El modelo agroexportador argentino fue excluyente en múltiples dimensiones (social, política, económica). Las condiciones de vida fueron pésimas para las mayorías populares, tal como reconociera el célebre informe oficial redactado por Juan Bialet Massé. La clase obrera no estuvo invitada a la fiesta del “granero del mundo”.

Por caso, el Centenario de la Patria se “festejó” con Estado de Sitio, encarcelamiento de sindicalistas y deportación de 600 trabajadores. Los años previos habían sido muy movidos: siete huelgas generales se convocaron entre 1902 y 1910. La década siguiente fue aún más “picante” con las emblemáticas protestas obreras en La Forestal, el sur patagónico y la Semana Trágica. Este último acontecimiento histórico tuvo algunos ribetes particulares. La historia comenzó con un clásico pliego de reivindicaciones (aumentos salariales, reducción de la jornada laboral, reincorporación de obreros despedidos por su actividad sindical) elaborado por los trabajadores de los talleres metalúrgicos Vasena. Lo que parecía un conflicto circunscripto a ese establecimiento escaló muy rápidamente.

El 7 de enero de 1919, la represión a un piquete huelguista finalizó con el asesinato de cuatro trabajadores. Dos días más tarde, el multitudinario cortejo fúnebre -que acompañaba a las víctimas obreras desde La Boca al cementerio de la Chacarita- fue atacado por las fuerzas policiales comandadas por el comisario general Luis Dellepiane. La furia represiva provocó veinte nuevas víctimas fatales. A su vez, los grupos de choque paraestatales atentaron contra sindicatos, locales de izquierda e instituciones judías. El epicentro de ese accionar fue el Barrio Once o “Pequeña Rusia” como se lo conocía por aquellos días. Un afiche callejero, firmado por el Comité Pro-Argentinidad, proponía “que caiga sobre los judíos la execración pública”.

En “El pogrom como deporte de las clases pudientes” (artículo publicado en Página/12, 06/1/2019), Juan Forn relata que “se sale a cazar judíos, lisa y llanamente. El pogrom como deporte de las clases pudientes. Coto de caza: de Once a Villa Crespo, zona liberada…el irrepetible Soiza Reilly, maestro de la crónica callejera, agrega: 'Se los obligaba a golpes a cantar el Himno Nacional, y a quienes no lo sabían se les orinaba en la boca”. Poco después escribirá que nunca se practicaron tantos abortos en el Once y Villa Crespo como en los tres meses siguientes a la Semana Trágica, por las innumerables víctimas que hubo de violación”.

La cantidad total de víctimas se desconoce a ciencia cierta pero se estiman en 700 muertos y más de 2.000 heridos. Los pedidos de informes legislativos sobre los hechos conocidos como la Semana Trágica fueron bloqueados por el oficialismo radical. El 17 de enero de 1919, la Federación Universitaria Argentina (de simpatías yrigoyenistas) emitió un comunicado donde denunciaba que “el movimiento que se inició en Buenos Aires revistió características subversivas, revelando la existencia en el seno de la sociedad argentina de gérmenes nocivos, arribaron a nuestras playas hombres con taras morales, lo que revela la necesidad de seleccionar al extranjero que ingresa a nuestro país”.

 

La xenofobia es un mal que reaparece en Argentina (y el mundo) en distintas etapas históricas. En 2001, la revista La Primera - de Daniel Hadad – publicó una tapa con el título “La invasión silenciosa”. La foto de una persona con características aindiadas era acompañada del siguiente texto: “Los extranjeros ilegales ya son más de dos millones. Le quitan trabajo a los argentinos. Usan hospitales y escuelas. No pagan impuestos. Algunos delinquen para no ser deportados. Los políticos miran para otro lado”. 

El 4 de noviembre de 2016, el entonces jefe de bloque de senadores nacionales del peronismo (Miguel Angel Pichetto) expresó que “el problema es que nosotros siempre funcionamos como ajuste social de Bolivia y ajuste delictivo de Perú, es interesante el tema. Perú ha resuelto su problema de seguridad, ha transferido a todo el esquema narcotraficante. Las principales villas de la Argentina están tomadas por peruanos, y por argentinos cómplices, no quiero tampoco discriminar”. 

El actual dirigente de Juntos por el Cambio podría haber dicho citando a Micky Vainilla: “No distingo, son todos inferiores”.