Paula Romano, de 34 años, fue condenada a prisión perpetua por haber asesinado de 24 puñaladas a su amante, Julio César Vitoria, de 62, luego de robarle y presuntamente inmovilizarlo durante un juego sexual, en 2014 en el barrio porteño de Flores. El Tribunal Oral en lo Criminal Nº 10 porteño la halló culpable del “homicidio criminis causa cometido alevosamente” y “robo con armas”. El fiscal Carlos Giménez Bauer había solicitado en su alegato ante los jueces Alejandro Becerra, Silvia Mora y Guillermo Yacobucci la misma pena y por esa calificación. Una de las querellas había pedido una condena por “homicidio agravado por haber mantenido una relación de pareja”, suponiendo erróneamente que es compatible con un crimen de género. Giménez Bauer también cuestionó a la defensa, que intentó instalar la idea de que fue el hijo de Vitoria quien intervino en el crimen por un móvil económico. Durante los alegatos, el fiscal argumentó que Romano se había aprovechado de la “confianza de la víctima” ya que había existido un “un acuerdo para reunirse” y que “la alevosía quedó demostrada en el accionar que tuvo al llevar a Vitoria a un estado de indefensión”. El tribunal informó que los fundamentos del fallo serán dados a conocer el próximo 6 de abril.