El Pantanal de Brasil, el humedal más grande del mundo, registra la mayor cantidad de focos de incendios de su historia en lo que va de septiembre. Según datos del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), el aumento de focos con relación al promedio mensual histórico es del 211 por ciento y se registra una perdida sin precedentes de biodiversidad. A pesar de tratarse de datos estatales, el presidente Jair Bolsonaro asegura que existe una "campaña de desinformación" para magnificar el alcance de los incendios.
De acuerdo con el promedio histórico, septiembre suele ser el mes en que las llamas se desatan con mayor ferocidad en el Pantanal de Brasil. Sin embargo, según los datos del INPE, los 6.048 focos registrados desde el primero de septiembre de 2020, con el mes aún por finalizar, superan ampliamente el promedio de 1.944 focos recabados en el mismo período desde el año 1998 hasta la fecha.
Además de este aumento, que alcanza un 211 por ciento, el noveno mes de este año ya es el de mayor cantidad de incendios desatados en la historia del Pantanal. Hay que remontarse a agosto de 2005 para encontrar la cifra más cercana, con 5.933 focos. El año pasado, en septiembre se habían registrado 2887 focos, menos de la mitad de los recabados ahora.
Hace pocas semanas, el INPE también había informado que, a menos de cuatro meses de finalizar, 2020 ya era el año con mayor cantidad de incendios en la historia del Pantanal, cuando fue superada la cifra de 12.536 focos registrados en 2005. Al día de hoy, los focos totales en lo que va del año ya alcanzan la cantidad de 16.201 y continúan en aumento.
El mayor bioma de humedales del mundo, ubicado entre los estados de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul, abarca una extensión cercana a los 350 mil kilómetros cuadrados y, además de ser uno de los pulmones más importantes del planeta, alberga una gran biodiversidad de flora y fauna que ahora es arrasada por las llamas. Entre otras cosas, el fuego destruyó el 85 por ciento santuario de yaguaretés más grande del mundo, el Parque Encontro das Aguas, y ahora se trabaja para rescatar a los animales que intentan escapar de un terreno con temperaturas superiores a los 48 grados centígrados.
"Nunca pensamos que los yaguaretés podían terminar muertos o heridos porque corren, escalan y nadan muy bien, sienten el humo de los incendios. Pero hay yaguaretés heridos, acorralados por el fuego y obligados a caminar entre las brasas", dijo Geraldo Araújo, fundador de Reprocon, entidad de investigadores dedicada a la reproducción de animales silvestres.
Mientras representantes de entidades no gubernamentales y diversos activistas acusan al Gobierno de haber desmantelado los organismos de control y fiscalización ambiental, Bolsonaro continúa afirmando que los datos sobre los incendios, que surgen de las propias instituciones del Estado como el INPE, forman parte de una campaña de desinformación. "Brasil es víctima de una de las más brutales campañas de desinformación sobre la Amazonia y el Pantanal. La Amazonia brasileña es riquísima, eso explica el apoyo de instituciones internacionales a esa campaña respaldada por intereses oscuros a la que se unen asociaciones brasileñas, aprovechadoras y antipatrióticas", sostuvo el presidente en su discurso en la Asamblea General de la ONU.
La Amazonia también registró una suba en los incendios con respecto a septiembre del año anterior. Los datos del INPE muestran que en lo que va del mes hubo 28.279 focos distribuidos en los cerca de cinco millones y medio de kilómetros cuadrados que abarca la zona brasileña de la Amazonia, lo que representa un aumento del 42 por ciento con respecto a septiembre de 2019. Hasta el momento, en lo que va del 2020 se perdieron 53.019 kilómetros cuadrados de bosques nativos en el país gobernado por Bolsonaro.