Más de 400 bomberos voluntarios continuaban combatiendo distintos focos de incendios forestales todavía activos en las serranías de Córdoba ante un clima de fuertes vientos y sequía. Al lugar, durante la jornada llegó el ministro de Ambiente, Juan Cabandié, que sobrevoló las zonas afectadas junto con el ministro de Seguridad provincial, Alfonso Mosquera, y el director de Defensa Civil, Diego Concha. El gobernador Juan Schiaretti anunció la ampliación del fondo para situaciones de desastre.

Las altas temperaturas, que  el jueves alcanzaron los 33 grados, son una complicación que se suma a la sequía que se registra en toda la provincia, donde no hay lluvias de consideración desde mediados de abril.

En la región centro norte de Punilla un frente de fuego avanza con mucha actividad en dirección a Characato y Pampa de Olaen. En esa zona, durante varios días, las llamas arrasaron grandes superficies en Villa Giardino, Los Quimbaletes, Huerta Grande y La Falda, en donde debieron protegerse viviendas durante largas horas.

En la zona de Las Jarillas el ministro de Seguridad provincial, Alfonso Mosquera, y el director de Defensa Civil, Diego Concha, recibieron a Cabandié y sobrevolaron la zona de Villa Carlos Paz y San Antonio de Arredondo, donde los fuegos arrasan vegetación y monte desde hace días.

Efectivos de bomberos también trabajaban el jueves intensamente en un incendio generado en Villa Carlos Paz, a la altura del barrio Villa Independencia, en donde el fuego quema monte y pajonales en una quebrada de muy difícil acceso para todo el personal. 

A medida que las llamas se acercaban a las viviendas, muchos vecinos se convocaron para colaborar con las tareas. Sin embargo, las autoridades les solicitaron que no se acerquen a esas zonas, ya que no están preparados para esa labor, y en muchos casos entorpecen el accionar de los vehículos de emergencias y de los propios bomberos.

En Las Jarillas y San Antonio de Arredondo se desplazaron otros socorristas; en la estancia Santa Rosa y en San Clemente, procurando contener el incendio que se desarrolla en la zona para evitar que cruce el río y avance hacia Potrero de Garay, en el Valle de Calamuchita.

En agosto se quemaron más de 50.000 hectáreas entre el departamento Ischillín y el norte del Valle de Punilla, y esta semana se registraron focos en varios sectores. En todos los frentes, detalló el gobierno provincial, trabajan 400 bomberos voluntarios con el apoyo de 10 aviones hidrantes, dos helicópteros, aeronaves pertenecientes a la Provincia y a la Nación.