El equipo económico lanzó un nuevo paquete de medidas para contener las presiones cambiarias, incrementar el nivel de las reservas internacionales y reducir la volatilidad financiera. Como parte de esta estrategia coordinada, el Banco Central anunció la actualización de sus lineamientos de política monetaria, con el objetivo de adaptar la hoja de ruta de la entidad a las necesidades de la coyuntura.
Entre varios objetivos, sobresale el objetivo de administrar la brecha cambiaria, que quedó expuesto en los siguientes lineamientos informados: por un lado, "el BCRA utilizará su capacidad de intervención a través de operaciones de mercado abierto"; esto significa intervenir en el dólar Bolsa (Mep y Contado con Liquidación), obviamente para bajarlo del actual nivel de 145 pesos; y por otro, "el ritmo de depreciación diario se adecuará en forma gradual a las necesidades de la coyuntura", lo que implica la posibiliad de acelerar el ritmo de devaluación o darle un grado de volatilidad que permita al BCRA estar por delante de los movimiento del mercado.
Bajar el techo de la brecha (dólar Bolsa) y eventualmente subir el piso (dólar oficial) significaría acortar la diferencia y, por lo tanto, disminuir las expectativas de devaluación de los operadores.
Medidas
El Banco Central apuntó a cinco frentes:
1. Subir del 19 al 24 por ciento la tasa de interés de los pases, para incrementar el atractivo de ahorro en moneda local.
2. Modificar la estrategia de intervención uniforme del tipo de cambio para generar una menor previsibilidad.
3. Permitir transacciones de comercio exterior en yuanes.
4. Se premiará a las nuevas inversiones extranjeras directas.
5. Se impedirá que los funcionarios del sector público de máximo nivel puedan comprar dólares.
En el detalle sobre las tasas de interés, el Central decidió “modificar la tasa de pases pasivos a un día de plazo y ubicarla en 24 por ciento, lo que implica un incremento de cinco puntos porcentuales respecto del nivel vigente de 19”.
La entidad aseguró que “la decisión busca incrementar el atractivo de los instrumentos financieros en moneda local de corto plazo, en vistas de desalentar comportamientos que podrían afectar el mercado de cambios en un contexto de tensiones estacionales que se registran en la actualidad”.
La segunda medida apunta a abandonar el mecanismo de devaluación uniforme, otorgando mayor volatilidad y manteniendo el nivel competitivo del tipo de cambio real multilateral. “En el marco de la estrategia de flotación administrada, el ritmo de depreciación diario se adecuará en forma gradual a las necesidades de la coyuntura”, dijo el Central.
En el detalle de la tercera medida se mencionó que “se abrirá una rueda en el MAE (Mercado Abierto Electrónico) y se tramitará las autorizaciones en el Rofex para permitir la compra del yuan renminbi contra el peso argentino para operaciones de comercio exterior”. También se abrirá la posibilidad de celebrar contratos a futuros denominados en yuanes. El Central precisó que esta medida no implica que se puedan comprar yuanes físicos para atesoramiento ni se permitirá la apertura de cuentas bancarias denominadas en esa moneda. Está destinada a facilitar la operatoria de comercio exterior.
“El Banco Central utilizará sus reservas en esa moneda para responder por estas operaciones y no está previsto la activación del swap de monedas firmado con el Banco Popular de China”, aclaró la autoridad monetaria.
Para la cuarta medida se precisó que se facilitarán “las nuevas Inversiones Extranjeras Directas permitiendo que tengan libre acceso al mercado oficial para repatriar las inversiones a partir del primer año de realizadas”.
En cuanto a la quinta iniciativa, se planteó que “la autoridad monetaria bloqueará los Cuit para la compra para atesoramiento de divisas de los funcionarios del máximo nivel de la administración pública nacional hasta el rango de subsecretarios o equivalentes, de legisladores nacionales (diputados y senadores), y directores de bancos públicos incluidos los del Banco Central.”
El documento de actualización de los lineamientos de la autoridad monetaria se concentró en puntos clave para el manejo de la macroeconomía y la coordinación con otros sectores de la política económica. La tasa de interés y el manejo de la liquidez, el tipo de cambio, las regulaciones cambiarias y la política de crédito son los principales puntos en los que habrá nuevas estrategias para potenciar la recuperación del mercado interno.
Tasa de interés
“En un contexto en el que se registran tensiones en el mercado de cambios, se acrecienta la relevancia de la política monetaria como instrumento de estabilización financiera y externa”, planteo la autoridad monetaria.
Mencionó que “se redoblarán los esfuerzos para desarrollar instrumentos de ahorro e inversión que permitan a los argentinos obtener rendimientos positivos no solo respecto de la evolución de la inflación, sino también en relación a la evolución del tipo de cambio”.
“Se procurará armonizar progresivamente las tasas de referencia de los instrumentos de política monetaria, minimizando el impacto sobre el costo de esterilización”, dijo la entidad buscando mostrar prudencia en el manejo de la política monetaria.
“En el marco de los favorables resultados obtenidos en materia de normalización de la deuda pública, el Banco Central utilizará su capacidad para intervenir a través de operaciones de mercado abierto, a los efectos de auspiciar una mayor liquidez, profundidad y transparencia de los mercados de deuda soberana”, planteó la entidad.
“En vistas de apuntalar el comienzo de una nueva etapa en la que el mercado de capitales local asuma la importancia creciente en la estrategia de financiamiento del sector público”, detalló la autoridad monetaria.
Tipo de cambio
“En la actualidad, el nivel del tipo de cambio se encuentra en un nivel competitivo. El tipo de cambio real multilateral se ubica por encima de su promedio histórico, al tiempo que la balanza comercial acumula un importante superávit, ratificado también por el resultado positivo de la cuenta corriente del balance de pagos.”, indicó la entidad.
Mencionó que se reafirma la estrategia de sostenimiento de la estabilidad del tipo de cambio real, que se considera en línea con el objetivo de acumulación de reservas internacionales. La entidad reiteró que “el ritmo de depreciación diario se adecuará en forma gradual a las necesidades de la coyuntura, de modo de evitar efectos no deseados sobre la competitividad, los precios internos, la evolución de los activos y pasivos y la distribución del ingreso.
Regulaciones cambiarias
“En un contexto signado por la escasez (de divisas), las regulaciones sobre el mercado de cambio buscan evitar desequilibrios temporales que pudieran afectar la posición de reservas internacionales, planteó el BC.
Agregó que “las regulaciones son un instrumento necesario para la coordinación de las decisiones individuales mientras se avanza en la mejora de la situación fiscal, externa y monetaria. Se trabajará activamente en esta coordinación durante la transición para evitar los impactos negativos sobre la actividad productiva”.
Política de crédito
Para morigerar el impacto económico de la pandemia, el Central aseguró que se puso en marcha un conjunto de instrumentos de crédito, cuyos resultados han permitido un inédito crecimiento del financiamiento a pequeñas y medianas empresas.
“La normalización del nivel de actividad que comienza a evidenciarse en algunas regiones y sectores, permitirá paulatinamente reducir y focalizar los esfuerzos de asistencia crediticia a tasas reales negativas, adaptándose a las necesidades de la nueva etapa”, cerró el informe de la autoridad monetaria.