El año que viene se conmemorará en el mundo el centenario del nacimiento de Astor Piazzolla, seguramente el músico argentino de mayor proyección internacional, pero sobre todo el empecinado modernista que despabiló la música de Buenos Aires. Desde esa ciudad que le debe buena parte de su identidad musical, con un evento vía streaming, según las prescripciones del tiempo que toca vivir, la Fundación Astor Piazzolla, la Fundación Konex y la Ciudad Cultural Konex presentarán un anticipo de lo que será la edición 2021 de Experiencia Piazzolla, el festival que desde 2016 se instaló como un lugar de encuentro para celebrar la música y la figura del gran compositor y bandoneonista marplatense y también como punto de partida para prolongar su espíritu en nuevos viajes sonoros. Experiencia Piazzolla en el Konex - Camino al centenario se llama el evento que se podrá ver desde este sábado 26 a las 20 a través del canal de YouTube de CCKonex y el sitio web oficial.
Este encuentro, que como el festival cuenta con la curaduría de Daniel “Pipi” Piazzolla, baterista de Escalandrum y nieto de Astor, se articulará con cuatro intervenciones musicales, a cargo del Quinteto Astor Piazzolla, el Trío Luminar, la saxofonista salteña Yamile Burich junto a su quinteto y las cantantes Paula Maffia y Sandra Mihanovich. “Será un concierto vía streaming con algunos de los artistas que participarán el año que viene”, explica Pipi Piazzolla a Página/12. “Por su cadencia bianual, el festival tenía que hacerse este año. Estaban todos los artistas confirmados, pero la pandemia nos complicó las cosas y nos quedamos con muchas ganas. De alguna manera este anticipo nos consuela y sobre todo sirve para invitar para el año que viene a la gran celebración del centenario de mi abuelo”, agrega el baterista, que el sábado también tendrá a su cargo la presentación de los artistas.
La música de Piazzolla, hecha de muchas músicas, supo resumir de manera prodigiosa la sensualidad, el sentimentalismo, la violencia y otras vibraciones del carácter de una ciudad como Buenos Aires, a su vez hecha de muchas ciudades. Acaso sea esa particularidad lo que le dio ciudadanía en el mundo, al punto que no sería exagerado asegurar que no hay un instante en el que en algún punto del planeta no esté sonando la música de Piazzolla, en alguna de sus formas. “La de mi abuelo es una música universal. Por las numerosas influencias que recibió, que tienen que ver directamente con sus vivencias. Conoció y amó la raíz del tango, arrancó con Gardel y después, con 18 años, tocaba en la orquesta más importante de la historia que fue la de ‘Pichuco’”, señala Pipi. “Pero además creció en un lugar jazzero como Nueva York y quería ser compositor de música clásica y estudió para eso. En el mundo no se plantean si Piazzolla es tango o no, para muchos es simplemente una música atractiva y así llegó muy lejos. En los jardines de infantes de Rusia cantan ‘Libertango’ para ir al recreo y me ha tocado ver en alguna ciudad europea que un músico callejero toca la música de mi abuelo en su acordeón, acaso sin saber que es Piazzolla. Es decir, es parte de la cultura popular del mundo”, agrega el nieto orgulloso.
Sobre ese espíritu, Experiencia Piazzolla en el Konex combina la tradición interpretativa de la música de Piazzolla con nuevas lecturas de su obra. El Quinteto Piazzolla, integrado por Pablo Mainetti en el bandoneón, Nicolás Guerschberg en el piano, Serdar Geldymuradov en el violín, Daniel Falasca en el Contrabajo y Armando de La Vega en la guitarra, con la dirección musical de Julian Vat, custodia la herencia directa ese sonido, que sin dejar de ser el mismo se diversifica en la propuesta del Trío Luminar, con Patricia Da Dalt en flauta, Marcela Magin en viola y Lucrecia Jancsa en arpa. “Es importante que músicos de distintos géneros que aman la música de mi abuelo la puedan interpretar a su manera. En este sentido también resulta atractivo el trabajo que emprendió Yamile Burich, que nunca tocó Piazzolla y lo abordará desde el jazz y que dos cantantes como Sandra Mihanovich y Paula Maffia también tengan lo suyo para decir en torno a Piazzolla”, dice Pipi y agrega. “Muchas veces la música de Piazzolla intimida, pero su obra es muy amplia, hay alrededor de 3000 temas entre los que se puede elegir qué camino tomar”.
Piazzolla tocando a Piazzolla es una de las formas posibles para esa música generosa y potente, capaz de atravesar los géneros. “Toda la música de mi abuelo está en los discos interpretada por él mismo. Es decir, su estilo está documentado. Hoy su música se toca en todo el mundo y nadie se cuestiona cómo interpretarlo, es de alguna manera una obra abierta y está bueno que otros lo aborden”, explica Pipi, que con Escalandrum llevó la música de su abuelo al universo del jazz en Piazzolla plays Piazzolla, un disco memorable. “En su momento lo hicimos con Escalandrum y fue algo natural. Yo vivo la música de esta manera. Cuando admiramos a un artista, queremos interpretarlo y la música de mi abuelo es lo suficientemente vigorosa y personal para prestarse a las más variadas experiencias”, asegura el baterista y concluye: “Para el centenario profundizaremos esta idea y tendremos músicos de distintas tradiciones, del folklore, del jazz, del rock, del pop y, naturalmente, del tango”.