A cuatro años del crimen de Vanesa Zabala, la joven trans asesinada en Reconquista, los imputados esperan juicio en libertad y la familia insiste con el pedido de ser querellante en la causa, luego de ser rechazada en primera instancia. La semana pasada, vecinos, amigas y familiares de la víctima se movilizaron en un nuevo reclamo por Justicia por la mujer de 31 años. "Todos los días son iguales desde que ella no está. Todos los días me acuerdo de Vane y solo encuentro tristeza ante la impotencia que nos da el accionar de la Justicia, porque no da respuestas", expresó Sandra, hermana de Vanesa. Para la familia está claro que se trató de un travesticidio, un crimen de odio, ante la realidad que enfrentan las personas trans, sin acceso al trabajo formal.

El 29 de marzo de 2013, Vanesa fue encontrada con golpes, ahorcada y empalada, en la rotonda de ingreso a la ciudad del norte provincial. La investigación del brutal hecho llevó a dar con tres hombres, una mujer y dos menores de edad, como sindicados. Sin embargo, el proceso penal se demoró y los imputados quedaron libres por el vencimiento de los plazos. Aún no hay fecha de juicio.

Desde el gobierno provincial se asumió un compromiso con la familia: impulsar la causa. Fue hace tres meses, cuando el expediente estuvo a punto de quedar en la nada, con el cumplimiento de los tres años del nuevo sistema penal, que significó el archivo de varios casos del sistema conclusional.

Ante ello, la marcha de la semana pasada fue "contra los jueces", expresó Sandra. Es que, además, tras un pedido para que las hermanas de Vanesa se constituyan en querellantes, solo encontraron rechazo. Ahora el planteo fue apelado en la Cámara Penal de Reconquista. Para Sandra, se trata de una señal de que se pretende dejar impune el caso, por el solo hecho de que Venesa era trans y trabajadora sexual. "No vamos a dejar de pedir justicia, hasta el último día insistiremos. Nunca nos vamos a olvidar de Vanesa", aseguró la mujer en diálogo con este diario.

Ahora, el Centro de Asistencia Judicial de Reconquista tomó contacto con la familia para acompañarlos en la causa y puso el tela de juicio el accionar de los magistrados y funcionarios que actuaron durante estos cuatro años. Desde allí intentarán asistir a la familia.

Es que las hermanas de Vanesa esperan por estos días la conformación del tribunal para el juicio oral y público contra José Daniel Villasboas, Ana Virginia Abasto, José Luis Petroni y Gustavo Daniel Vallejos, quienes permanecen en libertad, al igual que los menores (ya mayores) que fueron parte del asesinato de Vanesa.

La joven trans encontró en sus hermanas el apoyo que necesitaba cuando decidió salir a la calle vestida de mujer, la primera vez. Los datos de su DNI no coincidían con su autopercepción de género. Sandra contó que Vanesa quería juntar plata para tener su peluquería y dejar el trabajo sexual.

 

“No vamos a dejar de pedir justicia, hasta el último día insistiremos. Nunca nos vamos a olvidar de Vanesa".

 

El día que la mataron estaba trabajando en el acceso sur de la ciudad, cuando -según la teoría del caso‑ Villasboas, Abasto, Petroni, Vallejos y dos menores le hicieron señas y la llevaron hasta unos pastizales para atacarla. Su familia la esperaba en el cumpleaños de una sobrina, donde comerían pizzas. Una de sus hermanas le escribió a Vane para que fuera, y ella contestó que estaba por terminar la jornada, y que le guardaran comida.

Nunca llegó. Todavía estaban reunidos cuando una amiga de la joven les fue a avisar que había ocurrido un "accidente". La familia pensó en un incidente de tránsito. Cuando llegaron al lugar, Vanesa estaba tirada entre los pastizales. "Destrozada", describió Sandra.

La investigación determinó que le pegaron con un caño, la patearon, la colgaron del cuello. El golpe contra un cartel provocó que perdiera un ojo y la herida la dejó inconsciente. Como si ello fuera poco, fue empalada.

Aunque varias pruebas apuntaron a los acusados, éstos fueron liberados hace un año por vencimiento de los tres años de prisión preventiva (el último como prórroga), sin ir a juicio. En el proceso hubo irregularidades, según denuncia la familia y el colectivo que los acompaña en el pedido de justicia.

El miércoles pasado, un centenar de personas salieron a la calle a reclamar "Justicia por Vanesa". Eran sus familiares, amigos y activistas del colectivo para el pedido de justicia por el hecho. "Exigimos justicia para una ciudadana asesinada por ser trabajadora sexual, cuestión que el machismo de nuestra sociedad actual no tolera ya que considera a estas trabajadoras como algo descartable e indeseable. Asesinada también por ser travesti, porque para esas personas llenas de odio, odio que se llama transfobia, alguien como Vanesa no debería existir. Con una sociedad cómplice e hipócrita pero fundamentalmente con un Estado cómplice y responsable, porque las personas trans/travestis no pueden exigir un trabajo formal, excluidas del sistema educativo por el maltrato, el acoso y la humillación diaria. Muchas de ellas son expulsadas del hogar, obligadas a vivir en la marginalidad, con una escasa expectativa de vida. Reclamamos que los funcionarios del Poder Judicial, a quienes les pagamos sus haberes, cumplan con su trabajo de administrar la justicia sin dilaciones ni retrasos", expresaron desde el Colectivo de Justicia por Vanesa Zavala. Al mismo tiempo, pidieron la recusación de los jueces Julio Thomas, Aníbal Marchetti y Gustavo Ocaño, que "dilatan el caso" para ir a juicio. "Parece que a estos funcionarios les pesa que Vanesa no tuviera una identidad de género que a ellos les agradara", señalaron. Y expresaron: "La memoria de Vanesa no puede esperar".