La historia de un imprentero que se volvió artista
Walterio Uranga o el arte hecho a mano
De muy chico se fascinó con el oficio de imprentero enseñado por los salesianos. Unos años después ya era tipógrafo e imprentero, pero en el arranque del nuevo siglo, el oficio empezó a languidecer irremediablemente. Y, sin embargo, en estos últimos tiempos a Walterio Uranga se le abrió el mundo de las redes y fue tendiendo un puente entre la Minerva y el arte, haciendo libros-objetos increíbles y convertido en editor de poetas en Bahía Blanca. La suya es, por varios motivos, una historia imperdible.
















