Ante una previsible derrota en el Congreso, el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta parece apuntar todas sus fichas a que la Corte Suprema resuelva favorablemente su planteo de conservar el 3,5 por ciento de coparticipación que consiguió durante el gobierno de Mauricio Macri. No obstante, por si la Corte no llegara a apoyar su reclamo, ya están trabajando en un plan B. Por lo pronto, enviaron una nota a la Legislatura para pedir una prórroga en la presentación del Presupuesto 2021. Según se comenta en la sede de Parque Patricios, si no hay suerte con la Corte, el plan que estrenará Larreta para el año próximo será el de "obra pública cero". Habrá ajuste de todas las cuentas. Por ahora, no se menciona la posibilidad de subir impuestos.
El jefe de Gobierno jugó su virtual lanzamiento presidencial el día que anunció que iría a la Corte contra la quita de coparticipación que dispuso el Gobierno nacional, tras analizar los números y concluir que Macri les había transferido dinero de más en el traspaso de la Policía. La presentación ante la Corte incluyó un pedido de cautelar y un fallo de fondo, y -por ahora- no obtuvo ninguna de las dos.
La jugada posterior de Alberto Fernández de enviar una ley al Congreso puso a Larreta en un escenario aún más complejo: con 19 gobernadores apoyando la decisión del Gobierno nacional, es complejo que no sea sancionada. Juntos por el Cambio viene cuestionando el avance de esa iniciativa de todas las formas posibles, a los gritos la mayor parte de las veces, pero eso no les garantiza una victoria. Y Larreta lo sabe.
La primera movida del jefe de Gobierno fue frenar el proyecto de Ley de Presupuesto 2021, que ya debería haber enviado a la Legislatura porteña. Su ministro de Hacienda, Martín Mura, envió una nota el viernes en la que planteó que con el decreto en el que redujeron "unilateralmente el porcentaje de coparticipación que recibe la Ciudad en 1.18 por ciento, han violado el andamiaje jurídico–tributario vinculado a la coparticipación federal producto invariable y sistemático de actos
bilaterales entre ambas jurisdicciones". Sobre la ley que está tratando el Congreso, indicó que "propone un mecanismo aún más gravoso para la Ciudad de Buenos Aires por el cual no solo reduce aún más lo establecido en el decreto antes mencionado sino que propone establecer, nuevamente de manera unilateral un valor de transferencia de $24.500 millones". "Estas medidas unilaterales e intempestivas que afectan el normal desenvolvimiento de la administración pública de la Ciudad de Buenos Aires", alertó Mura.
Todo esto fue el prólogo para decir que no enviará el presupuesto hasta tener mayores precisiones. "La imprevisibilidad del actual contexto por lo antes mencionado y la reducción actual unilateral que disminuye los recursos con el impacto que esto produce, hacen imposible poder cumplir con algunos de los principios básicos de la formulación presupuestaria como el de factibilidad", indicó. "En este complejo contexto, resulta necesario contar con mayor precisión respecto de los recursos con los que cuenta esta Administración y hacer un profundo análisis de los mismos, lo que implica indudablemente, una demora en la elaboración final y posterior presentación de la modificación al Código Fiscal, de la Ley Tarifaria y del Proyecto de Ley de Presupuesto 2021", indicó. Si bien hasta ahora se descartó un aumento de impuestos a partir de esta merma de recursos, lo cierto es que el ministro menciona la Ley Tarifaria entre las cuestiones a revisar.
Ante una consulta de este diario, en el Ministerio de Hacienda porteño indicaron que no hay fecha cierta para presentar el proyecto de Presupuesto 2021. "Es justamente lo que se está analizando: todos los escenarios posibles. El presupuesto nosotros empezamos a diagramarlo en junio. Y este recorte de la coparticipación fue hace semanas. Eso nos obliga a replantear varios aspectos del proyecto de ley hasta ahora trabajado", indicaron.
Mura ya recibió la orden del jefe de Gobierno de analizar qué áreas son las que se puede ir recortando ya este año y tendrá que hacer lo mismo con 2021, si no hay un fallo favorable de la Corte Suprema. En el Gobierno de Larreta apuestan todo al máximo tribunal. "Tenemos esa apuesta. Pero acá nunca damos nada por sentado. Por eso, estamos estudiando un plan B".
¿Cuál sería el plan B? Todavía faltan definiciones, pero según señalaron a este diario incluiría "recurrir a herramientas que existan para solventar y equilibrar las cuentas teniendo en cuenta la pandemia y llegar a fin de año". Subir impuestos es algo que de movida desartaron, pero no es una puerta que debería darse por cerrada. Otra vía sería un mayor endeudamiento, algo a lo que han recurrido tanto Macri como Larreta. No obstante, la situación del país y el contexto internacional no ayudan a esa estrategia. "Eso sería una alternativa pero en este contexto económico es difícil", indicaron.
La discusión de la coparticipación le cayó al Gobierno porteño en un momento muy particular, producto de la pandemia: en un año normal, la Ciudad cuenta con una gran cantidad de recursos propios, pero este año -producto de la caída del turismo y de la gastronomía, por mencionar solo dos factores- la recaudación viene cayendo de manera estrepitosa. Por lo que se viene un 2021 con una cantidad de ingresos a la baja. "Nunca les tocó gobernar así en la Ciudad, con mucha menos plata de la que están acostumbrados", analizaba ante este diario un ex funcionario que conocía muy bien las cuentas de la Ciudad.
Todo ese escenario lo que le va dejando como opción a Larreta es el ajuste. Asi lo confirman en su entorno: "Vamos a agudizar el ingenio: reducir el mantenimiento algo y habrá cero obras". De hecho, ese será el programa que tendrá Larreta para ofrecer en el año electoral si la Corte no lo salva: "Obras cero".