El rumor comenzó a circular en los últimos días: "Corralón confirmado. Viernes 25/9: Feriado bancario. Lunes 28/9: El BCRA mediante circular impedirá la salida de USD del sistema bancario". "Se viene el corralito, saquen sus dólares de los bancos por si acaso", "En el 2001 se llamó 'Corralito', en el 2020 se llama 'Feriado bancario'". A través de Whatsapp, Twitter y Facebook, se generó una campaña de miedo destinada a instalar que las nuevas medidas que restringen la compra de dólares estaban anticipando un nuevo corralito. Buscaba instalar un clima general de desconfianza y el Gobierno nacional tuvo que salir a desmentirlo. Una vez más, las usinas de la oposición activaron operaciones de desestabilización en las redes sociales, apuntando a causar temor y desconfianza en un contexto de crisis sanitaria y económica.
Las primeras versiones comenzaron a circular la semana pasada, cuando el Banco Central anunció las nuevas medidas cambiarias destinadas a contener la salida de divisas y, ante la demora en la implementación de la nueva disposición, se tornó imposible comprar dólares por home banking. A pesar de que los depósitos en dólares están disponibles y son solventes --así lo aseguran una y otra vez funcionarios y los mismos bancos-- en las redes sociales se hizo tendencia la palabra "corralito" y, con el correr de los días, comenzaron a circular tuits y mensajes que azuzaban la idea de que no había divisas y que los ahorristas no iban a poder retirar sus dólares.
Bots de Juntos Por el Cambio, economistas liberales, referentes mediáticos de la oposición: el típico patrón de activistas digitales que responde, hace años, al aparato de miedo montado por el macrismo bajo la supervisión de Marcos Peña. Así lo analiza un informe reservado que llegó al Banco Central, con el análisis de la viralización de hashtag "corralito". "El BCRA se desprendió del problema de la compra de dólares, se viene un estallido social impresionante, el 2001 es un nene de pecho al lado de éste momento. SE PRENDE FUEGO LA REPÚBLICA", tuiteaba la cuenta "tendenciaderecha". "El corralito que no es corralito. La cuarentena que no es cuarentena. Alberto que no es Cristina", publicaba Sandra Pitta. "Cómo la gente no va a tener miedo a que le confisquen los depósitos en dólares si el gobierno se la pasa diciendo q la pobreza es por la riqueza de otros e insisten con que no hay que pensar en dólares. El principal impulsor de la corrida es el gobierno", escribía el economista Roberto Cachanosky.
El mecanismo es el mismo que suele utilizar la maquinaria macrista en las redes sociales: un grupo reducido de usuarios con poca audiencia activa el tema (bots, en su mayoría) y, al poco tiempo, los llamados influencers (usuarios con audiencia que parecen jugar de forma coordinada) empiezan a mover el hashtag y a generar volumen. "En todas las campañas negativas y de desinformación previas observamos la misma estrategia de coordinación entre trolls, aparato político e influencers que han formado parte del elenco estable de los últimos cuatro años de gobierno. Se vio lo mismo cuando se debatió el conflicto con la Policía Bonaerense, cuando fue lo de Villa Azul y cuando se instaló la supuesta salida indiscriminada de presos: en todos los casos los trolls son siempre los mismos", explicó Natalia Aruguete, investigadora del Conicet y autora de Fake news, trolls y otros encantos. En Twitter, además, se registró que durante los últimos días fueron tendencia hashtags como "ElPeorGobiernoDeLaHistoria", "GobiernoDeInútiles", "CorralitoK". "Dentro de la burbuja cambiemita, la capacidad de coordinación que tienen los trolls y las celebrities opositoras permite una propagación muy importante de mensajes, logrando una gran efectividad", explicó Aruguete.
Trolls libertarios, economistas ortodoxos como Cachanosky y Carlos Rodríguez, incluso periodistas como Marcelo Bonelli (que el lunes alertó que el Banco Central no iba a "sacar ninguna resolución para facilitar compra de dólar ahorro a través de home banking", mensaje que fue viralizado en las redes con comentarios anticipando la presencia de un futuro "corralito"), sembraron dudas y miedos que se eslabonan, con cierta facilidad, con discursos del ala dura del Pro que aseguran que el gobierno de Alberto Fernández no ofrece "confianza" o "previsibilidad".
Los rumores llegaron tan lejos que el mismo gobierno nacional tuvo que salir a desmentirlo. "A partir de la crisis de 2002, los bancos solo pueden prestar los depósitos que se hacen en dólares a gente que tiene ingresos en dólares, básicamente exportadores y empresas vinculadas. Y el resto de esos dólares que no se prestan está adentro de las reservas del Banco Central", explicó la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, en declaraciones radiales, y agregó: "No hay que dejarse llevar por los que buscan desestabilizar".
Más allá de Twitter, la campaña tuvo una fuerte circulación por Whatsapp. "Lo que me preocupa con estas campañas es que logran tener llegada a personas comunes y corrientes. Su eficacia recae en la vulnerabilidad de la persona a la que le llega y que, en el susto, hace click rápido en 'reenviar' sin pensarlo", sostuvo la periodista y escritora de Trolls S.A.: La industria del odio en Internet, Mariana Moyano. "Hay un objetivo claro en estas campañas que es que estos mensajes te lleguen en la soledad de tu teléfono, en el medio de la pandemia, sembrando automáticamente miedo", concluyó.
Informe: María Cafferata.