El sábado hubo una reunión en Olivos donde quedaron definidos los grandes rasgos y el miércoles a la noche el presidente Alberto Fernández, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero y su segunda Cecilia Todesca y el ministro de Economía Martín Guzmán terminaron de pulir el detalle de los anuncios en la Casa Rosada. "Apuntamos, por demanda, a priorizar la producción y, por oferta, generar más dólares genuinos", explicaba uno de los funcionarios que participaron de la elaboración de las medidas que, aseguraban, venían charlando con los sectores involucrados aún desde antes de que se conocieran las disposiciones que endurecieron los controles sobre el dólar. Por eso valoraban especialmente la participación de las cámaras empresariales que estuvieron ayer en la Casa Rosada y sus declaraciones en el Patio de las Palmeras acerca de que consideraban los anuncios como un buen principio.
Fernández participó activamente del diseño de las medidas. También en esa charla del fin de semana estuvieron el ministro de la Producción, Matías Kulfas, el de Agricultura, Luis Basterra, el canciller Felipe Solá, la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz. En el Gobierno explicaban que estas medidas eran un nuevo paso en el objetivo fijado de dejar atrás la crisis de la pandemia -que quieren que quede circunscripta a lo sanitario- y volver a apuntar a los objetivos originales de diciembre pasado, en cuanto a priorizar todo lo que sea trabajo y producción.
Cerca del ministro Guzmán reconocían que en este caso había tenido una participación más activa en el diseño de las medidas que cuando se anunciaron las restricciones para el dólar, que se sabe que era un paso al que se resistía. "Centralizó y coordinó los anuncios hasta último momento", destacaban anoche en Economía. Incluso, con el comunicado que emitió en paralelo el Banco Central, pese a que se sabe que mantiene algunas diferencias de criterios con su presidente, Miguel Pesce.
Cuando fue lo del dólar, nadie quedó muy conforme con la manera en que se había anunciado, con conferencias de prensa separadas que no dieron la idea de la unidad de objetivos que se pretendía exhibir. Ayer, el panorama que ofreció el Salón de las Mujeres fue bien diferente con Guzmán rodeado del gabinete económico y los representantes de las Cámaras. Incluso, previo al acto público, hubo un encuentro encabezado por Cafiero donde le anticiparon a los empresarios lo que se anunciaría a continuación. Después, el jefe de Gabinete prefirió dejar su lugar para acentuar el carácter económico y productivo de la presentación.
La Mesa de Enlace había sido invitada pero no participó. En Gobierno destacaban que integran el Consejo Agroindustrial que sí estuvo representado con José Martins. "Hicieron mucho lobby en la previa, querían medidas más drásticas", concedían en la Casa Rosada. De hecho, en el zapping previo, era posible ver en televisión a dirigentes y voceros del sector agropecuario advirtiendo que si la baja de las retenciones era la que se rumoreaba no alcanzaría para inducirlos a liquidar los granos retenidos. "Obviamente, si comparás lo que ganaban en el macrismo entre las retenciones más bajas y la bicicleta que hacían con la tasa de interés, siempre va a ser poco para ellos", respondían en Gobierno. Pero advertían sobre los beneficios de la "ventana" que se les abría en octubre a los productores con una soja a un buen precio y la baja de tres puntos en las retenciones, justo en la previa a las elecciones de Estados Unidos, que podrían provocar efectos inesperados en los mercados. "Creemos que muchos van a aprovechar la posibilidad", aseguraban.
A nivel político, las medidas también fueron conversadas en el tradicional almuerzo semanal del que participan Sergio Massa y Máximo Kirchner, que esta semana se hizo el miércoles en vez del martes. El otro tema preponderante del encuentro fue la decisión de la Corte Suprema de aceptar el per saltum de los jueces trasladados por el macrismo. Por primera vez, ayer Cafiero se refirió al tema desde la Casa Rosada y dijo que el Gobierno, el Senado y el Consejo de la Magistratura habían actuado conforme la Constitución y que ahora había que ver si la Corte Suprema actuaba de la misma manera. Obviamente, era algo que también había arreglado antes con el Presidente. Si bien son temas muy diferentes -medidas económicas y la Corte Suprema- en Gobierno encuadraban ambas apariciones en la nueva estrategia oficial de plantear una agenda más activa tanto a nivel político como económico, acompañada por un discurso más frontal. "Es así, ahora las vamos a ir a trabar todas", explicaban en jerga futbolera.