Desde el viernes a la noche, cuando una fuerte tormenta en el departamento colombiano del Putumayo desató una repentina crecida de los ríos Mocoa, y sus afluentes Sangoyaco y Mulatos, los organismos de rescate nacionales y locales redoblaron sus tareas en busca de sobrevivientes a la avalancha de agua, lodo y piedras que se descargó sobre la ciudad de Mocoa, capital del departamento. Hasta anoche, la cifra llegaba a 234 personas muertas.
Las cifras de fallecidos varían según la fuente, y mientras la última información divulgada por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, era de 193 muertos, la Unidad de Gestión de Riesgo de Desastres (UNGRD) la había elevado ayer a 200, mientras que la Cruz Roja reportaba 234.
Algunos medios colombianos hablan de cerca de 300 fallecidos, cifra que ninguna autoridad ha confirmado hasta el momento, pero a la que temen pueda llegarse a lo largo de la búsqueda ya que hay un número indeterminado de desaparecidos.
En la madrugada de ayer fue abierto el paso provisional para vehículos por la ruta Pitalito-Mocoa, considerada clave porque comunica a la ciudad con el centro del país. La ruta estaba cerrada por la caída de un puente. También están operativas las carreteras hacia Pasto y Florencia, que son los otros puntos de conexión con el resto del país.
De forma simultánea a la búsqueda de sobrevivientes el gobierno puso en marcha una operación logística aérea para llevar medicinas, alimentos, agua potable y plantas eléctricas a la ciudad, ya que la avalancha de agua y piedras destruyó las redes de acueducto y de electricidad de Mocoa, ciudad de unos 45.000 habitantes que pasó la noche del sábado a oscuras.
El presidente Santos, que viajó el sábado a Mocoa, retornó con la oscuridad a Bogotá, pero ayer había dispuesto regresar a la capital del Putumayo en compañía de los ministros del Interior, Juan Fernando Cristo; Vivienda, Elsa Noguera, y Minas y Energía, Germán Arce, entre otros funcionarios, según informó la Casa de Nariño, sede del Gobierno.
“Hoy viajo nuevamente a Mocoa para garantizar máxima atención en menor tiempo posible y responder necesidades de afectados”, escribió ayer el presidente en su cuenta de Twitter.
Santos agregó que el objetivo es “liderar y agilizar el restablecimiento de servicio de agua, energía y vías”.
En la Base Aérea de Catam, en Bogotá, desde el amanecer del domingo era intenso el movimiento de militares y socorristas de la Cruz Roja que se preparaban para viajar al Putumayo con toneladas de medicinas y víveres.
La Fuerza Aérea, el Ejército y la Policía establecieron un puente aéreo entre Bogotá y distintas bases militares del sur del país con el aeropuerto de Villagarzón, localidad del Putumayo distante media hora por carretera de Mocoa, ya que esta ciudad no cuenta con aeródromo.
Un avión ambulancia llevó a Villagarzón un equipo médico militar que trasladó a Neiva, capital del departamento del Huila, a 19 heridos, de ellos 11 niños, algunos en estado crítico y otros con varios traumatismos, informaron voceros gubernamentales.