El presidente Mauricio Macri y el ministro de Energía Juan José Aranguren fueron imputados en una causa en la que se investiga si el aumento de tarifas en el servicio del gas aplicado el año pasado buscó favorecer a empresarios del rubro energético cercanos al Gobierno, entre los cuales figuran Nicolás Caputo, John Lewis y Marcelo Mindlin. Fuentes del Ministerio de Energía consultadas por PáginaI12 prefirieron no hacer declaraciones sobre la denuncia.
El fiscal federal Franco Picardi le solicitó hace pocos días al juez Sebastián Casanello que avance con la investigación iniciada a partir de una presentación de la Procuraduría de Investigaciones administrativas (PIA) de Sergio Rodríguez, quien el año pasado advirtió sobre un posible caso de negociaciones incompatibles con la función pública, administración fraudulenta, violación de los deberes de funcionario público y cohecho.
Según la PIA, el incremento tarifario de por sí implicó una mejora en la ecuación económica para los titulares y accionistas de las empresas del rubro. A su vez, se cuestionó que ese aumento se hubiese hecho sin que mediara una audiencia pública, lo cual –sostuvieron– no fue un simple “error técnico”. La Corte Suprema obligó luego a dar marcha atrás con el tarifazo a los hogares hasta que se realizó la audiencia, pero el ajuste sobre comercios e industrias siguió adelante.
El puntapié inicial que dio lugar a la investigación fueron una serie de notas periodísticas donde se denunció que algunos empresarios amigos del presidente Macri estaban entre los que se beneficiaron con el exorbitante tarifazo. La familia Caputo tiene el 23 por ciento de la Sociedad Argentina de Energía S.A. (Sadesa), la segunda generadora del país, con intereses también en el eslabón de la distribución eléctrica y gasífera. En generación, la firma posee acciones en Central Puerto, Hidroeléctrica Piedra del Águila, Central Térmica Mendoza y Central Térmica La Plata Cogeneración, mientras que en distribución tiene intereses en Edesur y controla Ecogas, principal accionista de Gas Cuyana y de Gas del Centro. A su vez, otra de las beneficiadas fue Pampa Energía, presidida en Argentina por Marcelo Mindlin, pero bajo la órbita del grupo Tavistock de John Lewis, el magnate británico en cuya casa Macri pasó Semana Santa el año pasado.
Entre los accionistas de Sadesa figuran además Carlos Miguens Bemberg, con el 33,9 por ciento de las acciones; Caputo con el 23, Guillermo Reca, con el 22,5; los empresarios Escasany, con el 13,6; y los hermanos Ruete Aguirre, con el 7 por ciento. El presidente de Sadesa es Miguel Reca, un ex ejecutivo de Merrill Lynch, otro amigo de Mauricio Macri que suele frecuentar la quinta de Los Abrojos para los partidos de fútbol con el equipo del Cardenal Newman, según recordó la legisladora del Frente para la Victoria, Gabriela Cerruti, en un informe sobre los empresarios cercanos a Macri que fueron beneficiados por el tarifazo, publicado en el blog nuestrasvoces.
Cerruti aseguró además que el aumento de tarifas fue una condición acordada entre Macri y Pampa Energía para que esta última empresa desembarcara en Petrobas. “Mindlin viajó junto a Mauricio Macri al encuentro empresario de Davos, Suiza, en enero pasado y allí sellaron el acuerdo. Pampa Energía compraría Petrobras no sólo para seguir produciendo gasoil, sino para convertirla en una proveedora de gas. Para eso necesitaban un drástico aumento de los precios mayoristas. Macri cumplió su parte: cuando volvieron de Davos, instruyó al ministro Aranguren para que aumentaran de un golpe todas las tarifas, luz, agua y gas”, advirtió.
Pampa Energía, la mayor empresa del mercado eléctrico, es conocida para el gobierno macrista: Luis Caputo, actual ministro de Finanzas, fue su gerente general durante diez años. A su vez, Pampa adquirió recientemente la firma Iecsa, que estaba en manos de Angelo Calcaterra, primo del presidente Mauricio Macri. El ascenso de Calcaterra a jefe del clan familiar en 2007 coincidió con el lanzamiento político de Macri en la ciudad de Buenos Aires. Las sociedades controladas por Calcaterra, Iecsa y Creaurban, se convirtieron ese año en el Grupo ODS cuando la firma italiana Ghella ingresó como accionista y socia del empresario. El holding ahora quedó en manos Pampa. La empresa presidida por Mindlin tiene a su vez participación de Lewis, el excéntrico millonario que valló los ingresos al Lago Escondido luego de construir una mansión de 8 millones de dólares, alojó en su casa a Mauricio Macri y Juliana Awada cuando acompañaron al sur al (entonces) presidente de Estados Unidos Barack Obama”, agregó Cerrutti, quien además recordó que por esa época Lewis obtuvo una licitación del gobierno de Río Negro para construir una represa energética en el Río Escondido, que proveerá de electricidad a la zona de El Bolsón.