La Justicia española absolvió al exjefe del Fondo Monetario Internacional (FMI) Rodrigo Rato y una treintena de antiguos miembros de la cúpula de Bankia, juzgados por estafa y falseamiento de cuentas de la entidad financiera española en el proceso de su salida a bolsa en 2011. El movimiento acabó en el mayor rescate bancario de la historia de España.
El exministro de Economía durante la presidencia de José María Aznar, se encuentra actualmente en prisión cumpliendo una condena de cuatro años y medio por el uso irregular de tarjetas de crédito corporativas de Bankia, el famoso caso de las "tarjetas black", opacas al fisco, que precisamente salió a la luz a raíz de esta causa.
Los motivos de la absolución de Rato
La Fiscalía pedía más de 8 años de prisión para el considerado "padre del milagro español" y entonces directivo de Bankia. El juicio tuvo una gran repercusión política y social, ya que más de 300.000 accionistas minoritarios perdieron sus ahorros en aquella operación.
Los integrantes de la cúpula de Bankia habían sido acusados de ocultar el verdadero estado financiero de la entidad cuando salió a bolsa. Sin embargo, la sentencia sostiene que la operación fue "intensamente" supervisada por el Banco de España y otros órganos reguladores, y que el folleto entregado a los inversores contenía una "amplia y certera" información financiera y no financiera, incluyendo los riesgos para los accionistas de perder de forma parcial o total la inversión.
Además, los jueces de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional señalan que durante el juicio sólo se expusieron actitudes genéricas de los acusados, pero no actos concretos en los que se pueda basar una condena. "Nadie los nombró, ni para bien ni para mal, de manera que la mayoría de las personas acusadas, cayeron en el olvido en el transcurso del juicio oral", señaló el tribunal.
La sentencia argumenta que en el momento de su salida a bolsa, Bankia era viable y añade que la inviabilidad que se pretende se sustenta en cuatro correos electrónicos internos que plasman la opinión de un inspector del Banco de España que luego no tuvo reflejo en ningún documento oficial.
El fallo recuerda que la propia Fiscalía sostuvo en su escrito de acusación que la información de la salida a bolsa de Bankia "no puede calificarse de materialmente falsa en la medida que no vulneraba la normativa vigente y cumplía las exigencias del reguladores, que llegó a autorizar expresamente algunas decisiones contables", aunque "no constituyeron a la imagen fiel de la entidad".
El rescate de Bankia
Después de conseguir 3.100 millones de euros en la oferta pública de suscripción de acciones, Bankia reformuló sus cuentas para pasar de un beneficio de 309 millones de euros en 2011 a una pérdida de 3.000 millones de euros.
La situación llevó al Gobierno español del conservador Mariano Rajoy a nacionalizar la entidad para evitar su quiebra con un desembolso de 24.000 millones de euros, la mayor cuantía del total de 64.900 millones de euros de dinero público inyectado al sistema financiero español desde 2009. Para hacer frente a esta inyección de dinero público, Rajoy pidió un rescate financiero a Bruselas, mientras aplicó duros recortes a los ciudadanos.
Rato siempre negó haber cometido alguna irregularidad, pero dejó su cargo en 2012, antes de la nacionalización.