De un lado el Leeds de Marcelo Bielsa y del otro el Manchester City de Pep Guardiola. Un cruce prometedor que empezó con halagos de ambas partes. “El Leeds es un equipo completamente diferente a cualquier otro de la Premier League. Tenemos que jugar nuestro juego. Hay muchos, muchos aspectos en un partido. Tenemos que controlarlo”, dijo el técnico que en 2009 ganó con el Barcelona y puso en lo más alto al equipo Culé.
"Le hizo mucho daño al fútbol", se despachó Bielsa con un característico elogio y argumentó: "Sin quererlo, inventó un sistema, que es 'cómo se defiende contra un equipo de Guardiola'. Ya vio cómo se defiende contra un equipo de Guardiola: se paran detrás del círculo central, en propio campo, diez jugadores. Ese es un sistema para neutralizar el fútbol que propone Guardiola, y también (Jürgen) Klopp".
El rosarino cuando estuvo al frente de Athletic Bilbao se enfrentó en tres oportunidades contra Guardiola, que en ese momento dirigía al Barcelona. Aquellos cruces dejaron un saldo de dos derrotas y un empate para los conducidos por Bielsa. La peor fue el 3-0 en la final de la Copa del Rey en 2012. El DT argentino sintió mucho dolor, pero como obsequio le mandó el análisis de ese partido a Guardiola en señal de admiración. “Vos sabés del Barcelona más cosas de las que yo sé", le dijo el técnico catalán, sorprendido. “Marcelo es la persona a la que más admiro en el mundo del fútbol”. Guardiola no oculta su admiración por Bielsa e incluso reconoce que su formación está sostenida por él, y por el holandés Johan Cruyff.
Este nuevo cruce, que asomaba sed de revancha para el DT argentino, concluyó en un empate 1-1. Si bien Bielsa no pudo nuevamente contra Guardiola, lo que queda de este partido es el goce de un juego que no sufrió mezquindad ni especulación por parte de ninguno de los equipos.
Los conducidos por uno y por otro, en todo momento se encargaron de no corromper el ángulo de 90 grados en busca de atajos. “El que cruza el jardín -lo decía Cesar Luis Menotti- evitando el ángulo de 90 grados pisa las flores y llega más rápido, mientras que el que recorre el ángulo de 90 grados tarda más pero no daña las flores”, explica Bielsa en Los 11 caminos al gol. Esta marca emparenta dos esquemas de juego que en boca de ambos resuena como la modernización del fútbol. En criollo: ser ofensivo sin perder de vista la marca constante, y la ética de un deporte que fue creado para superar al rival de acuerdo con la belleza de los elementos que tiene el juego.
“En la vida hay dos formas de decir a la gente lo que tiene que hacer: o bien dando órdenes, o bien predicando con el ejemplo y animando al grupo a seguirlo. Pep pertenece más a la segunda escuela de pensamiento. En el fútbol moderno, si un entrenador no sabe cómo tratar las diferentes personalidades y necesidades individuales, tendrá problemas para marcar la pauta. Guardiola posee una gran habilidad psicológica, experiencia e intuición, producto principalmente de su experiencia como futbolista”, resalta Guillem Balagué en su libro Pep Guardiola. Otra manera de ganar. Tanto Bielsa como Guardiola se admiran mutuamente, y conciben un juego que tiene como pilar fundamental la inteligencia, el análisis del rival y la formación de jugadores que rompan con un juego uniforme.
“Etica, ataque y belleza es la Biblia de Bielsa. Difícil de sostener en un fútbol con leyes de jungla y dineros inflados por China, el petrodólar y Wall Street”, escribió Ezequiel Fernandez Moores. Esa misma biblia es la que recogió Guardiola también. De la mano de ambos el fútbol todavía resiste a convertirse en una nueva víctima del vaciamiento.
“Los empresarios que se adueñan del fútbol creen que los aficionados son asimilables a los 30 mil operarios que tienen trabajando. Y un aficionado no es un operario. Un operario trabaja, un aficionado siente”, se lee en Marcelo Bielsa. Los 11 caminos al gol. Un libro que recopila las clases magistrales que el ex técnico de la Selección Argentina dio cuando estuvo al frente de la Selección de Chile.