"Hoy supimos que cuatro de cada diez argentinos es pobre y eso tiene mucho que ver con la pandemia. Los resultados de la pobreza serían infinitamente más negativos si el Estado no hubiera auxiliado como lo hizo. Desplegamos un montón de instrumentos para llegar a los más vulnerables", explicó el presidente Alberto Fernández respecto al índice de pobreza del 40,9 por ciento conocido ayer. En Gobierno esperaban esa cifra con cierta resignación, sabiendo que sería dura porque correspondía a los peores meses de la cuarentena. Al participar de un encuentro virtual organizado por la Pastoral Social de la Iglesia porteña, el Presidente admitió que "nadie puede estar en paz con su conciencia", con esas cifras de pobreza e indigencia pero también rescató lo realizado por su gestión durante estos meses de dificultades y subrayó "cuán ausente estuvo el Estado" para millones de argentinos durante los años anteriores.
El Presidente hizo un repaso de lo sucedido cuando decidieron poner en marcha una ayuda especial para paliar las consecuencias de la pandemia. “Cuando pusimos el IFE en funcionamiento lo hicimos pensando que iba a alcanzar a 600 mil monotributistas y a 2 millones de personas que entendíamos que el Estado no tenía registradas, pero ese número fue creciendo hasta descubrir que había 9 millones de argentinos que estaban totalmente afuera del sistema”, recordó. Y señaló que de ese modo "fuimos en auxilio de esos argentinos, con el plan Contra el Hambre, con la Tarjeta Alimentar, con la AUH, incrementando el ingreso de los jubilados, y así y todo la pandemia nos dejó con esta situación de pobreza que hoy enfrentamos y que es el desafío que tenemos que asumir”.
El nuevo índice coincidió con la participación del Presidente en este evento social coordinado por el padre Carlos Accaputo, titular de la Pastoral de la Arquidiócesis de Buenos Aires, que presentó el documento "Hacia una cultura del encuentro. Un país para todos". También participaron el vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli, el secretario general de la CGT, Héctor Daer, el presidente de la UIA, Miguel Acevedo, el titular de Coninagro, Carlos Iannizzotto, el secretario de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular, Esteban Castro, y el rector de la Universidad Nacional de San Martín, Carlos Greco, entre otros dirigentes y referentes sociales.
Obviamente, tratándose de la arquidiócesis porteña que alguna vez encabezó, hubo muchas referencias al papa Francisco. El Presidente, que se conectó al zoom desde la Casa Rosada, dijo compartir con el Papa la idea de "tenderle la mano a lo que están en el fondo del pozo y volverlos a subir al escenario social". "Nadie sobra en la Argentina, la idea de pensar una Argentina para pocos no es nuestra idea, la nuestra es una Argentina inclusiva, que le tienda la mano a todos”, aseguró Fernández.
Y así como consideró a la pandemia como la principal responsable de los índices de pobreza difundidos ayer, también la interpretó como una posibilidad para construir un sociedad menos desigual y más solidaria. "El desafío es cómo hacemos que en la Argentina se distribuya de otro modo, porque la concentración lo único que ha logrado es que haya pocos ricos y millones de pobres. El desafío es construir una sociedad más igualitaria, más equitativa, más equilibrada”, aseguró.