La casi designación de la ex ministra de Salud, Josefina Medrano, en la delegación salteña de la Superintendencia de Servicios de Salud de Nación, terminó de detonar la tácita y frágil tregua que durante la pandemia se sostenía entre el oficialismo encabezado por el gobernador Gustavo Sáenz y los partidos y referentes de la oposición.
Las versiones del inminente nombramiento de Medrano generaron el repudio de distintos sectores de la sociedad, que interpretaron la designación como un inmerecido premio a quien encabezó, sin éxito, la gestión de Salud provincial hasta hace dos semanas.
En tanto, el Frente de Todos se adjudicó gestiones ante autoridades del Ministerio de Salud para frenar dicho nombramiento y emitió un comunicado en el que además de cuestionar duramente a Medrano, señaló a Sáenz como el autor intelectual de esta movida y lo acusó de haber minimizado la situación sanitaria en la provincia, lo que demoró el envío de ayuda de Nación cuando el coronavirus comenzaba a golpear fuerte en Tartagal.
Ayer Sáenz en una nota con FM Aries negó rotundamente haber sido el que pidió por Medrano y dijo que cuando habla con el ministro Ginés González García y otros funcionarios nacionales de Salud fue para pedir insumos y personal médico, y manifestó tener notas, llamadas y mensajes de Whatsapp que lo confirman.
Cómo llegó el nombre de Medrano a los escritorios de Buenos Aires se convirtió en un misterio, ya que desde Nación confirmaron que al cumplir con la formalidad de pedir un nombre al Ejecutivo Provincial como posible postulante al cargo, le sugirieron el de la ex ministra.
Igualmente, Sáenz no se limitó solamente a aclarar dicha situación, sino que arremetió contra algunos de los firmantes del comunicado, especialmente contra el diputado de Rivadavia, Ramón Villa y el senador nacional Sergio Leavy.
Además, dijo que Salta tiene un grupo de dirigentes a los que le suplicó que lo ayuden, “pero no lo hicieron, ni lo van a hacer, y bueno, ya esta”.
A medida que avanzaba la entrevista el gobernador iba levantando temperatura y ya sin filtros expresó: “La verdad los mentirosos son ellos. Y no hablo de todos los que están ahí, porque hay gente a la que rescato, pero la mayoría son unos grandes mentirosos, oportunistas y miserables”.
Más tarde el que levantó el guante y salió a responderle a Sáenz fue uno de los apuntados, el diputado Villa, que dijo por FM Noticias que no le gustó escuchar a un gobernador hablar en ese tono, lo calificó como “campeón mundial de la victimización” y no le creyó que no sea el que pidió por Medrano. “Es un mentiroso serial”, lanzó.
El comunicado del Frente de Todos no dejó conformes a todos sus integrantes, de hecho el diputado nacional Lucas Godoy expresó no coincidir en los términos a los que se refieren a la ministra, a la cual responsabilizan de las “evitables pérdidas de vidas humanas” y enumeran, entre otros, a los niños wichís, médicos y personal de salud.
“El escrito tenía imputaciones y adjetivaciones personales que no corresponden y no suman. Para mí las críticas se basan en la gestión y por esa razón comparto que Medrano no podía ser designada en un organismo nacional y reprobé su postulación. Además la reprobación de su gestión no es solamente una visión de la oposición política, sino de la sociedad en su conjunto, porque no estuvo a la altura de las circunstancias”, expresó Godoy, que señaló que su firma fue puesta sin su consentimiento.
Los cruces entre el oficialismo y la oposición se iniciaron el lunes cuando los legisladores provinciales de la oposición sacaron un documento crítico por la tarea que viene desarrollando el gobierno con la pandemia, que llevó el sistema de salud al borde del colapso y obligó a las principales ciudades de la provincia a retomar la fase de aislamiento.
En dicho comunicado solicitaron que se rindan cuentas de los fondos recibidos desde Nación, e indiquen donde se invirtieron. También objetaron el mensaje de Sáenz con el que anunció las nuevas restricciones por considerar que repartía culpa por la situación, sin ninguna autocrítica.
El efecto inmediato fue el anuncio de que el gobierno, a través del Ministerio de Economía enviaría a la Legislatura un informe detallando los gastos en Salud.
Pero además desató una ola de declaraciones de referentes del oficialismo, cuyo principal argumento apuntaba descalificar a los firmantes por su trayectoria política, especialmente por haber pertenecido a la gestión de Juan Manuel Urtubey.
Por caso, el coordinador de Enlace y Relaciones Políticas de la provincia, Pablo Outes, en una entrevista con el programa El Acople, calificó a la oposición de inmadura y le pidió que evolucione, y puso el foco nuevamente en Leavy, Villa y sumó al olmedista Carlos Zapata, al que le adjudicó pasos por gobiernos anteriores.
Zapata no ahorró ironía y tras negar que perteneció a alguna gestión pasada, dijo que no entiende qué quiso decir Outes: “este chango parece intoxicado con perejil”, y pidió que no respondan descalificando a quienes critican sino explicando lo que se les señala.
Además, se refirió a la iniciativa de Sáenz de enviar un proyecto de ley para que los dirigentes políticos donen parte de su sueldo mientras dure la pandemia: “antes de pasar la gorra hay que establecer prioridades”.