Los hombres predominan en el 85% de los organismos que toman decisiones y aconsejan sobre la lucha contra el coronavirus en el mundo, según un estudio publicado este jueves por la revista “BMJ Global Health”.
Esa distribución de género se ha convertido en un “patrón perturbadoramente aceptado en la gobernanza global sobre salud”, advierten los autores del trabajo, de diversos centros académicos internacionales.
El estudio asegura que ese sesgo puede “minar la efectividad de la respuesta a la pandemia y, en último término, costar vidas”, resalta un comunicado de la revista científica.
En este sentido, los autores señalaron que aunque en los últimos años se han dado pasos para avanzar hacia una gobernanza sanitaria más equilibrada en cuestión de género, la Covid-19 tomó “al mundo por sorpresa”, lo que llevó a “formar a toda velocidad muchos grupos de asesores y paneles de expertos”.
Desequilibrio de género
Para determinar la proporción de hombres y mujeres en esos órganos de decisión, los responsables del estudio, financiados por la Fundación Bill y Melinda Gates, analizaron datos procedentes de 87 países.
En total, tuvieron en cuenta 115 grupos de expertos y órganos de decisión sobre el coronavirus. En el 85% de ellos había más hombres que mujeres, en un 11,5% había más mujeres que hombres, y en un 3,5% se registraba paridad entre ambos géneros. Al mismo tiempo, el 81% de los organismos analizados estaban liderados por un hombre.
El trabajo puntualiza que la proporción de mujeres suele ser mayor en los grupos asesores y menor en los órganos con poder ejecutivo, algo que “probablemente refleja potenciales sesgos sociales y estereotipos de género sobre el liderazgo”, según los autores.
En Estados Unidos, por ejemplo, las mujeres representan solo el 9% del grupo de trabajo de la Casa Blanca sobre el coronavirus, pero son el 82,5% en el equipo de respuesta a la pandemia en la agencia sanitaria nacional.
Cambios futuros
Los responsables de la investigación hacen hincapié en la necesidad de que en los órganos de decisión sobre crisis sanitarias haya un equilibrio en cuanto al “género, etnicidad, raza y cultura” de sus miembros.
Siguiendo esta línea, reclaman que se dejen de utilizar los “escenarios de emergencia” como justificación para “dejar de lado la transparencia en nombre de la seguridad sanitaria”. “La gobernanza de puertas cerradas debería ser reemplazada por una comunicación y una toma de decisiones transparente”, sostienen.
“Alcanzar una masa crítica de mujeres en cargos de liderazgo, incluso como resultado de una selección intencionada o cuotas, beneficia a los procesos de gobernanza”, concluyen los responsables del estudio.