PáginaI12 En Bolivia
Desde Cochabamba
Por ahora, en Bolivia hay tres causales para la despenalización del aborto: cuando el embarazo es producto de los delitos de violación, incesto, o cuando peligra la vida de la madre. Un proyecto de Ley del oficialismo, para reformar el Código del Sistema Penal, plantea que las mujeres con pobreza extrema, con más de tres hijos o que son estudiantes puedan interrumpir la gestación, por una sola vez y si se la realiza hasta las ocho semanas de embarazo. Organizaciones que defienden los derechos de las mujeres consideran a esta iniciativa “un adelanto”, pero creen que aún falta para alcanzar la despenalización absoluta, como reconocimiento del Estado a la soberanía que las mujeres tienen sobre sus cuerpos. No obstante, una catarata de curas se aferra a cuanto micrófono se cruza para denostar este proyecto, que supuestamente va contra los intereses de los dioses católico, evangélico y musulmán. Con este proyecto, se busca terminar con la cifra de 500 mujeres muertas por año en abortos clandestinos.
El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, citó al Papa Francisco para justificar esta propuesta. “Pido a los católicos que revisen lo que dice el Papa sobre el aborto. El Papa nos ha dado unos lineamientos para adecuar nuestras creencias al siglo XXI, porque cuando una creencia religiosa no se renueva, se anquilosa”, sostuvo en una entrevista televisiva.
La carta apostólica en cuestión, difundida a fines del año pasado, dice: “Para que ningún obstáculo se interponga entre la petición de reconciliación y el perdón de Dios, de ahora en adelante concedo a todos los sacerdotes, en razón de su ministerio, la facultad de absolver a quienes hayan procurado el pecado del aborto”. De todos modos, este mismo escrito papal reafirma que “el aborto es un pecado grave, porque pone fin a una vida humana inocente”.
El parágrafo V del artículo 157 del proyecto de ley del Código del Sistema Penal Boliviano indica que el aborto “no constituirá infracción penal cuando la interrupción voluntaria del embarazo sea solicitada por la mujer y concurran cualquiera de las siguientes circunstancias: 1) Se realice durante las primeras ocho semanas de gravidez, por única vez y además la mujer: a) se encuentre en situación de calle o pobreza extrema; b) No cuente con recursos suficientes para la manutención propia o de su familia; c) Sea madre de tres o más hijos o hijas y no cuente con recursos suficientes para su manutención o d) Sea estudiante”.
Y sigue: “2) (Se despenalizará el aborto) en cualquier etapa de la gestación cuando: a) Se realice para prevenir un riesgo presente o futuro para la vida de la mujer embarazada, b) Se realice para prevenir un riesgo presente o futuro para la salud integral de la mujer embarazada, c) Se detecten malformaciones fetales incompatibles con la vida; d) El embarazo sea consecuencia de violación o incesto; o, e) La embarazada sea niña o adolescente”.
“El Sistema Nacional de Salud deberá precautelar la libre decisión, la salud y la vida de la mujer”, por cuanto el médico “no podrá negar la interrupción del embarazo ni su atención integral en los casos previstos en el parágrafo precedente alegando objeción de conciencia y estará obligado a mantener el secreto profesional”, dice este artículo, que sería tratado en la Asamblea Legislativa Plurinacional en los próximos dos meses.
“El único requisito para la interrupción del embarazo en los casos señalados en el parágrafo precedente será el llenado de un formulario de constancia del consentimiento informado de la mujer y el señalamiento de la causal y circunstancias de su decisión, sin necesidad de otro trámite, requisito o procedimiento previo de ninguna naturaleza”, propone el documento elaborado por el Movimiento Al Socialismo (MAS).
Consultado por esto, el presidente Evo Morales se escudó en la independencia de poderes. “El tema de la ley y el tema del aborto es complejo, pero es iniciativa de la Asamblea Legislativa. Yo no hablé ni debatí con ellos. Voy a recabar mayor información sobre la propuesta que tiene la Asamblea”, dijo en conferencia de prensa.
El padre José Fuentes es secretario general adjunto de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) y uno de los tantos sacerdotes al borde del rasgado de sus vestiduras. “Yo entiendo que para mentalidades ateas, que piensan que la vida es algo ideológico, que surge de la tierra y no tiene nada que ver con Dios, es simplemente acabar con la vida antes del nacimiento y puede no tener ningún tipo de problema moral. Pero para nosotros la vida es de Dios, por tanto, hay que cuidarla desde el momento mismo de la concepción hasta su fin natural”, sostuvo.
“Este proyecto introduce una colonización ideológica extranjera, que descarta a niños y niñas por nacer vulnerables y acepta la triste violencia del aborto como un supuesto camino para solucionar problemas sociales y económicos”, agregó la CEB en un comunicado.
Posiciones similares asumieron las Iglesias Evangélicas Unidas y la Comunidad Islámica Boliviana.
“Nosotras consideramos que, si bien este es un avance, no es una despenalización del aborto –comentó a PáginaI12 Julieta Ojeda, integrante de Mujeres Creando–. Es solo una ampliación de las causales para abortar legalmente, porque está aumentando cuatro causales a las que ya hay actualmente. Nos llama la atención que pongan el límite de las ocho semanas para realizar la intervención, mientras otros países establecen el plazo de 12 semanas. También criticamos que pongan que las mujeres solo una vez pueden abortar. Si lo realizan una segunda vez, será sometiéndose a las condiciones de insalubridad que depara la clandestinidad. Sobre las causales que aluden a la pobreza o a la incapacidad económica de mantener niños y niñas, creemos que antes de esgrimirse estos argumentos debería básicamente respetarse la soberanía de todas las mujeres sobre sus cuerpos. Pero este Estado está lejos de plantearse el derecho soberano que las mujeres tenemos sobre nuestros cuerpos”.
“Respecto a la tercera causal, que plantea permitir el aborto si la madre ya tiene tres o más hijos o hijas, detectamos que nos predetermina en un rol de reproductoras, que si ya tuvimos tres hijos recién se nos permite decidir si al cuarto lo tenemos o no. Creemos que esta causal refuerza ese condicionamiento que nos ponen a las mujeres de reproductoras por excelencia, sin tener derecho a decidir si queremos o no ser madres”, agregó.
Carla Sotomayor, integrante de la Campaña 28 de Septiembre por la Despenalización del Aborto, indicó que “como activistas pedimos la despenalización total. Y que no se tome como causal la extrema pobreza, porque todas las mujeres debemos tener la misma oportunidad. Nosotras pedimos la despenalización por tres temas: por Salud Pública, porque el aborto es una intervención quirúrgica que deberían hacer los médicos. Si la intervención quirúrgica no estuviera penalizada, no correríamos el riesgo de morir en una clínica clandestina, donde se producen muchos sangrados, infecciones, abortos no concluidos”.