La candidatura del banquero multimillonario Guillermo Lasso para las elecciones presidenciales del 7 de febrero fue impugnada ante el Consejo Nacional Electoral por sus vínculos con empresas en paraísos fiscales en expresa violación de la ley del Pacto Etico de 2017. En las 13 páginas de su argumentación el Procurador común de la Alianza Unión por la Esperanza, Joseph Santiago Díaz Asque, cita la investigación de Cynthia García publicada por Pagina/12 en 2017 así como los casos que informó este diario en su edición del jueves en el marco de la laberíntica red de empresas en paraísos fiscales que armó en las últimas décadas el candidato del Movimiento Creando Oportunidades (CREO).
Haciendo honor al nombre de su movimiento, Lasso Creó Oportunidades durante décadas para que sus empresas evadan impuestos en el mundo offshore. El candidato de la derecha ecuatoriana comenzó su fortuna y sus lazos con el mundo offshore a fines de los 70, pero el gran salto lo dio en los 90 con la formación del Banco de Guayaquil y su nombramiento como presidente de la Asociación de Bancos Privados de Ecuador, instrumental en la liberalización del sector financiero del país que condujo al feriado bancario (corralito ecuatoriano) y la dolarización de 1999-2000.
El Banco de Guayaquil es el pulpo financiero que aupó a Lasso y que, si prospera la impugnación, podría llevarlo a la justicia, siempre que ésta se apegue a la ley, algo más que dudoso en tiempos de lawfare en Ecuador. Entre los documentos que presentó el miércoles Guillermo Lasso para inscribir su candidatura se encuentra la declaración juramentada ante notario público de no poseer bienes en paraísos fiscales, dado que la ley de Pacto Ético lo prohíbe. Según la impugnación, Lasso violó esta ley y su propia declaración jurada mediante tres mecanismos: la creación de fideicomisos, una red de 49 empresas offshore con sede en Miami y hasta un testamento.
Una de las empresas históricas del Banco de Guayaquil es el Banisi Holding S.A, con sede en Panamá, y una red de 49 firmas offshore que le permitieron ganancias a Lasso de hasta el 3000 por ciento desde 2015 a la fecha. Como informamos en la edición del jueves, tiene en su directorio a sus dos hijos. Juan Emilio Lasso Alcívar figura como director y presidente ejecutivo. Santiago Lasso Alcívar es Director y Presidente de la Junta Directiva.
Lasso es un hombre de familia. En la impugnación aparece un nuevo brazo del pulpo, la Brother´s Investment LTD, también con sede en Panamá, registrada a nombre de su esposa María de Lourdes Alcívar. Una parte del patrimonio del candidato de CREO está registrada a nombre de la Brother´s: su casa en Samborondón, una casa de playa y la flota de autos de la familia. Otra de las empresas que aparecen en la impugnación es la Andean Investment Ltd. de las islas Caimán. La Andean Investment tuvo un crecimiento patrimonial de un millón de dólares a 31 millones entre 1999 y 2002, época del feriado cambiario y la polarización. Mucho antes de que se cerrara la Andean Investment LTD, Lasso pasó su patrimonio a un fideicomiso, cuya fiduciaria es Morgan & Morgan. La denuncia apareció primero en los papeles del Paraíso de noviembre de 2017 que contenían millones de documentos con operatoria en paraísos fiscales. En declaraciones del candidato de CREO ampliamente difundidas por la prensa ecuatoriana explicó que en el testamento de la fiduciaria se incluía la obligación de pagar impuestos sin percatarse, quizás de tan acostumbrado a la impunidad, que reconocía en un añadido que estaba violando la ley de Pacto Ético. "Allí digo que al morirme, la mitad es de mi esposa, María de Lourdes, y la otra mitad de mis cinco hijos", señaló.
El inciso final del artículo 4 de la ley de Pacto Ético bloquea una de las trampas de manual para eludir la prohibición a que funcionarios o aspirantes a un cargo público tengan vínculos con paraísos fiscales: el traspaso de la propiedad al cónyuge o los hijos. “Se presume la propiedad de bienes o capitales en aquellos casos en los que el cónyuge, persona con quien mantenga unión de hecho o hijos no emancipados de la persona obligada, sean propietarios de bienes o capitales, conforme lo establecido en este artículo”, dice el inciso.
Traducido a lenguaje corriente esta presunción significa que el propietario sigue siendo Lasso porque sus hijos no están “emancipados”, una figura jurídica que en Ecuador significa que no han rechazado la fortuna o los bienes de los padres. Este inciso es el talón de Aquiles de Lasso. No se sabe si por descuido de su equipo legal o por una sensación de absoluta impunidad, las mamushkas que armó para esquivar la ley del Pacto Ético no consiguen eludir las previsiones incluidas en el artículo 4.
Borrando pistas
Esta es la tercera postulación de Lasso a la presidencia. En 2013 perdió frente a Rafael Correa que obtuvo el 57,1 % de los votos frente al 22,68 de CREO: una diferencia abismal. En las de 2017 achicó esta distancia frente al sucesor de Correa luego devenido traidor, Lenin Moreno. Lasso llegó a la segunda vuelta donde fue derrotado por un margen muchísimo menor: tres puntos.
La limpieza del laberinto offshore comenzó un par de años antes de su primera derrota. El candidato de CREO, se fue evaporando de la Andean Investment Ltd. a través de la formación de ocho fideicomisos constituidos en Ecuador a nombre de su hermana, sus hijos y altos funcionarios del Banco de Guayaquil. Con estos fideicomisos armó empresas offshore en Dellaware, Estados Unidos, que difuminaban más el rastro.
Como se sabe los caminos del señor son sinuosos: en el caso de Lasso siempre conducen a él mismo. Los ocho fideicomisos forman parte del paquete accionario de la offshore MultiBG que es accionaria mayoritaria del Banco de Guayaquil, matriz de la fortuna del banquero.
La lupa de la impugnación se centra en uno de los Fideicomisos, el GLM, que crea la empresa Positano LLC, propiedad de Guillermo Lasso. Con la aprobación de la ley del Pacto Ético en 2017, el GLM arma las empresas GeneraTrust y el Fideicomiso GTSA S.A. administrado por los hijos de Guillermo Lasso Mendoza. El laberinto no termina acá. Lasso tiene empresas y bienes registrados a través de sus familiares y testaferros en Panamá y Estados Unidos, sean intereses inmobiliarios como las 29 Noras offshore de Florida que aprovecharon la debacle financiera de 2008 como entidades financieras de papel, como la Banisi SA de Panamá.
En el centro de su fortuna y poder se encuentra el banco de Guayaquil que ha sido uno de los principales beneficiarios de un sistema financiero que ahoga el crecimiento económico nacional. La rentabilidad de este sistema cuadruplica la de la banca europeo o norteamericana y está dominada por cinco entidades que concentran un 84 por ciento de los activos.
En 2019, uno de los peores años de la historia reciente de un país sometido a tantas crisis traumáticas como Argentina, el Banco de Guayaquil aumentó sus ganancias en un 17por ciento. La pandemia no ha afectado sus balances. En los primeros ocho meses del 2020 sus ingresos por intereses se incrementaron en un 26 por ciento respecto al record que había registrado el año previo.
Lasso sueña con que la tercera postulación sea la vencida para unir su poder financiero con el político. El primer obstáculo que tendrá que sortear es la impugnación ante el Consejo Nacional Electoral. El segundo son los candidatos de la coalición del correísmo, la Unión por la Esperanza, encabezada por Andres Arauz, un joven y brillante economista que, entre otras cosas, se ha especializado en la lucha y denuncia contra los paraísos fiscales.