El ministro de Salud de Israel, Yuli Edelstein, advirtió este martes que el nuevo confinamiento decretado para combatir la propagación del coronavirus se prolongará después de las tres semanas anunciadas inicialmente. El anuncio llega un día después de que el país superó los 1.500 muertos e informara que un tercio de esos decesos ocurrió en el último mes.
“No existe ninguna posibilidad de que en diez días levantemos todo y digamos que todo terminó, que todo está bien”, sostuvo el ministro en declaraciones a la radio pública Kan. “Esta vez, viendo lo que sucedió en abril, saldremos (del confinamiento) de forma gradual y responsable”, agregó.
Israel exhibía una buena gestión de la pandemia durante la primera ola de casos y levantó rápidamente las restricciones para encarrilar la economía. Sin embargo, el país de 9 millones de habitantes registró en las últimas dos semanas la tasa más alta de contagios de coronavirus e impuso un confinamiento generalizado el 18 de septiembre, que endureció una semana después.
Los últimos datos del ministerio de Salud israelí, proporcionados anoche, registran oficialmente 233.554 casos, incluyendo 1.507 muertes. “Lo digo aquí y ahora, y ninguna presión cambiará las cosas, la apertura de la economía y de nuestras vidas será gradual y lenta”, indicó Edelstein.
En este sentido, hasta el 11 de octubre las escuelas, sinagogas e instalaciones de ocio estarán cerradas y solo se permitirá operar en las áreas de trabajo consideradas “esenciales”. A su vez, las oraciones al aire libre estarán limitadas a 20 personas y a menos de un kilómetro de casa, así como las manifestaciones.
Israel también anunció el viernes pasado nuevas restricciones a los vuelos internacionales.