Silicon Valley. Por eso el gobierno de Estados Unidos está preocupado de que le hagan lo mismo que lleva años haciendo en el mundo: utilizar a las empresas como vectores de poder para intervenir en otros países.
Paso a paso
La única opción ofrecida por Trump fue que ByteDance, la empresa matriz de TikTok, vendiera la red social a una compañía de los Estados Unidos. Microsoft hizo una oferta, pero los chinos no aceptaron e hicieron una contrapropuesta: sumar a Oracle como socio tecnológico, algo que tampoco quedaba del todo claro qué significaba.
La propuesta no pareció satisfactoria y rápidamente el senador republicano Josh Hawley publicó una carta dirigida al director del Comité de Inversiones Extranjeras afirmando lo siguiente: "La seguridad nacional americana está en riesgo. Aliento con fuerza a usted y los otros miembros del Comité de Inversiones Extranjeras de los Estados Unidos a rechazar inmediatamente la propuesta de asociación entre Oracle y ByteDance".
En un primer momento Trump expresó su disconformidad con la alternativa presentada y aseguró que a partir del domingo 20 de septiembre se bloquearía la descarga y actualización de la app.
En un giro "imprevisto", un día antes del plazo, Trump dio su aprobación "tentativa" a que Oracle y Walmart adquirieran en conjunto el 20 por ciento de las acciones de una nueva empresa llamada "TikTok Global" registrada en los Estados Unidos.
Esto permitiría al CEO de Walmart, Doug McMillon, sentarse en el comité de la empresa. Walmart sueña con sumar datos de consumidores gracias a TikTok y de esa manera recuperar un poco de terreno frente al agresivo modelo de negocios de Amazon.
Para Oracle es también una oportunidad enorme de avanzar en el negocio de la nube, en el que corre detrás de Amazon, Microsoft y Google. Por su parte el fundador de Oracle, uno de los hombres más ricos del mundo, colabora con Trump en la búsqueda de fondos de campaña. Este dato permite suponer que el vínculo personal facilitó la repentina buena disposición presidencial para esta alternativa.
Algoritmo
Esta solución en camino de concretarse, en realidad, no resuelve el conflicto. Por un lado el acuerdo no cambiaría nada sustancial: de hecho, TikTok ya almacena los datos de los usuarios de los Estados Unidos en servidores locales que, según algunas versiones, pertenecen a Google. Será igual de difícil garantizar que no se hagan copias de esos datos.
Por otro lado, no está claro que TikTok esté dispuesto a mostrar su algoritmo a los nuevos socios y, aun si quisiera, tendría que conseguir la aprobación del régimen chino que restringe la apertura de esta tecnología con empresas de otros países, tal como hacen los Estados Unidos.
Para generar aún más confusión Trump aseguró que la empresa pagaría 5000 millones de dólares para un fondo educativo, pero Bytedance aseguró no saber de qué le hablan. Por si fuera poco, el lanzamiento de TikTok a la bolsa está planeado para el año que viene y urge resolver todas estas cuestiones antes de salir a seducir inversores.
Plataformas
Esta discusión se da en un contexto de creciente cuestionamiento al rol de las corporaciones en la economía y su impacto sobre la democracia. El reporte de actividad inauténtica de agosto de Facebook ya no solo señala a compañías extranjeras por las campañas de desinformación a través de cuentas falsas, sino a empresas de comunicación domésticas directamente vinculadas con el poder político.
Tampoco resultaría menor que los Estados Unidos avalen el bloqueo de una aplicación por la acumulación de datos de sus ciudadanos. Sería un antecedente internacional de mucho peso capaz de inspirar a otras naciones: ¿o alguien cree realmente que las únicas plataformas peligrosas son las chinas?
En este conflicto se juegan varias cuestiones. Los grandes ausentes, como ocurre en general, son los países periféricos sin incidencia en las políticas tecnológicas que afectan su propia soberanía de datos.