La Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó una declaración que afirma que en Venezuela hay una "grave alteración inconstitucional del orden democrático" y exige al Gobierno de Nicolás Maduro que restaure "la plena autoridad" de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora. La resolución se da después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) dejara sin efecto una decisión previa, a través de la cual asumía las funciones legislativas del Parlameno, controlado por la oposición.

El texto fue aprobado "por mayoría" (17) de los 21 Estados presentes en la Sala, ya que solo se abstuvieron cuatro de ellos: República Dominicana, Bahamas, Belice y El Salvador. El documento lo presentaron Argentina, Brasil, Canadá Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, EE.UU., Jamaica, México, Panamá, Paraguay y Perú. Establece que “en la medida que sea necesario", se emprenderán "gestiones diplomáticas adicionales" para “fomentar la normalización de la institucionalidad democrática".

En el momento de la presentación y debate de la resolución no estuvieron presentes Bolivia, Venezuela y Nicaragua, que abandonaron la sesión tras denunciar que se trata de una reunión "ilegal" y un "golpe de Estado institucional" al haberse celebrado pese a que Bolivia, titular de la presidencia del Consejo, la suspendió esta mañana. El embajador de Venezuela, Samuel Moncada, advirtió antes de salir de la sala que cualquier cosa que fuera aprobada en esta sesión no sería tomada en cuenta por su Gobierno al considerar que la reunión es "ilegal".

El embajador de Honduras, Leónidas Rosa Bautista, fue quien presidió la reunión a instancias del asesor jurídico del organismo, Jean Michel Arrighi, quien explicó que, al no estar el presidente (Bolivia) ni el vicepresidente (Haití), le correspondía el puesto al embajador hondureño por ser el de más antigüedad en la OEA.

Mientras la canciller argentina Susana Malcorra dirigía su discurso, en el que señaló que el Mercosur denuncia una "ruptura del orden constitucional" en Venezuela, los embajadores de Bolivia y Venezuela ante la OEA irrumpieron en la sesión".  El embajador de Bolivia, Diego Pary, que ostenta la presidencia de turno del Consejo Permanente, lamentó que "un país amigo" (Honduras) asuma "de manera golpista" e "ilegal" la presidencia del Consejo" y dijo que "no acepta de ninguna manera" que esa facultad le sea usurpada.

Por su parte, Moncada consideró "una grosería" que la canciller argentina "esté hablando sobre Venezuela sin nuestro permiso" y consideró la sesión "un golpe de Estado". Malcorra viajó a Washington como representante del Mercosur, del que la Argentina ostenta la presidencia pro témpore, y fue una de las impulsoras de la sesión.

El presidente boliviano Evo Morales también rechazó la sesión y denunció que la OEA volvió a convertirse en un “Ministerio de Colonias”.