La audiencia pública para discutir un nuevo incremento en el servicio de agua potable que brinda AySA en Capital y el Gran Buenos Aires se realizará el jueves. El Gobierno dejó trascender que propondrá un ajuste promedio de 23 por ciento, aunque por ahora no hay detalles. A su vez, la firma seguirá avanzando con el cobro del servicio por consumo y no por metro cuadrado, como se viene realizado hasta ahora, lo que supondrá un ajuste adicional cercano al 30 por ciento.
El aumento del agua para el área metropolitana estaba previsto para el 1 de marzo, pero el Gobierno decidió postergarlo para evitar conflictos en la Justicia como ocurrió el año pasado, cuando el municipio de La Matanza consiguió un amparo en primera instancia contra el incremento que luego fue desestimado.
El año pasado Aysa anunció inicialmente que la suba promedio iba a ser de 216 por ciento a partir de abril, pero finalmente terminó siendo de 297 por ciento, con un máximo de 375 por ciento que afectaron fundamentalmente a los hogares de menores consumos. La audiencia se llevará a cabo a partir de las 10, en el Teatro de la Ribera, ubicado en la avenida Pedro de Mendoza 1821 de la Ciudad de Buenos Aires.
En esta ocasión el ajuste promedio sería de 23 por ciento y regiría a partir del 1º de mayo, pero la certeza recién se tendrá cuando difundan los cuadros tarifarios. La intención de la empresa es cobrar por el volumen consumido y no por superficie. Para lo cual necesita seguir avanzando con la instalación de los medidores. En junio del año pasado se informó que se avanzaría con la instalación de medidores entre los clientes no residenciales para luego generalizarlo al conjunto de los usuarios.
Entre los 400 mil usuarios no residenciales de Aysa, 120 mil ya tienen medidor, en tanto 80 mil se instalarán este año. En cuanto a los residenciales, hacia noviembre se avanzará en el cobro por volumen y se avanzará en la instalación de medidores. Esta medida podría beneficiar a usuarios con grandes superficies y poco consumo de agua. “Si a una casa de consumo promedio de 40 metros cúbicos le instalamos un medidor, pasaría a pagar un 30 por ciento más. Esto es porque el sistema actual no está pensado para incentivar la medición por consumo”, sostuvo en junio del año pasado el director general de la compañía, Martín Heinrich.