Científico advierten en un estudio publicado en Nature Geoscience que los "incendios zombies" y la quema de vegetación resistente al fuego son características nuevas de los incendios del Ártico que traen fuertes consecuencias para el clima global. Los incendios forestales del Ártico de 2020 tuvieron un alcance sin precedentes.
La autora principal del estudio, la doctora Jessica McCarty, geógrafa y científica de incendios de la Universidad de Miami, dijo que "los incendios del Ártico se están quemando antes y más al norte, en paisajes que antes se pensaba que eran resistentes al fuego".
"Necesitamos cooperación, inversión y acción global para monitorear los incendios, incluido el aprendizaje de las comunidades indígenas y locales sobre cómo se usa tradicionalmente el fuego", sostuvo McCarty. Y agregó: "Necesitamos nuevos enfoques sensibles al permafrost y la turba para combatir los incendios forestales para salvar el Ártico; no hay tiempo que perder".
"No es solo la cantidad de área quemada lo que es alarmante", planteó el doctor Merritt Turetsky, coautor del estudio y ecólogo de incendios y permafrost en la Universidad de Colorado Boulder. "Hay otras tendencias que notamos en los datos satelitales que nos dicen cómo está cambiando el régimen de incendios del Ártico y lo que esto significa para nuestro futuro climático", agregó.
El fuego zombie que arde sin llama
Los recientes incendios del Ártico se diferencian en dos aspectos. El fuego de una temporada de crecimiento anterior puede arder sin llama en la turba (rica en carbono y bajo tierra) durante el invierno para luego volver a encenderse en la superficie tan pronto como el clima se calienta en primavera.
La segunda característica es la nueva aparición de incendios en paisajes resistentes al fuego. A medida que la tundra en el extremo norte se vuelve más cálida y seca bajo la influencia de un clima más cálido, los tipos de vegetación que normalmente no se consideran combustibles comienzan a incendiarse: arbustos enanos, juncos, hierba, musgo e incluso turbas superficiales.
Por otro lado, los paisajes húmedos como pantanos también se están volviendo vulnerables a las quemaduras. El equipo de investigación ha estado rastreando la actividad de los incendios en el Ártico ruso en tiempo real utilizando una variedad de herramientas satelitales y de detección remota.
Las consecuencias de los "incendios zombies"
Las consecuencias de este nuevo régimen de incendios podrían ser importantes para el paisaje y los pueblos del Ártico y para el clima global. Más de la mitad de los incendios detectados en Siberia este año se produjeron al norte del Círculo Polar Ártico en el permafrost con un alto porcentaje de hielo subterráneo.
Este tipo de permafrost retiene enormes cantidades de carbono de la biomasa antigua. Los modelos climáticos no tienen en cuenta el rápido deshielo de estos entornos y la consiguiente liberación de gases de efecto invernadero, incluido el metano.
En un nivel más local, el deshielo abrupto del permafrost rico en hielo en los incendios forestales causa hundimientos, inundaciones, pozos y cráteres, y puede sumergir grandes áreas bajo lagos y humedales. Además de perturbar la vida y los medios de subsistencia de los residentes del Ártico, estas características están asociadas con más gases de efecto invernadero que se mueven desde donde están atrapados en el suelo hacia la atmósfera.
Las herramientas de modelado y los datos de detección remota pueden ayudar, pero solo si se combinan con el conocimiento local y especializado sobre dónde el carbono heredado almacenado en turbas o permafrost es vulnerable a la quema y cómo cambian los entornos después de los incendios forestales. Los expertos alertan que este tema es tan importante para el sistema climático que debe considerarse como un asunto de relevancia mundial.