Nadia Podoroska está atravesando el mejor momento de su carrera y muestra un crecimiento casi semana a semana en su juego. Con su victoria del miércoles en Roland Garros sobre la kazaja Yulia Putinseva por 6-3, 1-6 y 6-2, la rosarina se instaló por primera vez en la tercera ronda de un Grand Slam y acaricia un lugar en el top 100.
Pero para este presente ideal a los 23 años, la tenista trabajó no sólo en el aspecto tenístico junto a sus entrenadores Juan Pablo Guzmán y Emiliano Redondi, sino que esa tranquilidad que exhibe tiene mucho que ver con la estabilidad emocional que halló desde hace un año, cuando decidió trabajar con Pedro Merani, un coach de bowling argentino que vive en Doha y dirige a la selección nacional de Qatar.
Merani desarrolló un método para el juego mental que está basado en dos pilares: el bompu zen, que está fuera de toda forma filosófica-religiosa, y la neurociencia. Así lo explicó la propia Podoroska tras su victoria ante Putinseva, la primera que consigue sobre una top 30. "Lo conocí a través de mis entrenadores Juampi Guzmán y Emi Redondi. Es un aspecto que yo nunca había trabajado: no está relacionado a la psicología sino que es más un entrenamiento mental para la competencia. Tiene ejercicios diarios de meditación, relajación, visualización. Es un proceso de autoconocimiento", remarcó la tenista, que ahora buscará el viernes ante la eslovaca Anna Karolina Schmiedlova su lugar en los octavos de final.
“Es una persona que se dedica a los temas relacionados con la concentración y la meditación. Encontré una seguridad importante en ese aspecto y es algo que influye mucho en mis resultados”, explicó la rosarina sobre Merani.
Los éxitos del trabajo están a la vista en los objetivos que está cumpliendo la campeona panamaricana, que ya tiene garantizada su plaza en los Juegos Olímpicos de Tokio. "Siempre me enfoco en mí misma. Me siento una jugadora muy completa que puede hacer muchas cosas en la cancha. Estoy contenta por cómo estoy jugando. Está bueno darse cuenta que se pueden ganar estos partidos", remarcó tras su victoria sobre Putinseva, que venía de llegar a los cuartos de final en Roma y en el Abierto de Estados Unidos. Un detalle: hasta ahora, sólo había jugado una vez ante una top 30, cuando perdió con la francesa Caroline Garcia (24 en ese momento) en Monterrey 2017.
Podoroska, que vive y se entrena en Alicante, en la academia Tennis Positivo, está disputando su segundo main draw en un torneo grande después de su participación en el US Open 2016, un dato no menor para el tenis argentino dado que la rama de mujeres no tenía una representante nacional en singles desde Paula Ormaechea en la edición de 2014. "Ojalá esto sirva para que las más jóvenes se motiven y vean que se puede llegar a jugar acá. Eso hace falta en nuestro país y en la región, ojalá que pueda seguir así para motivarlas”, explicó