helen torres, así, con minúscula, tuvo un crush a principios del milenio con Dona Haraway y esa atracción apasionada se convirtió en una relación de larga data. Una relación como una cuerda con la que juegan las sujetas, las palabras, los animales y las plantas, el tiempo que transcurre, los virus, las bacterias para hacer diseños que brillan más que las individualidades para fundirse en una aventura colaborativa. Parte de esa aventura es la traducción al español de torres --publicada el año pasado por la editorial Consoni- de Seguir con el problema, el texto de Haraway que anda de mano en mano (o de pdf a pantallas) en este tiempo de catástrofe en el que no queda más que eso, seguir con el problema, inventar modos de vivir en la tierra dañada más cerca de las resistencias y reparaciones que de las soluciones rimbombantes. Porque nadie ni nada está a salvo y hay que vivir y morir en esa incerteza.
--Lo primero que leí de ella fue La promesa de los monstruos, como en 2003, y enseguida me di cuenta que ahí estaba todo lo que quería.
--¿Y qué era eso?
--Otra forma de pensar, que es lo que antiguamente ella llamaba SF aludiendo a la ciencia ficción (según las siglas en inglés) y ahora ya lo llama SF nombrando a la vez figuras de cuerdas, ciencia ficción, fabulación especulativa, feminismo especulativo (todas las categorías coinciden, en inglés, con SF). Ella crea ontologías diferentes. El pensamiento científico está contaminado de una visión patriarcal, colonialista y capitalista. Entonces ella va desmenuzando todos estos argumentos y nos muestra otra forma. La ciencia se construye a través de relatos, dice, y los relatos son ficción. Entonces cómo construyamos esos relatos va a determinar un conocimiento u otro, y va a crear un objeto u otro. Los seres no preexisten a las relaciones.
--Y como deriva este crush con Haraway con el ensayo sobre el amor que presentás en el festival Byte Beta, en el Centro Cultural Kirchner, aún a través de la vida virtual.
--Sí, del amor. Yo vengo del movimiento pos porno cuando ni siquiera tenía ese nombre sino que creíamos que estábamos haciendo eso de lo que hablaba Deleuze sobre liberar los cuerpos a partir de la liberación de la sexualidad. El nombre vino después y el movimiento fue gracias que Paul Preciado abrió el Macba para eso. Pero a partir de esa experiencia el tema del amor y las emociones siempre me preocupó. Porque sí, éramos todas muy libres, todo el mundo cogiendo con todo el mundo, pero en el tema de las emociones éramos un desastre, igual que el hombre blanco heterosexual mas malo del mundo mundial. A nivel celos, sí, también de seguir manteniendo la idea de pareja monógama, nuclear, que no me parece ni bueno ni malo, pero que eran cosas que repetíamos sin cuestionar, o haciendo ver que no éramos así pero sí haciéndolo. Imaginate las emociones en todas esas experiencias, BDSM, sexo público, orgías que implicaban unas relaciones entre las personas que eran más estáticas que las prácticas. Desde entonces me vino preocupando mucho el tema de trabajar las emociones, y como nos hacen hacer cosas o no.
--¿Cómo nos hacen hacer cosas?
--Claro, la idea que tenemos de las emociones, por ejemplo, pensamos que son algo que hay que controlar. Cosa que es imposible, ¿cómo controlo los celos? Lo que yo puedo es hacer que esa emoción no se transforme en acción. También creo que cuando cambiamos las formas de pensar las cosas, las emociones cambian también. Pensamos que nacemos con las emociones, que están en nuestro código genético. Las emociones no están ahí, son construcciones como tantas otras cosas
--Fuertemente atadas a una idea de sujeto en cuyo interior se mueven tempestuosas.
--Exacto, pero si te alejas del exepcionalismo humano que considera que las emociones humanas son las que prevalecen y nos entendemos como parte de un ecosistema en donde mis acciones van a tener una repercusión en una multitud de seres, y van a transofrmar a ese otro ser con el que yo me estoy relacionando. Eso de que las emociones saltan y nos arrebatan, deja de ocurrir.
--Ojalá.
--Yo lo he comprobado. No científicamente, conmigo misma.
--Contame un poco más.
--Los celos para mí son un re tema, porque no podés dejar de sentirlos. Por ejemplo, siento celos de mis amigas, de mis amistades... tengo celos cuando una amistad se va con otra amistad que es más importante que yo. Se trata de reconocerlo sin más, no flagelarse. Dejar que la emoción transcurra, sentir la cosa física y no tomar decisiones. No llamar a la amiga para decirle que es una desgraciada porque no me quiere. Esa emoción existió, pero no pasa nada.
--Vos decís que no se trata de sentir sino de hacer. ¿El posporno no te resultó una forma de hacer otras relaciones?
--Tuvo la gracia de coger con amigas, que es lo más lindo que hay porque no estás tan preocupada por la pareja y la lacra del amor romántico que sigue cultivando que el amor es una relación amorosa-sexual. Entonces la pareja es amor, ¿pero y el amor filial? ¿el amor por mi perro? Yo lo amo, no es mi amigo, no le cuento mis problemas, pero pienso en él y lo amo. Para mí el amor tendría que ser entendido como una relación de interés, en el sentido etimológico. De lo que está entre dos cosas, inter- ese. Entonces ahí en esa relación de interés tiene que haber un respeto. Necesitamos salir de la narrativa capitalista, patriarcal, heterocentrada del uno y el otro que es lo que el amor romántico reproduce. Cuando ya no es un relación entre un uno y un otro, si no que la relacionalidad se ve como una red mucho más amplia, el amor se abre, a una cosa que parece un poco naif, pero en realidad es bastante más revolucionario que es intentar cambiar el concepto de pareja. Por eso nunca me gustó el concepto de poliamor.
--¿Por qué?
--Porque es una multiplicación de parejas, la gente se vuelve loca con el poliamor. Tenes una pareja, el otro se enfadó porque estás más tiempo con esta que con la otra... Hay gente a la que le funciona, no digo que no. Pero empiezan a aparecer otra serie de normas sobre lo que podés hacer y lo que no. El amor no puede ser eso. El amor es parte de una emoción.
--Pero poliamor también puede ser una multiplicidad de relaciones distintas, algunas sexo afectivas, otras sólo afectivas pero mimosas, diversos modos de compartir la vida. Tal vez el tema sea el de las jerarquías.
--Yo creo que muchas veces la gente la pasa mal en el poliamor porque seguimos pensando románticamente. Entonces los celos son terribles, si ya entre dos es terrible, imagínate si son 4 o 5. Ya con que sean tres. Imagínate el infierno en lo que se puede transformar esa cosa.
--Estamos en un embrollo entonces, Haraway hablando de justicia reproductiva piensa en modos de hacer parentesco y no bebés en relación a poner los cuidados por encima de los lazos de sangre y fantasea con niñes que tengan al menos tres progenitores.
--Haraway habla de familias extendidas, de parentescos raros, ¿qué quiere decir? Que no podemos cargarnos la familia del todo porque no funciona. En el mundo de lo queer eso lo sabemos bien, vos te vas de la familia, la diáspora cuir, la gente construye sus propias familias, pero muchas veces cuando esa persona está muy enferma o está en una situación muy extrema ¿al final que pasa? Tiene que volver a la familia, a la familia de sangre, porque la otra red muchas veces no tiene la capacidad o no está articulada de una manera que pueda servirle de soporte. En el mundo de lo cuir nos cargamos la familia porque necesitábamos eliminar esa institución pero después terminan armando sus propias familias de sangre.
--¿A qué te referís? ¿A tener hijes?
--Exacto o casarse. Yo creo que nos falta extender la familia, que no sea el núcleo familiar cerrado si no una comunidad un más amplia. O muchas veces la familia son las personas que habitan bajo el mismo techo. Aquí en España pasa mucho en edificios enteros ocupados y habitados por muchas personas que en el momento de confinamiento esa gente montó una red de cuidados impresionantes entre las distintas casas Tenias varones cis migrantes racializados con personas trans, con mujeres… Yo creo que la familia ahora va a tender un poco hacia eso, en donde los parentescos no son solo sanguíneos y que incluye otras especies no humanas. Es como dejar de pensar en la idea del huerto y la casita para pensar ¿estás haciendo daño a la tierra con ese huerto? ¿O vas a tener una relacionalidad con eso que estas plantando para un consumo o un cuidado colectivo? Pasa lo mismo con la crianza de las criaturas, se habla mucho de la crianza colectiva pero lo cierto es que yo crio a la mía y después vemos. No hay establecidos este tipo de crianzas compartidas entre varios con la misma autoridad que podría tener la mamá, el papá o el progenitore.
--Me parece que más que la autoridad el tema está en la responsabilidad afectiva y material en el cuidado y la atención de las vulnerabilidades que todes tuvimos, tenemos o vamos a tener.
--Justamente en este momento del confinamiento se montaron redes de apoyo mutuo y quienes lo montaron eran quienes no tenían familia. Ante la necesidad de tener un respaldo mas importante, estas redes funcionan como si fueran familias. Pero con les niñes es otra cosa. Es como que las madres o los padres se quedan con eso, la responsabilidad última es quien te ha parido o de quien está haciendo de madre o de padre, esas figuras las tenemos muy en la cabeza. Eso es lo que tenemos la oportunidad de cambiar, si la crianza es compartida, la responsabilidad es compartida. Hoy es una necesidad imperiosa, quienes viven dentro de la normalidad no lo ven como una necesidad, eso va a salir de los colectivos de personas que lo necesiten porque no lo tienen.
--Se necesita de la falta para inventar otra historia.
--Sí, y no todo se transforma de un día para el otro.
--En este momento, sin embargo, parece que sí se ha transformado todo de un día para el otro.
--Por eso mucha gente renuncia a darse cuenta de lo que esta pasando. La falta es lo que permite generar nuevas utopías o generar una nueva inercia, sobre todo en algo que parece tan incuestionable como la familia o el amor, que siguen reproduciéndose más allá de ciertos desvíos… bueno hay que ver si se acepta la fragilidad o se niega el riesgo.
El amor en tiempos de catástrofes
Charla x Helen Torres (UY-ES)
Domingo 4 de octubre, 12 hs I Vía youtube.com/elCCKirchner